.comment-body { background: #FFFFFF; color: #000000; }

viernes, 26 de febrero de 2016

Las calaveras de cristal

Para los que desconozcáis de su existencia, sabed que las calaveras de cristal son de los objetos arqueológicos más controvertidos que existen en la actualidad. Y sí, son muy reales y auténticas, tan es así que dos de ellas están expuestas en el British Museum, en el Museo Etnográfico de París o en el Instituto Smithsoniano. Como cabría esperar la polémica sobre estos objetos reside en su antigüedad y origen. Estos enigmáticos objetos aparecen en una gran diversidad de formas y tamaños, desde cráneos muy pequeños hasta el más grande de tamaño natural (38 cm de altura y 14 Kg de peso. En cuanto a su composición, en efecto y como muchos habréis supuesto correctamente, estos objetos han sido analizados bajo la técnica del microscopio electrónico y se ha determinado que están hechos de Cristal de Roca proveniente de Brasil o Mozambique.
 

Calavera del British Museum
Según sus descubridores estos objetos tendrían un origen mesoamericano, que en un principio
parecería estar apoyado con el descubrimiento del lugar de procedencia del material en que fueron fabricadas: Brasil, pero no todo es tan sencillo, pues  en las leyendas precolombinas no aparece mención alguna  de objetos de esta naturaleza. De hecho los análisis científicos parecen indicar que fueron talladas por los artesanos alemanes de la ciudad de Idar-Oberstein a finales del XIX, pues eran famosos por sus objetos trabajados en cristal importado de Sudamérica. ¿Fin de la historia? Como os imaginaréis no todo es tan sencillo. La datación se ha realizado en función de la técnica de tallado, solo existente alrededor de 1850 y en el creciente interés por el arte precolombino en dicha época, que llevó a muchos a falsificar piezas arqueológicas. De hecho, así son mostradas estas calaveras en los museos que mencione con anterioridad... lo que me hace preguntar, si son falsas ¿Por qué no las retiran?
 
Sus descubridores afirman lo contrario a la ortodoxia, que su origen es precolombino. ¿Son entonces falsificadores y buscavidas quienes las hicieron conocidas al gran público? Averigüemos un poco más de estos personajes. El arqueólogo Michael E. Smith aseguró haber descubierto un pequeño cráneo de cristal en las excavaciones llevadas a cabo en el Valle de México D.C. La ciencia oficial nos indica que ese descubrimiento no tiene trazabilidad y rigor... ¿Smith estaba buscando notoriedad y financiación? ¿O estamos ante otro caso de desprestigiar y echar por tierra el descubrimiento de Oopart's incómodos que no encajan en el relato oficial de la historia y que tantas veces hemos visto, como ocurrió con el Hombre de Orce? Ninguna de las dos opciones me parece descabellada en vista de los acontecimientos pasados y presentes. Pero sigamos.
 

Eugène Boban
Uno de los grandes descubridores de calaveras de cristal fue Eugène Boban, uno de los principales comerciantes de arte precolombino. Él afirmaba que sus "hallazgos" eran auténticos, pero la existencia de un extenso mercado de falsificaciones de restos arqueológicos que movía gran cantidad de dinero, pone en entredicho sus descubrimientos y por tanto el origen de las calaveras. La más famosa de estas enigmáticas piezas es la descubierta en 1924 por Anna Le Guillon Mitchell-Hedges: El cráneo de cristal de Lubaantún, un yacimiento arqueológico en Belice. ¿Dónde está el problema? Que Anna no documentó el descubrimiento ni hay mención alguna a su presencia en las excavaciones ni registro alguno de que fuese hallado resto alguno de cristal. ¿Entonces son falsas? ¿Son piezas históricas del XIX? No es todo tan sencillo. Es cierto que en algunas de las calaveras se han encontrado, tras estudios minuciosos por instituciones de prestigio como el Smithsoniano, marcas de tallado de herramientas metálicas y de lijado mecánico por abrasión que podrían apuntar a que fueron realizadas en el siglo XIX... Pero en la década de 1970 el cráneo de Lubaantún fue inspeccionado por el restaurador independiente Frank Dorland quién no encontró en este cráneo en concreto marca de herramientas y que su tallado-pulido parecía haber sido logrado por abrasión por arena y que su antigüedad podría datar de unos 12.000 años. De nuevo la cifra mágica: El 10.000 a.c.
 
