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domingo, 22 de febrero de 2015

Misterios de la antigüedad: El hombre de Neandertal



Quienes me conocéis sabéis de mi pasión por la historia y los misterios. Tras leer mucho sobre nuestros antepasados y las civilizaciones antiguas, he de confesaros que buena parte del relato oficial de cómo transcurrió la historia no me encaja e incluso me parece inverosímil. Poco a poco los nuevos descubrimientos van torciendo de forma tozuda el brazo de la ortodoxia científica más rancia, esa que desprecia a la religión y que sin embargo se comporta como ella, atacando y destruyendo a todo aquel que se atreve a dudar de lo que esas “mentes preclaras” han establecido como la verdad absoluta.

No me malinterpretéis, no se puede dar validez porque sí a la primera teoría que se presente, es sano dudar de todo… incluido lo establecido como la verdad. Pero en demasiadas ocasiones se obvian, tapan o desprestigian hechos irrefutables que desmienten lo establecido. Ese miedo acérrimo a aceptar las evidencias aplastantes que nos llevan a entrever un relato diferente de la historia, por muy increíble que sea, es lo que hace que dejen de ser científicos y sean fanáticos de una nueva religión. Como bien me dijo mi profesor de Química cuántica: “El verdadero científico es aquel que duda de todo, en especial de lo que se da por verdad”, a veces, como diría Conan Doyle en boca de Sherlock Holmes: "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad".

Con éste artículo quiero empezar a realizar un pequeño recorrido por nuestro pasado tratando de que entendáis mis dudas. Espero que los leáis con la mente abierta y de forma objetiva, analizando los hechos dejando aparte los prejuicios que nos han implantado desde pequeños. Como todo buen relato, éste ha de empezar desde el principio. Lo que quiero que entendáis en este artículo es la mentalidad tan obtusa de la ciencia, que para mí como científico que soy (soy químico) me parece tan aberrante y que aunque no os lo parezca, existen intereses económicos tras los ataques furibundos a las nuevas teorías que tienen un fundamento científico que al menos se debería tener en consideración antes de refutarlo. Hoy os hablaré de los Neandertales.

Os pongo en antecedentes. A día de hoy se sabe que hubieron otras especies humana: los Demisovianos y los Neandertales, ambos fueron anteriores a nosotros, los sapiens-sapiens, y de los que se cree que vivieron entre el 230.000 al 28.000 a.c. Me centraré en los segundos. Se llamaron así porque sus primeros restos fueron descubiertos por el arqueólogo Johann Karl Fuhlrott en 1856 en la cueva Feldhofer en el valle de Neander, cerca de Duüsseldorf, Alemania. En verdad se descubrieron dos restos con anterioridad, uno en Bélgica y otro en Gibraltar, pero no se les hizo caso hasta después del descubrimiento de Fuhlrott. 



Utensilios encontrados en
tumbas Neandertales
No sé si conoceréis que a mediados y finales de la década de los 90, en las facultades de arqueología e historia de todo el mundo se aseguraba que los Neandertales eran poco más que monos. No eran humanos, no podían serlo, ¿Cómo va a haber otra humanidad diferente a la sapiens? Se estiraban de los cabellos los pro-hombres de la ciencia de la época, aquello echaba por tierra sus teorías evolutivas. Se afanaron a representarlos con características simiescas, con aspecto de salvajes y sin rasgo alguno de inteligencia como en la imagen. Había que cortar de raíz aquella “estúpida teoría). Algunos valientes siguieron atreviéndose a afirmar lo contrario, los Neandertales eran humanos e… ¡inteligentes! Esos mártires de la ciencia fueron masacrados, humillados y vilipendiados por la ortodoxia. ¡Eran poco más que unos locos! Aunque aún no disponían de demasiadas pruebas, las evidencias eran sólidas: Se habían encontrado enterramientos donde los cuerpos habían sido depositados y no arrojados e incluso en las tumbas se habían encontrado evidencias de flores (como en la tumba de Shanidar, Irak) y herramientas (Como el útil triangular de sílex encontrado sobre el esqueleto del niño de dos años de Dederiyeh, Siria). ¿Qué mono entierra a sus muertos y les deja ofrendas? ¿Qué mono hace joyas, utensilios y abalorios? El sentido común decía que no eran monos, pero la oficialidad seguía impasible a los gritos que proferían desde sus tumbas los hombres de Neander: ¡Somos humanos!

