Todos hemos leído en infinidad de novelas o visto en innumerables films en la gran pantalla, que el futuro de la humanidad que se nos describe es bastante tétrico. Ray Bradbury nos hizo temblar con su novela Fahrenheit 451, donde un gobierno de corte fascista sometía al pueblo a base de ignorancia. Quién no recuerda el mundo post-apocalíptico de Mad Max o esa civilización completamente decadente ya mítica de Blade Runner donde la Tyrell Corporation y sus replicantes gobiernan el mundo. Ya más recientemente la cosa no mejora con esa sociedad donde las élites controlan el mundo desde su "castillo" fortificado en Los Juegos del Hambre o en la serie canadiense Dark Matter en la que nuestro destino tampoco es demasiado halagüeño pues unas cuantas corporaciones empresariales lo controlan absolutamente todo y luchan entre sí, esta vez no por La Tierra, sino por la galaxia entera.
Creo que a nadie se le puede escapar ya, que los estado-nación, a excepción de los más poderosos como pueden ser Estados Unidos, China o Rusia... están desapareciendo a pasos agigantados. Los gobiernos nacionales no gobiernan, su independencia respecto a los poderes económicos es casi nula, solo hay que ver los vergonzosos besamanos a esas entelequias llamadas Agencias de Calificación o las claudicaciones respecto a los grandes fondos de inversión. Es cierto que siempre ha habido grupos de presión desde que el mundo es mundo y que la mayoría de guerras se han producido motivadas por el mayor de los reclamos: hacer dinero. Pero no es de eso de lo que os hablo.
Hasta hace poco el poder político, el económico o el perioddístico estaban relacionados entre sí en mayor o menor medida pero gozaban de cierta autonomía entre sí, hoy con la globalización vemos como esas fronteras se van difuminando, de forma alarmante, al menos a mi juicio. Hay muchos dirigentes a los que veréis envolverse en banderas e himnos pero la verdad es que los llamados intereses nacionales importan bien poco. El concepto de nación de antaño ha muerto aunque se siga usando su nombre en vano. La globalización lo ha matado. Hoy vemos que todo es un tutto revolutum, los banqueros son los accionístas de las multinacionales, de las eléctricas, de los periódicos, los dueños de estas corporaciones tienen a su vez participación de esos mismos bancos, vemos a los políticos de todo color y pelaje salir de la función pública para entrar de inmediato en grandes holdings empresariales, a las que, curiosamente, se les permite trabajar en paraísos fiscales, no pagar los impuestos que les corresponde y para las que se crea una legislación a medida sin importar el interés del país. Las banderas se han sustituido por imágenes de billetes de 500 euros su correspondiente billete de dólar y los himnos por el hipnótico soniquete de las monedas cayendo a la bandeja metálica de una máquina tragaperras.
Otro de los aspectos que me lleva a pensar que nos tratan de llevar a un mundo donde quien realmente gobernará serán las grandes corporaciones bajo una carcasa de cartón piedra llamada democracia, es ver cómo las líneas de negocio se difuminan cada vez más. Hasta ahora habíamos asistido a la fusión de empresas del mismo ramo. Sí, haciendo conglomerados enormes como pueden ser las multinacionales automovilísticas, las bancarias que todos conocemos, las empresas textiles... Es cierto que esas compañías han ejercido un poder enorme, solo hay que ver el ejemplo de Volkswagen sobre el todopoderoso gobierno alemán el cual al parecer, "no se enteraba" de que la compañía estaba defraudando a todo el mundo con las emisiones de CO2 de sus coches. Es cierto que estas empresas han usado las amenazas de abandonar un país para obtener beneficios fiscales muy por encima del resto de "los mortales", ya que su marcha supondría para el gobierno de turno una pérdida de miles de votos proporcional a la de puestos de trabajo. Amén de los fondos de campaña y retiros dorados en consejos de administración. Ya me entendéis.