Calavera de cristal expuesta en
el Museo del Muelle Branley, París
Entonces, ¿son falsas? ¿Son auténticas? La verdad es que la falta de documentación sobre su origen para la mayoría de ellas pone muchas sombras sobre su autenticidad, aunque es cierto que el rigor científico no predominaba en las excavaciones de finales del XIX o principios del XX, pues se estaba más cerca de los saqueadores científicos que del actual método arqueológico. En cuanto su antigüedad no podemos afirmar nada, pues la datación del XIX está basada exclusivamente en que es en esa fecha cuando aparecieron las técnicas de corte que permitirían hacerlas... a excepción del cráneo de Lubaantún, que es la pieza que hace que ponga en tela de juicio la versión oficial. Aquí vosotros y con estos datos sois los que debéis decidir que pensar al respecto, yo os confieso que cambio de una postura a otra y no llego a decidirme si es una pieza relativamente moderna o es una obra de arte fabricada en la antigüedad por una civilización más avanzada de lo que creíamos.
 

Nanocristal de almacenamiento de datos 5D
Entorno a estas piezas también existen mitos, como por ejemplo que su temperatura es constante y entorno a los 21° C o que tienen propiedades especiales y extrañas. El propio Dorland, quién afirma su antigüedad de doce siglos afirma que no presentan propiedad especial alguna más allá de las que puede presentar el cuarzo, material del que están fabricadas. Otro de los mitos que se han creado alrededor es que existen 13 de estas las claveras de cristal y que actuarían como inmensos discos duros donde se guardarían todos los datos de una civilización perdida. Esto que podría parecer tan peregrino parece no serlo tanto tras un avance tecnológico que se ha hecho público esta semana y que ha motivado este artículo: La creación de un sistema de archivos de datos óptico 5D en un cristal nanoestructurado. La información se guardaría en cinco dimensiones mediante grabación laser y con propiedades increíbles,  estabilidad térmica de hasta 1.000 °C y una vida útil prácticamente ilimitada: Unos 13.800 millones de años a una temperatura de 190º...

En un cristal que no es mayor que el de una lentilla caben 360.000 Gigas de datos. ¿Os imagináis la información que puede caber en una calavera de cristal del tamaño de un cráneo humano? Toda la existente hoy en día. Sé que es fantasear y que es muy poco probable, por no decir descabellado, que dichos objetos sean un sistema de almacenamiento en cristal de una civilización perdida... ¡Pero soy escritor! Dejadme fantasear ante la idea de encontrar el padre de todos los griales e imaginar que maravillas nos contarían dichas calaveras de ser un verdadero oopart. Es muy poco probable que lo lleven a cabo, pero sería muy interesante, al menos para mí, realizar un estudio para conocer si las calaveras de cristal son en verdad un complejo disco duro, de ese modo las descartaríamos definitivamente como un misterio de la antigüedad o confirmaríamos todo lo contrario. Hasta entonces no nos quedará más remedio de quedarnos con la duda.

 
 
 

viernes, 19 de febrero de 2016

The Hum

Nadie duda ya de que este fenómeno llamado "The Hum" es muy real e inquietante al mismo tiempo, sea lo que sea. Lo sé por propia experiencia. Hay demasiadas evidencias, grabaciones en directo, testigos... para afirmar que no existe. En YouTube podéis encontrar miles de videos en los que se ha grabado. En este artículo quiero recopilar todo lo que se sabe de él para que valoréis y juzguéis por vosotros mismos.

Para empezar hemos de centrarnos en las evidencias que tenemos encima de la mesa. Este extraño sonido se ha escuchado a lo largo de todo el mundo, tanto en zonas de costa como en el interior de las plataformas continentales, en zonas rurales y en grandes ciudades. Algunos escuchan un sonido metálico, otros (como fue mi caso) algo más parecido a un derrumbe o movimiento de rocas-tierras enorme. Otras personas no son capaces de oír nada mientras que su vecino si lo percibe (algunos estudios indican que solo 1 de cada 50 personas es capaz de oírlo), por lo que hemos de deducir que se propaga por frecuencias en el límite del espectro audible (el rango de "The Hum" oscila entre 20 y 66Hz). Su duración en el tiempo es irregular, puede durar tan solo unos segundos, unos minutos o casi media hora como en mi caso. El sonido se puede escuchar en áreas muy concretas o en zonas que abarcan decenas de kilómetros cuadrados. Todo es muy incierto, lo sé, pero lo que sí sabemos es que existe pues los dispositivos electrónicos son capaces de grabarlo.


