Werner Heisenberg
Muchos hemos oído hablar del proyecto atómico de Hitler, incluso películas tan icónicas como "Los Héroes de Telemark" (basada en hechos reales), protagonizada por Kirk Douglas y Richard Harris, nos han contado parte de la historia: de como los ingleses lograron paralizar el proyecto, hundiendo los tanques de agua pesada que los nazis transportaban en un barco en el fondo de un fiordo. Quizás también sabréis sobre la polémica de si Werner Heisenberg, el premio nobel alemán a cargo del proyecto atómico nazi, saboteó o no la creación de la bomba. La historia es mucho más compleja e increíble de lo que muchos podáis imaginar, ¿me acompañáis en este viaje?
La raíz del fracaso del proyecto atómico y yo diría que del propio nazismo, está en la misma concepción del III Reich. Hitler elaboró la estrategia política de mantener a quienes tenía por debajo de él enfrentados entre ellos como medio para él mantenerse en lo más alto del poder, ya sabéis, mientras los de abajo se peleaban entre ellos por su favor, nadie intentaría moverlo de la cancillería. Hitler promovió rencillas entre las diferentes facciones que lo apoyaban guardándose mucho de favorecer claramente a ninguna, siempre daba a todos una de cal y otra de arena. Este concepto se propagó a todos los ámbitos y la ciencia no fue una excepción, donde esta concepción del poder creó no pocas rencillas entre los mismos científicos. Este hecho fue uno de los puntos claves que hizo que el proyecto atómico alemán fracasase, el otro fue la propia raíz racista del régimen nazi, pero vayamos por partes.
Lise Meitner
Alemania estaba muy por delante del resto del mundo en cuanto a conocimiento atómico, recordemos que fueron Otto Hahn y Fritz Strassmann quienes en 1938 llevaron a cabo la primera fisión nuclear en un laboratorio. Quizás lo que muchos no sepáis es que ambos eran colaboradores de Lise Meitner y que su descubrimiento fue a raíz de una investigación sugerida por ella, que era la jefa del departamento de física nuclear del Instituto Kaiser Wilhem de Berlín. De hecho, fue Meitner (junto con su sobrino Otto Robert Frisch) quién describió y elaboró toda la teoría del proceso de fisión descubiertos en el experimento de Otto y Fritz, quienes desconocían el cómo y el porqué de la reacción. Fue el informe de Lise en la edición de febrero de Nature de 1939, el que le dio el nombre de "fisión" a la reacción nuclear, dando a los norteamericanos la posibilidad de crear su proyecto Manhattan. Pero la gran física austriaca tenía dos "handicaps", era mujer, lo que hizo que no se la reconociera, y judía, lo cual hizo que perdiera su cátedra en 1930 y tuviera que huir a Suecia en 1938. Uno no puede dejar de preguntarse qué hubiera sucedido si los brillantes físicos judíos como Meitner, Leó Szilárd (físico húngaro que convenció a los estadounidenses de la posibilidad de la Bomba Atómica), el propio Einstein o tantos otros científicos refugiados en Estados Unidos de los gobiernos tiranos de Europa como el también húngaro Eugene Wigner no hubieran abandonado sus respectivos países. Creo que la respuesta es más que evidente, pero que sea la propia Lise Meitner la que os lo diga, en una carta escrita en 1945, la gran física se lamentaba:
«Resulta trágico que, incluso personas como Laue y Otto (Hahn), no comprendieran a qué suerte abandonaba su pasividad a su propio país.»
A pesar de haber puesto la primera piedra del desastre: La expulsión de los físicos judíos de Europa, no tengo duda de que los alemanes hubieran podido desarrollar la Bomba Atómica si la lucha de egos y de poder se hubieran dejado atrás, trabajando todos como un sólo hombre, afortunadamente para el mundo, eso no sucedió.
Kurt Diebner |
La verdad es que en secreto, los alemanes llevaron a cabo dos proyectos atómicos en paralelo a diferencia de los estadounidenses, que aunaron todos sus esfuerzos en uno solo: El Proyecto Manhattan. El primero, con Heisenber al mando, se llevó a cabo en los sótanos de la Torre de Iluminación del instituto de física en Berlín. El segundo, a cargo de Diebner y en el que se buscaban las aplicaciones militares del uranio, se desarrolló en las instalaciones del ejército en Gottow. Esto fue otro factor determinante en el fracaso de la investigación nuclear alemana. La masa crítica: Cantidad de Uranio radioactivo necesaria para que una reacción nuclear se produzca, era fundamental y en los años 40 el material radioactivo no estaba refinado, era muy "basto", por lo que se necesitaba bastante mineral de uranio para poder iniciar una reacción. Podéis imaginar que dividir el uranio existente en dos para aplacar el ego de Heisenberg y Diebner no fue una idea muy brillante... en efecto, los alemanes disponían de masa crítica suficiente para crear una reacción pero al dividir el material en dos ninguno de los dos experimentos tenía uranio suficiente para tener éxito. De locos.