Pero de unos pocos años aquí se está dando una nueva vuelta de tuerca preocupante. Siguiendo los pasos de los japoneses, pioneros en tener empresas que fabrican de todo como Mitsubishi, que igual te fabrica un carro de combate que te vende una lavadora, las multinacionales están acaparando los productos básicos para la vida. Hace unas semanas os comenté como se están haciendo con los principales manantiales de agua mineral con el consentimiento de los gobiernos, la semana pasada se produjo otro de estos hechos que no acaparan titulares aunque deberían hacerlo: Bayer compra Monsanto por 60.000 millones de euros. Todos conocemos a Bayer por ser uno de los gigantes farmacéuticos, pocos sabréis ya que Bayer es de esas compañías que fabrican de todo, de hecho es el principal productor de pesticidas a nivel mundial y uno de los principales investigadores en material veterinario ganadero. La cifra es mareante... en un principio sí, pero en verdad es una ganga. La comida, al igual que el agua, es uno de esos bienes que no tienen precio por ser indispensables para la vida, controlarlos no tiene precio.
Tenéis que tener en cuenta que Monsanto es el líder absoluto mundial en la producción de semillas, cualquier agricultor de una forma u otra ha de comprarles si quiere cultivar, también controla los transgénicos y la patente que hubiera podido acabar con ellos ¿Entendéis? Ahora Bayer controlará la producción agrícola, los pesticidas que permiten que los cultivos crezcan, los medicamentos que curan el ganado y por supuesto buena parte de los productos farmacéuticos que tratan nuestras enfermedades. ¿Quién va a atreverse a "toser" a semejante monstruo? Si quisieran podrían matar de hambre o arruinar a un país entero con el simple acto de no venderles semillas para el cultivo. No, tal y como vamos, con la mediocridad tan patente que existe en la política a nivel mundial, con la desaparición del concepto de estado con la globalización y el auge del poder y control sobre todas las cosas de las multinacionales, la balanza del poder se está inclinando a favor de estos colosos empresariales que ya son mini-países transnacionales. El capitalismo ha muerto y está siendo sustituido por el sistema oligopolista.
Entonces, ¿crees que ese será nuestro futuro? Quizás querréis saber mi opinión. Pues he de deciros que a pesar de que en efecto ese es el camino que estamos recorriendo, creo que al final del mismo solo hay un enorme barranco. Todos estamos viendo como los populismos de todo tipo surgen por doquier, como el descrédito de la clase política dirigente crece día a día a pasos de gigante y como ya muchos expertos económicos están vaticinado la llegada de una crisis económica y financiera que dejará la de 2008 como una mera molestia. En Dark Matter las compañías tienen toda la galaxia para explotar y expandir su imperio, La Tierra es más bien pequeña y los recursos son muy limitados. Dudo que veamos la sociedad de la corporaciones, pues creo que el sistema colapsará mucho antes, son gigantes que han establecido enormes castillos en un terreno arenoso. Imperios más grandes han caído. Ya sabéis que pienso que estamos en una época de cambio, el que vendrá no lo sé, pero soy optimista al respecto.
Hasta hace poco el poder político, el económico o el perioddístico estaban relacionados entre sí en mayor o menor medida pero gozaban de cierta autonomía entre sí, hoy con la globalización vemos como esas fronteras se van difuminando, de forma alarmante, al menos a mi juicio. Hay muchos dirigentes a los que veréis envolverse en banderas e himnos pero la verdad es que los llamados intereses nacionales importan bien poco. El concepto de nación de antaño ha muerto aunque se siga usando su nombre en vano. La globalización lo ha matado. Hoy vemos que todo es un tutto revolutum, los banqueros son los accionístas de las multinacionales, de las eléctricas, de los periódicos, los dueños de estas corporaciones tienen a su vez participación de esos mismos bancos, vemos a los políticos de todo color y pelaje salir de la función pública para entrar de inmediato en grandes holdings empresariales, a las que, curiosamente, se les permite trabajar en paraísos fiscales, no pagar los impuestos que les corresponde y para las que se crea una legislación a medida sin importar el interés del país. Las banderas se han sustituido por imágenes de billetes de 500 euros su correspondiente billete de dólar y los himnos por el hipnótico soniquete de las monedas cayendo a la bandeja metálica de una máquina tragaperras.