Reproducción forense de los restos de 
Neandertal encontrados en La Chapelle aux
Saints a cargo de Fabio Fogliazza del
Laboratorio de Paleontología del Museo
de Historia Natural de Milán.

Entonces se les tacho de retrasados, se aseguró sin pruebas que no hablaban e innumerables sandeces más que no voy a dignificar en comentar. Llegó la reconstrucción facial forense y se demostró que su aspecto no era el que nos habían descrito. Era cierto que había diferencias, ellos tenían una morfología muy particular en su cráneo: presentan un torus supra-orbitario muy marcado, la cara muy prognata, apertura y cavidad nasal de gran tamaño, frente baja y cráneo alargado. Los dientes tienen un tamaño muy reducido, y una mandíbula sin mentón...

Luego llegaron más descubrimientos: se maquillaban, usaban collares de conchas y se vestían con ropajes emplumados lo que demostraba que tenían pensamiento simbólico y ante el peso de las pruebas cedieron, son humanos a los cuales conquistamos e hicimos desaparecer porque somos “mejores” que ellos. Pero la historia no quedó ahí, el mundo gracias a Dios está lleno de Quijotes, y algunos de ellos se atrevieron a pronunciar la blasfemia de que nosotros y los Neandertales nos cruzamos. Como os imagináis, el revuelo que se organizó fue de tamaño épico y los ortodoxos se plantaron, por ahí si que no podían tragar.


Svante Pääbo
Pero una vez más los Neandertales se revolvieron en sus tumbas. Se descubrieron varios restos de niños híbridos, como el niño de Lagar Velho. Y por fin llegó el ADN. Con el proyecto Genoma Neandertal y los estudios de Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig), se demostró que eran humanos, de otra especie sí (Por ejemplo su ADN mitocondrial es significativamente diferente al nuestro), pero humanos. Y lo más increíble: Nuestro genoma posee no menos de un 6% de genes Neandertales, como los HLA, los antígenos que nos permiten derrotar a los catarros. Otros estudios genéticos apuntan que incluso hasta un 20% de nuestro genoma lo heredamos de ellos. Los quijotes tenían razón, no los conquistamos. Nos mezclamos. ¿Porque os cuento todo esto? Por dos motivos:
 
El primero es para que toméis coinciencia de que lo que se afirma como verdad absoluta e inmutable quizás no lo sea y toméis en consideración y no despreciéis a la ligera a aquellos que tienen un relato diferente al official.
 
El Segundo es porque la polémica sobre los Neander ha vuelto a surgir, desde el más alla nos vuelven a dar una bofetada de humildad. Las pinturas más sagradas, las más increíbles que ha hecho nunca la humanidad: las rupestres, y sobre las que el propio Picasso dijo: "En pintura, desde Altamira todo es decadencia", es muy probable que sean obra de los Neandertales y que quizás fueran ellos los que nos enseñaron a los sapiens-sapiens a pintar en las cuevas. Las manos dibujadas sobre la fría roca de la cueva de El Castillo en Cantabria son las más aniguas de Europa, 41.000 años y por tanto solo pudieron ser realizadas por los Neandertales. 

Manos de la cueva de El Castillo a las
que se les atribuye una antigüedad de
41.000 años.

De nuevo muchos han puesto el grito en el cielo, ¡No puede ser! ¡Esas obras de arte no pueden ser suyas! Pero la datación de radiocarbono de los depósitos de calcio formados sobre las pinturas es obstinada, como mínimo: 41.000 años. Por esas fechas al Sapiens-sapiens ni se le esperaba en la península Ibérica, pero algunos sin querer dar el brazo a torcer y sin evidencia alguna afirman que o las pruebas son erróneas o ya estábamos aquí por esas fechas. La cerrazón de algunos es digna de pasar a los anales de la historia, ellos no podían saber pintar, aunque se hayan encontrado pigmentos de origen Neander cuya autenticidad ha sido avalada por  Paul Bahn, experto en arte rupestre y miembro del Archaeological Institute of America.

