.comment-body { background: #FFFFFF; color: #000000; }

miércoles, 20 de enero de 2016

El futuro nos atrapa

De nuevo ha habido una serie de noticias que como siempre pasan desapercibidas para la gran mayoría del público, pues se han de buscar en secciones concretas de los medios digitales y a veces solo se pueden encontrar en páginas más especializadas. Son de esas noticias que se agradecería que aparecieran en los telediarios en vez de tantas desgracias y muertes. Uno no sabe ya si en verdad vende la sangre y la violencia en vez de lo positivo porque el ser humano es así o se nos hace consumir sangre y vísceras porque a alguien le interesa que así sea. Pero esto sería entrar en otro debate.
 
 
En este último mes he leído dos noticias que son como una ventana a un futuro que la mayoría de nosotros veremos y que de nuevo nos plantearán retos enormes como sociedad. Muchos habréis oído hablar de los coches de Google (quizás no), ya sabéis: El proyecto estrella de la multinacional americana y en el que se están invirtiendo cientos de millones de dólares probando coches sin conductor en entornos reales. Bien, en estas semanas pasadas realizaron su informe anual sobre el estado del proyecto: En 2015 estos coches sin conductor realizaron en un año la friolera de 2,1 millones de kilómetros con tráfico real y 3 millones diarios en un simulador. Por mayor seguridad, en los coches de Google siempre va un conductor, el cual si no ocurre nada no toca los mandos del vehículo. El número de incidentes que obligaron a desconectar el piloto automático fue de 341, de los cuales la toma de los mandos del conductor humano evitó 13 accidentes, desconocemos si graves o no...
 
En 2016 sus pretensiones son erradicar dichos errores a cero. No sé si lo lograrán este año que entra, el siguiente o dentro de dos, pero no tardarán mucho más. Y no solo son ellos quienes van tras el coche sin conductor: Tesla, Nissan y Mercedes también tienen muy avanzados sus prototipos con buenos resultados. Es fácil de imaginar que este avance revolucionará el transporte terrestre de personas y de mercancías. Es muy probable que dentro de tan solo 10 años la profesión de conductor y chofer sea una reminiscencia del pasado.
 
La otra gran noticia hace referencia a la gran revolución que está por venir: las IA, las Inteligencias Artificiales, las cuales han dado un paso de gigante en 2015. Como ya comenté en artículos anteriores, las computadoras tendrán capacidad de aprendizaje y tendrán una inteligencia comparable a la humana. Las máquinas capaces de pensar, combinadas con los increíbles progresos de la robótica, sustituirán a millones de humanos de sus puestos de trabajo: teleoperadores, recepcionistas, operarios de todo tipo, oficinistas, operarios de banca, contables, economistas... Tan solo hace unas pocas semanas escribía al respecto, tratando de echar un vistazo al tipo de sociedad que estaba por venir... Lo que no preveía es que estuviera tan cerca. El gran obstáculo de las IA ha saltado hecho añicos. Hasta el año pasado los científicos se topaban con una enorme barrera: para hacer que una máquina fuera capaz de pensar por sí misma y aprender, se necesitaba insertarle una titánica cantidad de rutinas, subrutinas y preguntas de aprendizaje. Bien, los científicos ya han logrado que una IA sea capaz de iniciar su aprendizaje con la sola formulación de una pregunta. Al igual que con Google, serán una realidad en un par de años y no en una o dos décadas.

Hace poco surgió una noticia que pasó desapercibida, Eugene, una IA basada en los desarrollos de los programadores ucranianos Veselov y Demchenk en San Petersburgo, ha logrado superar por primera vez el test de Turing (por el investigador Alan Turing), en éste un grupo de humanos, sin ver a su interlocutor, han de determinar en base a sus respuestas si es humano o una máquina... Eugene les convenció de que era un niño humano de 13 años.
 
El futuro nos alcanza a pasos agigantados, ¿Qué será? ¿Para bien o para mal? Muchos podréis pensar que son exageraciones, pero incluso una de las mentes más brillantes que posee la humanidad en la actualidad: Stephen Hawking ha mostrado su gran preocupación al respecto, pues piensa que el ser humano se enfrenta a su propia apocalipsis: el colapso de la sociedad. En sus declaraciones ha afirmado:

«El desarrollo de una completa inteligencia artificial podría traducirse en el fin de la raza humana», ha advertido.

Muchos quizás estéis pensando en un final como Terminator, con una sublevación de las máquinas. Hawking, y yo estoy de acuerdo con él, está pensando en que el ser humano es muy probable que no gestione bien ese futuro a tenor de nuestro comportamiento actual. En sus propias palabras:

"Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá del modo en que las cosas se distribuyan. Todo el mundo podría disfrutar de una vida de lujos y ocio si los bienes producidos por las máquinas son compartidos. Pero también podría pasar que la mayoría de personas acabaran siendo miserablemente pobres si los propietarios de las máquinas tuvieran éxito con sus presiones políticas en contra de la redistribución de la riqueza. Hasta el momento, la tendencia parece encarada hacia la segunda opción, propiciando que la desigualdad siga creciendo".

Un mundo donde el 5% de la población controle el 99% de la riqueza está abocado al colapso y a una sangrienta revolución, que con la tecnología actual podría ser, tal y como afirma Hawking, el apocalipsis de la humanidad y nuestra auto-destrucción. Según el propio científico: "El capitalismo es más peligroso que los robots" y yo estoy de acuerdo con él. En un sistema dónde todo vale para maximizar beneficios, acosta de lo que sea, dónde casi todas las grandes multi-nacionales montan sus fábricas en el tercer mundo pagando miserias incluso para países con salarios irrisorios, donde se ha establecido que si hoy gano 200 mañana he de ganar 300 a cualquier precio, donde si he ganado 50 cuando antes ganaba 100 se considera que he perdido y no ganado 50 y destrozo a quien haga falta para volver a ganar 100... En un mundo así y viendo los antecedentes históricos, es muy previsible que quién controle las máquinas no se comporte por voluntad propia con sentido común. No hay mayor droga que el dinero y el poder, frutos de nuestro desmesurado super-ego del que ya alertaron Freud y Jung.

La humanidad que está a la vuelta de la esquina y que veremos deberá dar un salto de conciencia si no quiere colapsar, pues como bien dice Hawking: o vamos a una sociedad donde todo el planeta sea justo o acabaremos aniquilándonos los unos a los otros. Para que todos seamos prósperos no queda otra, incluso a corto plazo, que empezar a salir de nuestra amada Tierra hacia nuevos mundos. Empezar a pensar como especie en vez de en clanes del tamaño que queráis (Nacionales, regionales, familiares...).  Sabéis que soy optimista y que creo que lo lograremos, lo que no sé es cuantas lágrimas nos costará el cambio.

Depende de nosotros evitar un capitalismo deshumanizado y depredador como el que hemos visto durante esta crisis. Nos jugamos algo más que nuestro bienestar como individuos, nos jugamos nuestra existencia como especie.

 

No hay comentarios :

Publicar un comentario