¿Pero qué es? Los más fantasiosos aseguran que en el interior de La Tierra existe una civilización y que "The Hum" es el resultado de las actividades de esos seres intra-terrestres. Es la vibración de  las gigantescas máquinas que hacen funcionar su mundo, es lo que afirman. El mito del inframundo no es tan novedoso como podáis pensar. Julio Verne ya fantaseaba con seres humanos viviendo en el interior de La Tierra en su famosa novela: Viaje al centro de La Tierra. Incluso hubo una corriente filosófica que apuntaba en este sentido y que el misticismo nazi adoptó como una de sus verdades: La teoría de La Tierra hueca en la que un Sol más pequeño que nuestro astro rey estaría insertado en el interior y que los nazis representarían como un Sol negro, su símbolo más sagrado. Curiosamente no les faltaría cierta razón, pues la gran bola incandescente que es nuestro núcleo terrestre no deja de tener cierta similitud aunque no sea una estrella. Himmler y las SS afirmaban que la entrada a esa tierra oculta se realizaría por ambos polos y que todo el planeta estaría conectado entre sí por gigantescos túneles excavados en su interior.
 
 

Como podéis entender no puedo compartir dichas teorías, pues las evidencias científicas (a diferencia de La Luna que plantea muchos y serios interrogantes) nos indican y han dejado con bastante certeza cuál es la morfología interior de nuestro plantea. No hay indicio alguno que sostenga mínimamente dichas teorías. Además, al contrario que con otros "casos" extraños como puedan ser los círculos de las cosechas, no hay nada en la literatura antigua o en las tradiciones humanas más ancestrales que apunte a que "The Hum" ya fuera escuchado por nuestros antepasados en tiempos remotos. Parece que sea un fenómeno moderno, de hecho solo existen informes al respecto a partir de fechas tan recientes como los años 50, lo que descartaría la existencia de dicha civilización tan avanzada pues debería estar ahí centenares de miles de años y "sus ruidos" escucharse desde el principio de la historia y no es el caso.

Pero la teoría de la conspiración no termina aquí, pues otros afirman que son debidos a un experimento militar norteamericano llamado HAARP o DARPA del que se conoce su ubicación (Alaska) pero no hay certeza de su uso. Para los que no lo conozcáis, esta instalación militar plagada de enormes antenas, oficialmente es usada por la marina y fuerza aérea americanas con el fin de investigar la ionosfera, pero muchos afirman que es un arma de control climático capaz de provocar terremotos o un sistema subsónico de comunicación para los submarinos nucleares. De nuevo pongo en cuarentena esta teoría, pues creo que el origen de "The Hum" es natural.

Una de las principales hipótesis que plantea la ciencia ortodoxa para explicarlo: Son las vibraciones producidas por el desplazamiento de las placas tectónicas que son ampliadas por el mar. En parte tiene sentido pues el tipo de sonido en efecto es como si las entrañas de La Tierra retumbaran o se retorcieran. Muchos testigos afirman que el suelo vibraba a pesar de que los sismógrafos locales no registrasen actividad alguna ni incluso micro-seísmos. Bien es cierto que yo escuche este fenómeno el 24 de este enero y el 25 hubo un terremoto en la costa de Alborán ¿Coincidencia? ¿Causa-efecto? No lo sé, pero esta hipótesis de nuevo no me encaja, primero por lo que ya he explicado, en la mayoría de casos no hay esa relación y no hay movimiento tectónico alguna antes o después de escucharse pues se producen en zonas muy lejanas a las de subducción de placas.
 
Entonces, ¿no hay explicación? - Querréis saber. La hay. Una hipótesis, he de decir que desde mi punto de vista es la más inquietante de todas y más certera, parece encajar con todos los parámetros que se observan. Además de explicar parte de los graves cambios climáticos que está sufriendo el planeta. Desde la agencia científica internacional Wosco se afirma que "The Hum" es debido a la creciente actividad solar, sería el sonido provocado por las tormentas solares al golpear el campo magnético protector terrestre: La magnetósfera, la cual estaría en la actualidad debilitada. La potente actividad solar actual estaría desgarrándola y la radiación (o viento solar), antaño amortiguada, estaría "colándose" en La Tierra provocando ese estruendo conocido como "The Hum".