Hay otros científicos, como João Zilhão, que van más allá y afirman que esta es una prueba más de que el Neandertal es en verdad una variante racial europea del Homo Sapiens. La verdad, por mucho que traten de esconderla al final siempre saldrá a la luz. Quizás ahora, si observáis vuestro alrededor con otros ojos, veáis la prueba más definitiva de todas: junto a nosotros aún caminan hombres y mujeres con esos rasgos nítidamente neandertales.

Con estos antecedentes de cómo se comporta a veces la ciencia con las evidencias incómodas, quiero que leáis el artículo de la siguiente semana que tratará sobre uno de los estudios más polémicos sobre nuestra prehistoria: El hombre de Orce, descubierto por el antropólogo vilmente vilipendiado a  mi entender, José Gisbert.

viernes, 6 de febrero de 2015

Libros que cambiaron mi vida


Os voy a recomendar dos libros que me han cambiado la vida y que son responsables en buena parte de que hoy os esté escribiendo y tenga un libro publicado. Es probable que algunos de vosotros ya los conozcáis, a los que no... ¡Espero que os ayuden tanto como a mí!


Mientras escribo
 
"Mientras escribo", publicada en el año 2000, es una de las obras menos conocidas de Stephen King y sin embargo una de las más reconocidas por la crítica, tanto es así que es su única obra que la prestigiosa revista Entertainment Weekly colocó entre las 100 novelas más importantes del periodo entre 1983 a 2008 (Obtuvo la posición 21).

Esta obra cayó por casualidad en mis manos y gracias a ella mi vida dio un vuelco. Por ello la tengo en gran estima. Se trata de una mezcla de autobiografía y libro de autoayuda para el escritor novel, donde narra sus comienzos como escritor, su método de escritura y como casi perdió la creatividad tras su grave atropello en 1999. A pesar de lo que pueda parecer, Stephen King narra sus desventuras y algunos de sus "gamberradas" de juventud con ese humor ácido tan característico de él y que personalmente me encanta.

Me resultó en especial interesante la parte en la que describe las dificultades que tuvo que superar para llegar a ser un escritor de éxito y su explicación de la influencia de sus sentimientos y sucesos de su vida, buenos y malos, en su obra.

Este libro también es muy recomendable para quien quiera iniciar su andadura en el mundo de la literatura. Stephen King nos da una serie de consejos básicos, muy sencillos pero geniales que dan por si solos un resultado asombroso al aplicarlos sobre cualquier escrito. Nos muestra con ejemplos y gran maestría, cómo con cuatro pinceladas se puede lograr un resultado asombroso en agilidad y sencillez. ¡Qué difícil es escribir sencillo... y que fácil se consigue con sus recomendaciones!

Así que si estáis pensando en escribir, os recomendaría que leyeseis antes este libro imprescindible para que, tal y como dice el maestro: "Un escritor competente se convierta en uno bueno". Incluso a los que no queráis ir tan lejos os puede servir de ayuda, ¿quién no ha de redactar un informe en el trabajo? O por la simple curiosidad de saber cómo un anónimo profesor de literatura de una pequeña población estadounidense ha llegado a ser uno de los más afamados escritores de la actualidad.


¿Quién se ha llevado mi queso?
 
Escrito por Spencer Johnson y publicado en 1998, es un gracioso libro de autoayuda, no por ello menos interesante o útil. La historia narra en forma de parábola, las desventuras de cuatro ratoncillos que viven una cómoda vida en un rincón de un laberinto que representa la vida. En ese pequeño paraíso disfrutan de una enorme bola de queso de la cual se sacian (alusión al trabajo y comodidad personal). De forma misteriosa y durante un tiempo, dos de ellos comienzan de forma regular a adentrarse en el laberinto para luego regresar, hasta que un día no vuelven. Poco después, los dos ratoncitos que se han movido de su casita, se dan cuenta de que el queso se ha acabado, entran en pánico y son incapaces de reaccionar. Tras pasar muchos días de hambre, uno de ellos harto de que sus lamentos no le traigan queso, decide que es hora de moverse y se marcha a explorar el laberinto para no regresar. El cuarto se resiste al cambio, se obceca en que las cosas han de volver a como estaban antes y muere.

