.comment-body { background: #FFFFFF; color: #000000; }

sábado, 28 de marzo de 2015

Restos imposibles



Como ya os adelanté en el artículo anterior, esta semana hablaremos de restos arqueológicos increíbles, imposibles y realmente muy incómodos para la ciencia dogmática. No os hablaré de supercherías o restos de dudosa procedencia, si no de restos de autenticidad contrastada, analizados de forma científica por instituciones de prestigio y que incluso algunos de ellos están expuestos. Son hallazgos silenciados porque cuestionan la raíz del conocimiento científico actual, que destrozan por completo las teorías de la evolución humana y que reescriben nuestra historia como especie. ¿Por qué se silencian? Hay una razón de peso fundamental: si se admiten habría que tirar a la basura la teoría de la evolución tal y como se concibe hoy en día, el axioma sobre el cual se ha desarrollado toda la ciencia, el mayor de sus pilares.
En este punto no puedo ser cobarde y no dar mi punto de vista al respecto por muchas burlas, incomprensión y desprecios que pueda recibir por ello. Analizando los hechos y con los conocimientos que mi formación científica me han proporcionado y el no menos importante sentido común, no puedo si no que rechazar de plano la teoría de la evolución tal y como está planteada. Sin duda existe evolución, es un hecho evidente, lo que tras años de reflexión descarto por completo es la idea de que una especie evolucione hacia otra, para que me entendáis: que los peces se conviertan en reptiles o un humano se convierta en un escarabajo por muchos millones de años que pasen. Eso para mí no tiene sentido alguno desde un punto de vista racional y científico. Creo en la evolución de la especie no en la evolución entre especies, la cual no es posible si se analizan los conocimientos científicos de los que disponemos sin dogmatismos, sin intervención inteligente. Los restos de los que os hablaré apuntan en esta dirección respecto a los humanos, evidencias de no evolución entre especies hay a centenares, sí, como leéis, pero de ello hablaremos la semana que viene, hoy os expondré las pruebas.
La calavera de Freiberg
Este resto humano fue hallado en 1842 en una explotación minera cerca de la ciudad alemana de Freiberg. Los operarios se quedaron extrañados al encontrar dichos restos en el lignito que excavaban. Es importante recalcar que la calavera no estaba depositada sino incrustada en la roca, por lo que debió estar depositada allí antes de su formación, la cual se calcula entre... ¡15 y 50 millones de años! Por desgracia los restos están muy deteriorados y no se ha podido extraer ADN, aunque admitiésemos que no se trata de un humano propiamente dicho, sino de un homínido hemos de entender que los restos más antiguos datan de tan solo unos 2 millones de años. Toda la cronología queda destrozada y si se tratase de un resto humano fulminaría por completo la teoría evolutiva del ancestro común con el mono. La calavera está actualmente conservada en el museo de la Academia Minera de Freiberg. Este resto, junto con otros Ooparts (Objetos fuera de lugar y del tiempo) de los cuales hablaremos y también encontrados en el interior de  minas, dinamitan todo lo que sabemos de nuestra historia.


Los cráneos de Paracas

Pocos habréis oído hablar de estos restos arqueológicos  que constan de 35 cráneos y que en la actualidad se encuentran expuestos en el Museo de Historia de Paracas, Perú. Los restos se asocian a la denominada cultura de Paracas, una civilización precolombina avanzada situada al sur del país andino y descubierta por el arqueólogo Julio C. Tello, quien en 1920 descubrió un cementerio que albergaba 300 de estas extrañas calaveras alargadas de unos 3.000 años de antigüedad.

En principio no tendríamos por qué extrañarnos por su deformidad. Todos conocemos los rituales que la realeza de las civilizaciones precolombinas americanas, realizaban el alargamiento craneal como modo de distinguirse del resto de su pueblo, erigiéndose así como las élites predominantes, al parecerse a lo que ellos entendían que era la fisonomía de sus Dioses.

Pero los problemas surgieron al realizar los primeros análisis oseométricos a estos cráneos cuya autenticidad es incuestionable. Una deformación por compresión con vendas, aunque se realice a un bebe, no altera en modo alguno sus características: Peso, volumen, densidad... Estos restos sin embargo, presentaban alteraciones de difícil explicación y encaje en un Sapiens-Sapiens. Por ejemplo, su capacidad craneal es un 25% superior y su peso un 60% superior a los de un cráneo "convencional". Ninguna deformación intencionada provocaría semejantes cambios.

Quizás sea una enfermedad extraña, una especie de hidrocefalia - me podréis argumentar algunos con mucho sentido, es lo primero que yo mismo pensé. Pero las "rarezas" de estos restos no terminan aquí. Todos hemos visto una calavera humana, ya sea real, de muestra, en fotos, en películas o series... aparte de su forma, lo más característico de nuestro cráneo es que en verdad son 6 huesos: el frontal, el occipital, dos parietales y dos temporales, todos definidos y separados por unas uniones muy marcadas denominadas suturas craneales. En este punto es importante recalcar que cualquier cráneo humano, de cualquier época tiene esta composición, siempre. Bien, en los cráneos de Paracas solo existe un hueso parietal, no dos. Pero una imagen vale más que mil palabras ¿no?



