Ese aumento de entrada de radiación solar estaría alterando el magma bajo nuestros pies, provocando en las zonas de subducción tectónica el aumento del número y potencia de los terremotos y la amplificación de las Resonancias Schumann (Ondas de sonido energéticas que se dan en la cavidad resonante de La Tierra. Esta hipótesis explicaría todos los aspectos de este misterio y por supuesto buena parte de las causas del más que evidente cambio climático, la peligrosidad creciente de los rayos de Sol, etc, etc. No hay pruebas concluyentes y por mi parte estoy tratando de averiguar si el 24 de enero alguna tormenta solar alcanzó nuestro planeta para tratar de arrojar algo más de luz. Si obtengo algún tipo de respuesta os lo comunicaré en un comentario de esta entrada.



viernes, 12 de febrero de 2016

Mi experiencia con "The Hum"

Esta semana quiero acercarme a este fenómeno conocido como The Hum (El zumbido). Como siempre lo primero es saber un poco más acerca de él, pues quizás muchos no conozcáis de qué se trata. Por la red está proliferando gran cantidad de grabaciones tomadas en diferentes ciudades de todo el planeta en las que se escucha un sonido extraño que lo envuelve todo. Lo más curioso es que los dispositivos electrónicos si son capaces de grabarlo pero no todas las personas tienen la capacidad de escucharlo. Los ruidos son muy diversos, yendo desde frecuencias graves (25Hz) hasta rangos agudos (20.000 Hz) y su consistencia es igual de diversa pues los testigos de dicho fenómeno lo describen como desde algo metálico o identificarlo con el chocar de rocas.
 
Nuestra tendencia natural es a pensar que los miles de videos sobre The Hum que existen en YouTube son ruidos normales de alguna fábrica u obra cercana al lugar de grabación o disponen de otra explicación natural. Pero la verdad es que las miles de evidencias, pruebas y muestras que se han recogido desde hace unas pocas décadas hasta hoy han hecho descartar a los científicos que sean errores auditivos o directamente una invención de los testigos. "El zumbido" es muy real y los científicos están muy desconcertados con el mismo. Personalmente puedo aseguraros que es real, pues el domingo 24 de Enero de este año, sobre las 11:00 de la mañana lo pude escuchar nítidamente y en verdad me hizo encoger el alma. Creo que os debo el relato de lo acontecido:
 
Por motivos de trabajo de mi mujer viajamos en esas fechas a Italia, en concreto nos encontrábamos en Pompeya. Por supuesto aprovechamos el viaje para hacer turismo y como no visitar las ruinas de la mítica ciudad romana. Si seguís este blog sabréis que la historia me apasiona y quienes me conocéis bien que adoro la cultura romana... Mi mujer y yo accedimos al recinto por la puerta principal, recorrimos el teatro y empezamos a perdernos por las mismas calles empedradas que casi 2.000 años antes estaban a punto de verse envueltas en un infierno. Os puedo asegurar que todo era normal, nos cruzábamos con turistas (no muchos, supongo que por ser temporada baja) y habían los ruidos normales de visitantes y grupos yendo de un lado a otro.
 
Tras un poco más de media hora desembocamos en la gigantesca plaza del foro. Allí es donde empezamos a escuchar de repente The Hum. Tal y como lo recuerdo el sonido era como el de grandes volquetes descargando de golpe una pesada carga de roca mezclado con un extraño sonido que lo identifico como el retorcer de algo metálico, como si se estuviera trenzando uno de los gigantescos cables de acero del Golden Gate. En un principio no le hice caso y seguí tomando fotos, paseando y admirando los restos increíbles que me rodeaban. De hecho los asimilaba a que estaban haciendo obras o excavaciones dentro del recinto y ni si lo comenté a Ana (mi mujer).
 
Pero The Hum persistió, aunque he de confesar que en un principio no lo asocié a este fenómeno. Pero sigo con el relato: Tras más de cinco minutos escuchándolo lo comenté con mi esposa, quién de hecho también lo oía. Ambos algo alarmados, pues al fondo el majestuoso Vesubio presidía el lugar, miramos a nuestro alrededor. En la explanada habríamos unas 200 personas y nadie parecía preocupado, todos seguían con su visita. Estarán haciendo obras - recuerdo que comenté. ¿En domingo? Lo dudo... - fue la respuesta de Ana, la cual hizo que me volviera la inquietud. Mi mujer, con un oído excepcional pues es cantante de ópera, descartó desde un principio que aquello fuera  algo normal o cotidiano y su cara reflejaba que estaba profundamente preocupada. Para mí, el sonido era tan absolutamente inquietante que necesitaba encontrarle una explicación lógica e incluso pensé que el parque arqueológico había montado altavoces en algún lugar para recrear el rugir del volcán aquel fatídico 24 de agosto del año 79 d.c. De tal envergadura era el sonido.
 