Este libro cayó en mis manos siendo un ratoncito de vida fácil y me hizo reflexionar sobre la posibilidad de que mi mundo un día cambiara por completo. Hice caso a los consejos implícitos en el libro y exploré "el laberinto" en búsqueda de que podría hacer si mi vida feliz fallaba. Ese día llegó y gracias a Spencer Johnson ya había encontrado un nuevo queso. Espero que lo leáis y que en este mundo tan cambiante os ayude a estar preparados por si llega una bifurcación en el camino.

martes, 3 de febrero de 2015

Carta abierta a la Europa del Norte


En Europa todo anda revuelto 6desde hace meses con la posibilidad y ahora la realidad de una victoria de Syriza en Grecia. Desde Bruselas se ha afirmado que con ellos llegarían los cuatro jinetes del apocalipsis, que todos los demonios del infierno arrasarían Europa... Pero vayamos por partes, ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
 

Todos sabemos que en el sur de Europa las cosas se han hecho mal, muy mal y eso hemos de asumirlo los ciudadanos del Sur. No les falta razón a los del norte en criticarnos en que nuestras élites han robado hasta la saciedad y han saqueado las arcas de los estados con el consentimiento de sus ciudadanos. Lo sé muy bien, recordad que soy valenciano, dónde se ha votado con mayorías absolutas a corruptos a sabiendas de que lo eran, pero "que bonica estaba Valencia"... era el mantra de muchos de mis conciudadanos ante el saqueo que se estaba perpetrando. En otros lares se hacía lo mismo: Madrid, Andalucía o Cataluña como ejemplos más sangrantes (aunque en verdad casi no podríamos salvar a nadie) y por otras gentes de otros colores políticos. La mangancia se ve que no entiende de ideologías.
 

No les falta razón a los alemanes cuando dicen que ellos no deberían pagar el despilfarro del sur y que hemos de asumir nuestras responsabilidades. Estoy de acuerdo, si nos vamos de rositas no cambiaremos esta mentalidad de redes clientelares y de chanchullos. Y bien caro que estamos pagando nuestros errores, muy caros. Pero habría que decirles a las gentes del norte que ellos no están limpios de polvo. Ellos también son culpables de haber llegado hasta aquí. Sus gobiernos miraron a otro lado cuando los nuestros saqueaban y despilfarraban el dinero a manos llenas, bien que le vino la compra a Alemania de maquinaria para la construcción o a sus bancos dar créditos y créditos sin ton ni son para obtener pingües beneficios. Bien que se llenaron sus bolsillos con nuestra locura, entonces no les interesaba poner cordura ¿verdad? O al señor Juncker, el "azote" del sur que ahora nos da lecciones de moral cuando bajo mano convertía a Luxemburgo en el paraíso fiscal de las multinacionales y de la evasión fiscal. Ellos alentaron el desastre del sur y ahora no quieren asumir su parte de responsabilidad.
 

Lo siento hermanos del norte, vosotros también sois culpables, quizás en menor medida, pero lo sois y por duplicado. Vuestras recetas, si vuestras, nos han llevado al desastre. El sur confió en el norte y el norte nos ha empujado a la ruina. Buena parte de nuestros males vienen por haceros caso en vuestra cerrazón de la austeridad económica, por vuestras equivocadas políticas que nos han llevado al abismo. Os hicimos caso, hicimos punto por punto lo que pedisteis y por ello ahora estamos mucho peor. Yo tampoco tengo por qué pagar más de la cuenta por vuestros errores. Vosotros votáis con férrea disciplina a Merkel y a sus acólitos, creéis como si fuese palabra divina en sus directrices. Sin duda los del sur hemos de aprender muchas cosas de los del norte pero también deberíais aprender de los del sur en tener espíritu crítico y no asumir que lo que os digan vuestros dirigentes es la verdad absoluta. Parece que no aprendemos ninguno de los dos del pasado. Otras políticas son posibles y han resultado infinitamente mejores para salir de este atolladero y si no me creéis mirad a USA e Inglaterra, sus economías van mucho mejor que las de la zona euro y no son precisamente países bolcheviques maoístas por no aplicar las recetas de Merkel.
 