Recreación Reactor Heisenberg en Haigerloch |
Pero la cosa no termina ahí, no creáis. El reactor de Heisenberg disponía el uranio en forma de placas, Diebner le enmendó la plana cuando comunicó al ministro de industria Albert Speer que su modelo de rector usando el uranio en forma de cubos era más eficiente, el premio Nobel no se lo tomó nada bien y despreció el sistema de su colega, siguiendo con el suyo propio. Craso error, Diebner tenía razón, su método usaba de forma más eficiente el uranio.... Con estos enconados y furibundos dimes y diretes, los aliados se plantaron a las puertas de Alemania y los proyectos se trasladaron al sur, lejos del ejército rojo. Diebner se instaló en 1945 en Stadtlim pero ya fue incapaz de montar de nuevo su reactor, Heisenberg se instaló Haigerloch y en vista de que su "colega" Diebner había desistido solicitó que le entregaran sus cubos de uranio. ¿Qué pensáis que hizo Diebner? Como se la tenía jurada a Heisenberg, demoró todo lo posible su entrega, no iba a permitir que su enemigo se llevara la gloria de ser el primero en crear una reacción atómica.
Sí, aunque resulte increíble, esa pelea quizás salvó a Londres de ser la primera ciudad en ser destruida por una detonación atómica. Heisenberg al recibir los cubos, vio que Diebner tenía razón y los mejoró aún más haciendo una hendidura en los mismos para poder colgarlos a una distancia determinada muy estudiada, el reactor se volvió infinitamente más eficiente, pero el día en el que iban a ponerlo en marcha para obtener plutonio, el ejército de Paton bombardeo Haigerloch, los alemanes desistieron, desmontaron los laboratorios y escondieron todo el material en las cercanías, los estadounidenses lo encontrarían finalmente. Sin esas rencillas, incluso al final de la guerra, los nazis estuvieron a tiempo de fabricar al menos una bomba, pero afortunadamente sus peleas internas lo evitaron.
Fabrica de Agua pesada Vermork, en Rjukan, Telemark, Noruega
Pero los despropósitos no acaban aquí. No, aún no han terminado. El más grande de los errores fue decidir que se usaría agua pesada como moderador de la reacción nuclear en vez de grafito, material por el que se decantaron en el proyecto atómico estadounidense. Esa mala decisión fue debida a que los alemanes llevaron a cabo la reacción con grafito impuro y como era de esperar, el experimento resultó fallido. Los grandes físicos despreciaron al científico que seguía insistiendo en el grafito y optaron definitivamente por el agua pesada, que era mucho más difícil de producir. De hecho, en Europa, sólo la fábrica de Vemork en Noruega la producía, con la invasión nazi del país nórdico solucionaron el problema. Pero de nuevo, algo absolutamente inverosímil volvió a suceder. Para fabricar agua pesada habían tres métodos, el más caro costaba 2 marcos el gramo y el más barato 50 pfennigs, evidentemente la pureza no era la misma en un método que en los otros... ¿Cuál pensáis que eligieron? En efecto, el más barato. Con agua pesada del 93% de pureza, que es lo que compraron, es muy difícil llevar a cabo una reacción nuclear por lo que, aunque los británicos no hubieran hundido el famoso barco que transportaba el agua pesada y que tan bien se narra en la película "Los Héroes de Telemark", los alemanes hubieran tenido muy complicado llevar a buen término una reacción nuclear por muchos cubos de uranio que hubieran fabricado. Sólo quizás en Haigerloch hubieran tenido éxito y hubieran conseguido fabricar una bomba.
Farm Hall |
Lo más chocante de todo es que los alemanes, si hubieran aplicado la máxima de la Cábala judía: "Sólo con la unión de mentes brillantes con ideas diferentes pero exentas de ego y prejuicios, se es capaz de alcanzar sabiduría más allá de lo que la mente más brillante puede conseguir sólo por sí misma", hubieran tenido la bomba mucho antes que Estados Unidos y hubieran ganado fácilmente la guerra. Los propios científicos alemanes fueron conscientes de ello cuando, ya presos y retenidos tras la guerra en Farm Hall en Inglaterra con el fin de espiarlos y saber hasta donde habían llegado en las investigaciones atómicas, escucharon la noticia de Hiroshima, todos admitieron que si hubieran trabajado como un equipo lo hubieran logrado. El propio Heisenberg en las escuchas grabadas en su cárcel de oro parecía decepcionado, aunque no era partidario de los nazis, no hizo nada cuando se persiguió a sus colegas judíos y tras escuchar las conversaciones, no tengo duda de que si hubiera podido hubiera desarrollado la bomba atómica, no por ayudar a Hitler, eso no le importaba, si no por el ego de ser el primero en conseguir un reactor nuclear.