Me desconcertaba que en efecto, solo unas pocas personas parecían estar extrañadas por el sonido, la gran mayoría no parecía preocuparles o interesarles lo más mínimo lo cual no llegaba a comprender pues creedme que no era en absoluto un ruido menor, leve o un susurro. Más bien parecían las obras de construcción del metro. En verdad os digo que llegue incluso a pensar que estaba sufriendo una ilusión auditiva, lo cual no tenía ningún sentido pues mi mujer lo escuchaba tan nítidamente como yo. Algunos podéis pensar que quizás soplara mucho viento, como lo hace estos días en mi ciudad: Valencia. Os aseguro que no, el día era espléndido y el aire estaba en absoluta calma.
 
Seguimos paseando con esa cada vez más inquietante "música" de fondo. Incluso paramos a una guía oficial de las excavaciones, a la cual le preguntamos nuestras dudas. La mujer tenía en el rostro la misma cara de alarma que nosotros, pues desconocía por completo el origen de dicho sonido. Tal y como la lógica de mi mujer había adelantado no habían obras de esa envergadura y nadie trabajaba en domingo y por supuesto no habían altavoces. En un principio nos tranquilizó respecto al Vesubio: La tierra no ha temblado y en el pueblo hay sirenas de alarma en caso de que despierte para evacuar de inmediato a todo el mundo. Pero sus palabras no la tranquilizaban ni a ella ni a nosotros. Gracias a Dios a los cinco minutos de hablar con ella el desagradable sonido terminó tan de repente como había llegado.
 
No fue hasta regresar a casa, días después, al escuchar la noticia del terremoto de Melilla y que se había vuelto a escuchar The Hum, cuando asociamos a este fenómeno el sonido que impregnó nuestra visita a Pompeya. Quienes os hayáis interesado en este misterio sabréis que la teoría científica más extendida que trata de darle explicación nos dice que es "el quejido" de La Tierra al moverse las placas tectónicas. ¿Pero es realmente así? Esto merece un artículo más, ¿no creéis? Eso será la semana que viene.
 
Pero no quiero acabar hoy aquí, pues lo más curioso de todo es que las experiencias extrañas no terminaron ahí. Medio en broma, medio en serio, al estar sentado en la ventanilla junto al ala derecha en el vuelo de regreso Roma-Valencia con salida a las 21:00 y llegada a las 23:00 (noche cerrada), pedí ver algún tipo de OVNI. Y no sé qué es lo que vi ni que es lo que pensaréis, pero creo que debo ser sincero y que juzguéis vosotros:
 
Todo ocurrió cuando hacía cinco minutos que las luces de Palma de Mallorca se habían dejado de ver allá abajo. Sé que era la capital mallorquina porque la bahía de Palma estaba iluminada como un árbol de navidad y la silueta de la ciudad era inconfundible. Además debía ser Palma pues aterrizamos tan solo media hora después en el aeropuerto de Manises y la ciudad era demasiado grande para ser Sant Antoni en Ibiza, amén de que nos acercamos a Valencia desde el norte y no desde el sur. Personalmente mirar por la ventanilla me tranquiliza cuando he de volar, y fue entonces cuando en diagonal y mirando hacia el frente en el horizonte vi una extraña formación de luces. Es cierto que me parecieron en principio las típicas luces de posición de vuelo de los aviones comerciales pero casi de inmediato me llamó la atención la cantidad, disposición y potencia de las mismas.
 
No me preguntéis a que distancia estaban, pues no sabría calcularla, solo sé que se veían como puede ver un viandante las de los aviones que sobrevuelan la ciudad antes de empezar su maniobra de descenso para aterrizar y no como cuando pasan a gran altura en busca de un destino más lejano. Si puedo afirmar que estaban a un poco más de altitud que nuestro avión pues tenía que levantar un poco la cabeza... Y no, no eran luces en tierra o sobre el mar con total seguridad.