Nos dicen que el problema del sur son los malos gobiernos que elegimos... y tienen razón, pero al mismo tiempo que nos acusan quieren mantener en el poder a esos mismos que hicieron tan mal las cosas, como el caso de Samaras y ND, esos a los que apoyaba Merkel y que son los mismos que falsificaban las cuentas y saqueaban el país heleno. ¿Esos son los que han de cambiar las cosas? ¿Acaso está exigiendo Alemania y los nórdicos, rigor contra la corrupción o la evasión fiscal en el sur? La respuesta es no. ¿Pide que se recorte en lo superfluo o se controle el desmán político? Una vez más no. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, Europa es una quimera, no existe.
 

Una vez más Alemania se equivoca, ya van muchas. He oído decir que los teutones quieren germanizar Europa, he de confesar que hasta hace unos días pensaba así, pero si se analizan de forma fría los hechos se ve que es todo lo contrario. A Alemania le importa bien poco Europa, a ellos solo les importa lo suyo. El gran problema es que Alemania no quiere liderar este continente, solo así se entiende que mientras le devuelvan los prestamos realizados por sus bancos les importe muy poco si se corrigen los errores del pasado. Han desperdiciado una nueva oportunidad.
 

Los norteños podrían haber sido la referencia y el espejo donde mirarse, pero se han convertido en un profesor despiadado que castiga con dureza a quien les contradice. No convencen, imponen. Todo el mundo se rasga las vestiduras porque Tsipras gobierna en Atenas ¿Que esperaban llevando a la miseria a millones de griegos? Tres de los once millones de sus ciudadanos no pueden pagar la luz... Ellos son los primeros que deberían saber hacia donde lleva el austericidio. Hitler sólo fue posible por el crac del 29 y las condiciones draconianas que les impusieron los aliados tras su derrota en la II Guerra Mundial. Grecia, sumida en la desesperación, tenía dos caminos: Syriza o Amanecer Dorado, es lo que ocurre cuando se fuerza a un pueblo a ir al límite. También parecen olvidar que si ahora son la potencia que son es gracias a que se les perdonó el 60% de la deuda tras la caída del nazismo, entre ellos los helenos. De bien nacido es ser agradecido.
 

Se equivocan. Deberían haberse metido a fondo en los países fallidos, no limitarse a exigir su dinero y no importarles la forma en que lo devuelvan. En nordificar el sur, que falta nos hace al menos en lo que debe ser la gestión y administración de un país. Pero no lo han hecho y las cosas se siguen haciendo mal porque no se ha corregido el problema de raíz. Control de gasto sí, pero no el que se ha hecho. Había muchas formas de recortar en despilfarro, duplicidad de administraciones, reducción de ayuntamientos, paralización de obras sin sentido (aeropuertos sin aviones), lucha brutal contra el fraude, meterse a fondo en los chanchullos de ayuntamientos, acabar con las comisiones, con las obras faraónicas sin sentido (aún se construyen AVE's)... ¡Tantas cosas que se podrían haber hecho sin tener que destruir a la clase media! Pero no, se han reducido servicios y personal generando más paro y menos ingresos, se nos han subido los impuestos hasta ahogarnos haciendo que el consumo se desplome y el estado pierda ingresos para de nuevo recortar en lo mismo en un círculo vicioso sin fin.
 

Deberían haber exigido acceso a todas nuestras cuentas, a mirar con lupa hasta el último céntimo gastado, a fiscalizar nuestra administración.... Es lo que deberían habernos exigido y muchos ciudadanos, entre ellos yo, los hubiera tenido en un altar. Pero no lo han hecho y ahora el sistema se desintegra. El gran problema es que Europa no existe, solo es un nombre cualquiera.
 

A los europeos del norte les diré que se lo piensen, que reflexione que es lo que les conviene. Si se sigue con la política de mano dura lo que se conseguirá es que poco a poco los países del sur caigamos en una deuda que no podamos pagar, en que no tengamos dinero para comprar vuestros productos y más pronto que tarde caeréis junto a nosotros. La mejor manera de pagar las deudas es crecer. A un mendigo no se le puede exigir que pague una deuda, si le das un trabajo sí. En la política no os extrañéis si se radicaliza y se vuelve a tiempos pasados a los que nadie quiere volver, en la desesperación se buscan soluciones desesperadas. Citando al personaje de Michael Conelly, Harry Bosch, en este mundo globalizado "O todos los hombres cuentan o no cuenta ningún hombre", el bienestar de uno depende del bienestar de todos.