Otro de los aspectos que me lleva a pensar que nos tratan de llevar a un mundo donde quien realmente gobernará serán las grandes corporaciones bajo una carcasa de cartón piedra llamada democracia, es ver cómo las líneas de negocio se difuminan cada vez más. Hasta ahora habíamos asistido a la fusión de empresas del mismo ramo. Sí, haciendo conglomerados enormes como pueden ser las multinacionales automovilísticas, las bancarias que todos conocemos, las empresas textiles... Es cierto que esas compañías han ejercido un poder enorme, solo hay que ver el ejemplo de Volkswagen sobre el todopoderoso gobierno alemán el cual al parecer, "no se enteraba" de que la compañía estaba defraudando a todo el mundo con las emisiones de CO2 de sus coches. Es cierto que estas empresas han usado las amenazas de abandonar un país para obtener beneficios fiscales muy por encima del resto de "los mortales", ya que su marcha supondría para el gobierno de turno una pérdida de miles de votos proporcional a la de puestos de trabajo. Amén de los fondos de campaña y retiros dorados en consejos de administración. Ya me entendéis.
Pero de unos pocos años aquí se está dando una nueva vuelta de tuerca preocupante. Siguiendo los pasos de los japoneses, pioneros en tener empresas que fabrican de todo como Mitsubishi, que igual te fabrica un carro de combate que te vende una lavadora, las multinacionales están acaparando los productos básicos para la vida. Hace unas semanas os comenté como se están haciendo con los principales manantiales de agua mineral con el consentimiento de los gobiernos, la semana pasada se produjo otro de estos hechos que no acaparan titulares aunque deberían hacerlo: Bayer compra Monsanto por 60.000 millones de euros. Todos conocemos a Bayer por ser uno de los gigantes farmacéuticos, pocos sabréis ya que Bayer es de esas compañías que fabrican de todo, de hecho es el principal productor de pesticidas a nivel mundial y uno de los principales investigadores en material veterinario ganadero. La cifra es mareante... en un principio sí, pero en verdad es una ganga. La comida, al igual que el agua, es uno de esos bienes que no tienen precio por ser indispensables para la vida, controlarlos no tiene precio.
Tenéis que tener en cuenta que Monsanto es el líder absoluto mundial en la producción de semillas, cualquier agricultor de una forma u otra ha de comprarles si quiere cultivar, también controla los transgénicos y la patente que hubiera podido acabar con ellos ¿Entendéis? Ahora Bayer controlará la producción agrícola, los pesticidas que permiten que los cultivos crezcan, los medicamentos que curan el ganado y por supuesto buena parte de los productos farmacéuticos que tratan nuestras enfermedades. ¿Quién va a atreverse a "toser" a semejante monstruo? Si quisieran podrían matar de hambre o arruinar a un país entero con el simple acto de no venderles semillas para el cultivo. No, tal y como vamos, con la mediocridad tan patente que existe en la política a nivel mundial, con la desaparición del concepto de estado con la globalización y el auge del poder y control sobre todas las cosas de las multinacionales, la balanza del poder se está inclinando a favor de estos colosos empresariales que ya son mini-países transnacionales. El capitalismo ha muerto y está siendo sustituido por el sistema oligopolista.
Entonces, ¿crees que ese será nuestro futuro? Quizás querréis saber mi opinión. Pues he de deciros que a pesar de que en efecto ese es el camino que estamos recorriendo, creo que al final del mismo solo hay un enorme barranco. Todos estamos viendo como los populismos de todo tipo surgen por doquier, como el descrédito de la clase política dirigente crece día a día a pasos de gigante y como ya muchos expertos económicos están vaticinado la llegada de una crisis económica y financiera que dejará la de 2008 como una mera molestia. En Dark Matter las compañías tienen toda la galaxia para explotar y expandir su imperio, La Tierra es más bien pequeña y los recursos son muy limitados. Dudo que veamos la sociedad de la corporaciones, pues creo que el sistema colapsará mucho antes, son gigantes que han establecido enormes castillos en un terreno arenoso. Imperios más grandes han caído. Ya sabéis que pienso que estamos en una época de cambio, el que vendrá no lo sé, pero soy optimista al respecto.