De lo que si estoy seguro es que eran cinco, todas ellas se encontraban a la misma altura y equidistantes en espacio unas de otras formando una línea recta perfecta. O al menos así me lo pareció. Parecían ir en formación, como una caravana de coches. Los que me conocéis sabéis que me encanta pasear a mi galgo por la noche y mirar las pocas estrellas que la contaminación lumínica deja ver, con lo que veo pasar todos los días muchos aviones sobre Valencia y nunca he visto una disposición de luces como esa.

Su parpadeo era hipnótico y no me pareció que siguieran pauta alguna o que tuvieran un ritmo constante como las luces de posición de los aviones. De hecho me pareció que destellaban más rápido de lo habitual. La verdad es que si lo he de comparar con algo, la imagen me recordaba a la escena final de "Encuentros en la tercera fase" y con ello no pretendo insinuar nada. Las vi durante cinco minutos, eran de color rojo y blanco como cabría esperar en un avión. Mirando hipnotizado su parpadeo aleatorio de repente algo rompió la pauta. A los pocos minutos de estar viéndolas tres puntos blancos destellaron solo dos veces y al unísono formando un triángulo. Las otras cinco luces rojas las seguí viendo unos cuantos minutos más, pero las blancas que serían la mitad en tamaño respecto a las otras, solo las observé esas dos veces.

Como podéis comprender me quede perplejo. En un momento dado el avión dio un pequeño giro y deje de verlas. Que eran no lo sé. Las luces se veían muy cerca y a la misma altitud, desconozco si eso es posible en las rutas aéreas comerciales. ¿Podrían ser 5 aviones en línea esperando permiso de aterrizaje? ¿Una flotilla militar? Sí, es lo más probable pero si alguien me puede confirmar los vuelos que aterrizaron ese 24 de enero a esa hora en Ibiza o Mallorca se lo agradecería y me sacaría de dudas.
 
 
 

viernes, 5 de febrero de 2016

El misterio del pueblo Dogón

Muchos es probable que desconozcáis la existencia de esta etnia africana que vive principalmente en Mali. Los dogones, al igual que la mayoría de las religiones del mundo actuales y pasadas, hablan de que los Dioses descendieron del cielo y procrearon con las mujeres de La Tierra dando lugar a la actual estirpe humana. Es curioso como esta visión de la creación es abrumadoramente mayoritaria en los cinco continentes, desde Perú a Estados Unidos, desde Mali a Egipto o desde China a la India. Es cierto que cada una tiene sus peculiaridades, en el caso que nos ocupa ellos creen que sus Dioses provienen de Sirio, la estrella más brillante del firmamento, pero todas coinciden en lo mismo: descendieron de los cielos. No es objeto de este artículo debatir la naturaleza de esos seres divinos descendidos, pero creo que es importante que nos pongamos en situación y pararnos a reflexionar sobre el porqué en el 90% de las religiones las entidades a las que veneran provienen de las estrellas y no del mar, los volcanes, del interior de nuestro planeta, de las nubes o incluso de la propia Luna tan visible y evidente en nuestro firmamento. Pero eso será objeto de otro artículo.
 
¿Qué tienen de especial los dogones para que los menciones? - Os preguntaréis. Lo que los hace especiales es su particular visión de la cosmología y del lugar exacto de procedencia de esos seres que afirman que los visitaron en el pasado. Ellos no creen en seres etéreos, si no al igual que los egipcios, sus divinidades son de carne y hueso. Sus tradiciones afirman que descendieron en una enorme nave y que al ser seres anfibios habrían creado el lago sagrado que veneran y alrededor del cual se creó la cultura dogón. Esos seres a los que llaman Nommo les habrían explicado que provenían del sistema de estrellas de Sirio, en concreto de Sirio C. En este punto hemos de aclarar cómo llega hasta nosotros dicho sistema de creencias.
 
Imagen del hogón (chamán) Ogotemeli.
Los antropólogos Marcel Griaule y Germaine Dieterlen visitaron a esta tribu en numerosas ocasiones entre 1931 y 1956. Según sus conversaciones con el chamán de la tribu, llamado Ogotemeli, éste les habría revelado que los Nommo les habían enseñado como era la conformación de su sistema solar: Sirio (Sigi Tolo en su lengua) acompañada de dos compañeras: Pō Tolo (la estrella Digitaria) y Ęmmę Ya Tolo (la estrella femenina del Sorgo), es decir Sirio B y Sirio C. ¿Y dónde está el misterio? Querréis saber, bien, que ni Sirio B ni Sirio C son visibles al ojo humano. ¿Cómo sabían entonces los dogones de su existencia? Según los escépticos, un jesuita visitó a la tribu africana antes que Marcel/Germaine y les habría proporcionado la configuración de la constelación influenciando en su religión por el proceso conocido como asimilación cultural.
 