Es curioso como nadie les hizo caso a estos maravillosos restos. Con demasiada facilidad a lo que no encaja se lo desprecia y aparta para que no molesten, no sea que unos insignificantes restos nos bajen de nuestro pedestal fabricado de arrogancia y orgullo de ya conocerlo todo sobre nuestros orígenes. En verdad no conocemos nada.

Hasta 2014 nadie se planteó el poder realizar una prueba de ADN de estos restos, pero por fin, Juan Navarro, director del museo de Paracas, accedió. Se tomaron muestras de piel, pelo y dientes de los cadáveres y se enviaron a Estados Unidos para su estudio genético anónimo. Los primeros resultados, dados a conocer por el subdirector del museo: Brien Foerster,  parecen demostrar que en el ADN Mitocondrial existen una serie de mutaciones desconocidas en la actualidad en cualquier humano, primate o animal conocido insertado en la mayor base de datos genética: GenBank. No se parecen a nada de lo que actualmente conocemos.

Como sabéis, secuenciar el código genético completo de un ser vivo lleva años de trabajo. Los primeros resultados aún no son concluyentes pero si muy significativos, el hombre de Paracas pertenece con toda seguridad a una especie humana muy diferente a la Sapiens, Neandertal o Denisoviana. Y lo más increíble de todo es que no son los únicos restos que demuestran que existieron diversas especies humanas.



Star child

Antes de que las calaveras de Paracas saltaran a la fama, al menos en el mundo de la conspiración, existía una calavera que ha sido aún más controvertida si cabe. Se la conoce como "Star child" (el niño de las estrellas) y de sus restos solo se conserva el cráneo. La morfología de este resto es muy diferente a los de Paracas, aunque ambos casos comparten un hecho en común: el ostracismo al que fueron sometidos.

Al Star Child, descubierto en los años 30 en México junto a un esqueleto femenino sin anomalía alguna, se le asigna una antigüedad de unos 900 años. A pesar de su evidente diferencia morfológica, la composición del cráneo, al contrario que los de Paracas, era compatible con la de un ser humano. Es cierto que deforme pero al fin y al cabo humano. O eso es lo que parecía en un principio...

Los estudios rigurosos sobre este inusual resto óseo se iniciaron en 1999 y se hicieron públicos en el denominado Star Child Project, donde tenéis acceso a todas las pruebas realizadas: desde las imágenes de rayos X, las pruebas morfológicas o los resultados parciales del estudio genético, todas ellas avaladas por científicos y laboratorios de primer orden como la British Columbia University of Canada. Los estudios demostraron que esos restos eran inusuales. Una vez más su capacidad craneal era superior a la nuestra, al igual que el grosor y densidad ósea...

Lo que más impactó a los científicos en esos estudios preliminares,  fue el descubrimiento de la existencia de unas hebras o filamentos que recorrían el interior de los huesos y que parecían ser las responsables de su extraordinaria resistencia y dureza, desconocidas en un cráneo humano. Pero el gran terremoto llegó con los primeros resultados del ADN.

Se logró secuenciar uno de los genes: el FOXP2, el cual es exactamente idéntico (no difiriendo en ninguna posición de la cadena de ADN) para todos los humanos y gorilas, con quienes compartimos el mismo gen. Los chimpancés también disponen del FOXP2, pero en su caso con una diferencia de una base en la secuencia genética, bien, el Star Child arrojó 56 diferencias... el resto del estudio del ADN arrojó el mismo resultado: Desconocido. Star Child dispone de ADN que en parte se parece al humano actual y en parte es completamente diferente al de cualquier otra especie registrada en la enorme base de datos GenBank.

En ambos casos los teóricos de la conspiración y amantes de lo oculto, afirman que estos restos son la prueba palpable de la hibridación con alienígenas. Yo no me atrevo a ir tan lejos, aunque a estas alturas no me atrevería a poner la mano en el fuego... Sin duda podemos afirmar que tanto el hombre de Paracas como el Star Child son dos nuevas especies humanas que a diferencia de los Neandertales, el hombre de flores y los denisovianos, convivieron con nosotros durante la historia de la humanidad y no en la prehistoria.

Bien, dos especies más, ¿y qué? - diréis los que descartéis el origen extraterrestre. Es sencillo, estos descubrimientos ponen en jaque a la teoría de la evolución. Debéis saber que la evolución se basa, según Darwin, en el cambio pausado del ADN a lo largo de millones de años. La existencia comprobada de no menos de 6 especies humanas diferentes en un periodo tan corto de tiempo como es biológicamente unas pocas decenas de miles de años, destroza la teoría evolutiva. Más aun si consideramos las dos últimas especies humanas: Paracas y Star Child, sus diferencias genéticas son tan abismales respecto a las nuestras aún siendo humanos que implicaría, si existió evolución darwiniana, que el origen del ser humano no se remonta a tan solo 200.000 años, si no como mínimo a un par de decenas de millones. En ese caso la teoría del ancestro común con el mono caería como un Castillo de naipes en el aire.

