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jueves, 13 de diciembre de 2018

Novedades sobre Die Glocke

Es para mí una satisfacción anunciaros que mi novela Die Glocke, va a ser distribuida a partir de finales de enero o principios de febrero, físicamente en las librerías de México y que su distribución se ampliará a más países de Centroamérica y Sudamérica a lo largo del próximo 2019. 

lunes, 10 de diciembre de 2018

Firma Libros Diciembre 2018





Este próximo domingo 16 de diciembre, estaré firmando ejemplares del libro: Die Glocke, en la librería de El Corte Inglés del centro comercial Nuevo Centro (situada en el edificio Hogar), de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas.

domingo, 9 de diciembre de 2018

La revolución oculta

En mitad de este mundo que se desliza peligrosamente hacia el caos político y donde los discursos de uno y otro lado comienzan a radicalizarse, bajo mi punto de vista en un desesperado intento de evitar que la población vea que el rey va desnudo, está surgiendo en todo el planeta, de forma callada, soterrada, pero con la fuerza de las raíces de un árbol, un cambio de paradigma, de mentalidad. Este cambio es  muy sutil, apenas visible, de hecho, los medios de comunicación en su mayoría lo obvian, no le prestan atención o ni tan siquiera lo han detectado, pues están centrados en lo inmediato y más llamativo: los movimientos radicales.

Pero ese movimiento está ahí, latente, creciendo despacio pero inexorable, aglutinando a unos y a otros, diverso y que está cambiando nuestras vidas, forma de actuar y pensamiento: El ecologismo. Se podría rebatir indicando que a nivel político es irrelevante, sí, es cierto, pero no porque no tenga atractivo para la mayor parte de los ciudadanos... Son muchas las personas que están muy cansadas de este circo endiablado que hemos montado, pero aún no se ha llegado a ese punto de hartazgo que nos libere del miedo de salirnos del camino tradicional. Pero eso está cambiando. Sólo hay que ver el crecimiento espectacular de los verdes en Alemania, Bélgica, Islandia, Holanda, Luxemburgo... el cómo un partido animalista dobla elección tras elección sus votos en España donde tanto queda por hacer en temas de respeto animal y a pesar de su invisibilidad mediática, como ocurrió en las últimas elecciones andaluzas....

Pero no es de política de lo que quiero hablaros, si no del cambio mental que está experimentando la población y que ya está cambiando el mundo y que más pronto que tarde, cambiará la política. Me voy a centrar en España, mi país, para ejemplificar ese enorme cambio que se está dando a nivel mundial. Muy pocos conocerán este dato, pero creo que es muy revelador: 1 de cada 5 españoles es vegetariano. Sí, cuando me enteré me quede perplejo como a buen seguro muchos de vosotros estaréis ahora. Creo que es el mejor ejemplo de como la conciencia respecto a cómo vemos los animales está cambiando de forma silenciosa a todos nosotros. 

Deforestación en el amazonas
Yo, antes carnívoro confeso, aunque aún no soy vegetariano, sí que he reducido la carne de forma drástica en mi dieta, que ya no es la parte principal de la misma, sino un complemento esporádico y ese cambio lo he hecho poco a poco, casi sin darme cuenta. Y ese viaje no sólo lo estoy haciendo yo, millones de personas están obligando a las empresas a cambiar también de mentalidad. Los grandes supermercados ofrecen más variedad de productos vegetarianos/veganos, en la mayor parte de restaurantes, incluidos las grandes cadenas de Fast Food, están incluyendo en sus menús platos sin carne, las pequeñas tiendas (y las no tan pequeñas) de productos ecológicos y sustitutivos de la carne están multiplicándose en todas nuestras ciudades, el cómo muchos de nosotros sólo compramos huevos si son de gallinas criadas en libertad a pesar de su mayor precio, de incluso la indignación de aquellos que comen carne cuando salen noticias de empresas que sacrifican animales de forma despiadada... Tan es así, que ya empezamos a ver en España incluso anuncios, donde el principal valor que resalta una de las grandes empresas de lácteos es el bienestar animal que da a sus vacas... Por algo será ¿no? La forma con la que miramos a nuestros vecinos peludos está cambiando muy rápidamente.

Pero no sólo es respecto al trato que les damos a los animales. También es nuestra conciencia medioambiental la que está moviendo el mundo aunque no nos lo parezca. La campaña brutal contra el aceite de palma es un gran ejemplo: Las empresas han dejado de distribuir productos fabricados con este aceite porque la gente no quiere contribuir a la deforestación y a la matanza indiscriminada de los orangutanes de la selva, obligando al gobierno indonesio a reforestar enormes extensiones de selva que habían sido deforestadas para la producción de dicho aceite para lavar su defenestrada imagen... Bolsonaro quiere hacer lo mismo con la selva amazónica brasileña... cuando se encuentre con que una gran masa de los consumidores mundial no quiere comprar los productos brasileños para no colaborar con la destrucción del Amazonas, le ocurrirá como le ha ocurrido a Indonesia, tiene la batalla perdida, deberá buscar otras fuentes de prosperidad para Brasil o fracasar. 

Lo mismo podríamos decir de la guerra contra el plástico: ya está ganada. Es sorprendente como la mayoría de nosotros nos hemos adaptado incluso con alegría a la eliminación de las bolsas de plástico gratuitas, como muchos ya reciclan sus propias bolsas y las llevan de casa una y otra vez o la aparición de nuevo de las bolsas de tela. Como las grandes multinacionales generadoras de plásticos ya tienen planes para en 2-3 años eliminar el 80% del plástico de su cadena alimentaria y como es el consumidor el que exige envases de vidrio reciclables, como teníamos en la década de los 80. Y a buen seguro, como veremos, a no muy tardar, desaparecer de los supermercados esas odiosas bandejas donde sólo hay tres tomates y el resto es plástico en sus diversas formas: Bandejas de porespan con cartón más film de plástico... una verdadera necedad.

O el último ejemplo: la lucha feroz contra la contaminación con el cierre de los centros de todas las grandes ciudades europeas y que contra todo pronóstico los ciudadanos han aceptado de buen grado: "No podemos seguir así", es lo que más se oye... y en efecto, estoy de acuerdo. Nuestra conciencia animal y medioambiental está cambiando, evolucionando al siguiente nivel y acercándonos de nuevo a lo que nunca debimos dejar de ser: Uno sólo con la naturaleza. Los partidos que no acepten este paradigma están abocados a su desaparición, pues este cambio lo estamos haciendo ciudadanos de todo tipo de ideología, de un extremo al otro y aunque de momento se prioricen otros aspectos a la hora de depositar el voto en las urnas, más pronto que tarde será un aspecto clave.