Es cierto que ya se sospechaba de la existencia de Sirio B en 1844 gracias a los cálculos matemáticos de Friedrich Bessel y a pesar de que el flujo de la información en el siglo XIX distase mucho de ser el actual, de algún modo dicho misionero conociese esos trabajos astronómicos. Al comprobar que los dogones tenían sus creencias alrededor de Sirio A, pues sus ceremonias más sagradas se producen cada 50 años coincidiendo con un ciclo completo de la estrella, es fácil de imaginar que el jesuita escuchando las tradiciones las ampliase con sus conocimientos y que el chamán las incorporase a la cultura dogón. Las inexactitudes de la cosmogonía de esta tribu, coincidentes con las carencias de la astronomía de los años 30 del siglo XX, parecen apuntar que esta idea no es tan descabellada. ¿Ya está? ¿No hay nada más? Os habréis sorprendido. No, como podréis imaginaros, todo no es tan fácil.

Las ropas ceremoniales y las máscaras que usan los dogones llevan a las mentes más imaginativas a ver reproducciones de trajes espaciales. Si os he de ser sincero, para mí es mucho imaginar. Es cierto que todo es rocambolesco, ¿tenían conocimiento de Sirio B y sin embargo sus tradiciones hablan solo de 4 satélites para Júpiter (los que conocía Galileo) cuando sabemos que son 63? Es difícil de imaginar que si una civilización extraterrestre contacto con ellos les diese una información tan compleja como el sistema triple de Sirio y les diese mal el número de lunas del gigante gaseoso. Todo nos indicaría que efectivamente su cultura, centrada en la estrella Sirio A, fue contaminada por información externa incompleta y de claro origen terrestre: Sus sorprendentes conocimientos cosmogónicos son casi exactos a los existentes en occidente a principios del siglo XX, incluidas sus lagunas científicas. La teoría del jesuita parece confirmarse.

Algunos conoceréis que los dogones parecen disponer de una serie de esquemas de la órbita de Sirio que se asemeja casi de forma exacta a lo que la astronomía oficial ha confirmado. Dicho esquema se encontraría dibujado sobre una laja de piedra:


 


Pero nadie sabe decir cuando fue grabada ni por supuesto su antigüedad, por lo que de nuevo no podemos descartar que haya sido contaminación cultural por las visitas europeas.

Supuesto esquema dogón
de Sirio C y su satélite.
Además, los dogones nos hablan de que Sirio B, “Po Tolo”, es muy pequeña pero muy pesada y de un material más brillante que el hierro al que llaman “Sagala”… Ya en 1905 se había calculado la masa de Sirio B, que en efecto desconcertó a los astrónomos, pero en 1917 ya se conocía la existencia de las enanas blancas...  Tampoco encaja en sus leyendas la existencia de Sirio C, "Emme Ya", de la que afirmaban que era 4 veces mayor que "Po Tolo" aunque más ligera, con una órbita exterior y un pequeño satélite denominado "Nyan Tolo" (la estrella de las mujeres) y que sería el lugar de origen de sus dioses Nommo... Es cierto que se ha especulado sobre su existencia desde 1894, pero en 2011 concluyó un profundo estudio sobre el sistema doble de Sirio  desde el Observatorio Mauna Kea de Hawai y se determinó casi con absoluta certeza que no existía ninguna tercera estrella y menos aún un exo-planeta, el cual también se ha tratado de encontrar.

Por lo tanto, en este caso habría que descartar, hasta nuevas pruebas, que exista misterio alguno en el pueblo Dogón. Igual algunos estéis decepcionados, pero es importante revisar con ojo crítico a ambos lados de lo que se llama "misterio", ¿no creéis? Pero para los amantes del misterio siempre les quedará la esperanza de que Sirio C sea por fin descubierta, de serlo se demostraría que alguna civilización muy avanzada contacto en tiempos remotos con los habitantes de África occidental. Hasta entonces y por rocambolesca que sea, lo más racional es la visita de un jesuita amante de la astronomía.