Hay muchas preguntas que deben ser respondidas y todas las respuestas nos llevarán a reescribir nuestros orígenes. Es inimaginable pensar que hayan podido existir de forma paralela dos especies diferentes y a la vez tan parecidas que hayan alcanzado el milagro de la inteligencia humana o que en los últimos 20.000 años haya surgido una raza humana genéticamente tan diferente como la de Paracas, simplemente no es posible.

Yo, a día de hoy y con los datos que tenemos, solo contemplo la opción de que el hombre actual sea descendiente de esos otros hombres de Paracas o que ambos, hace millones de años compartiéramos un ancestro común. Pues no contemplo la opción de que seamos dos especies distintas. En cualquier caso la evolución entendida como transformación de una especie en otra no se sostendría. Solo se podría hablar de evolución de la especie, pues siendo diferentes, es evidente que todos somos, aunque de razas diferentes, humanos.

Otras preguntas se abrirán al responder éstas en un sentido u otro ¿Ha habido otra humanidad anterior a la nuestra? Si los hombres caminaban por la tierra en épocas tan remotas, quizás no tan lejanas a la de los dinosaurios... ¿Han existido civilizaciones anteriores a las que conocemos y sus vestigios se perdieron con el paso de millones de años? Hay restos y objetos que quizás nos ayuden a poner un poco de luz en este galimatías que son las eternas preguntas de ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Y de las que poco o nada sabemos. Son los denominados Ooparts.

sábado, 21 de marzo de 2015

¿Existieron los gigantes?



Todos conocemos historias sobre gigantes. Desde niños se nos contaban cuentos donde estos personajes "mitológicos", casi siempre unos malvados bobalicones, eran el terror de los niños. Al menos los de mi generación y anteriores hemos leído el cuento popular de "Las habichuelas mágicas", "El sastrecillo valiente" de los hermanos Grimm o "El gato con botas" de Charles Perrault. Pero eran eso, cuentos de niños.... ¿O quizás no?
La siguiente vez que oí historias de gigantes fue en la Biblia y en las películas de Hollywood que la relatan, donde un valiente David mataba con su honda al gigante filisteo Goliat. Aquí he de desmitificar la valentía del famoso rey israelita, pues aunque parezca lo contrario la honda es un arma terrible. Goliat tenía las mismas posibilidades de ganar que el gigantón armado con una espada que se enfrenta a Indiana Jones en "En busca del arca perdida". Los conquistadores españoles sabrían muy bien de lo que hablo, pues los honderos guanches canarios lograron incluso hundir algunos de sus barcos. Pero sigamos. La existencia de gigantes no se circunscribe a la historia del famoso enfrentamiento, hay pasajes en el Génesis que ya nos hablan de la existencia de esta raza de tamaño descomunal, por ejemplo en Génesis 6:4 se nos menciona:
"Había gigantes en La Tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre"
O en Números 13:33:
"También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos".
Según la Biblia cristina y judía, hubo una raza de gigantes que pobló La Tierra antes del surgimiento de nuestra civilización. Pero eso son historias no fiables me diréis, aquí discreparé con algunos de vosotros. Muchos desechan las historias que se narran en los textos religiosos de cualquier creencia por ser eso, religiosos y según mi punto de vista, aquí se comete un gran error e injusticia. Es cierto que el antiguo testamento no creo que se pueda tomar al pie de la letra pero no por ello se puede despreciar o desechar. Yo creo que al igual que ocurre con la Ilíada de Homero y la Guerra de Troya, la Biblia narra hechos verídicos contados con los ojos de alguien que vivió hace milenios y cuya perspectiva o conocimientos del porqué de las cosas eran muy diferentes respecto a los nuestros. También hemos de tener en cuenta que los escribas que redactaron La Biblia recibieron tradiciones que hasta ese momento se transmitían de forma oral y que probablemente se adornarían con el paso de las décadas y los siglos, pero cuyo fondo debe ser verídico.
Una forma de comprobar si puede haber algún fondo de verdad en los pasajes del Génesis y Números es saber si la tradición de los gigantes existe en más culturas. Y aquí es cuando empecé a sorprenderme y dónde mi dura coraza de escepticismo empezó a resquebrajarse. Muchos de vosotros conoceréis los titanes de la mitología griega, Homero también nos habla de la existencia de gigantes. La tradición popular de Europa Occidental atribuye a esta raza de gigantes la creación de la mayoría de los monumentos megalíticos que conocemos hoy en día donde los enormes dólmenes serían sus tumbas.
Pocos conoceréis que en las sagas escandinavas también hablaban de ellos, los llamaban jöten. o los pueblos germanos bajo el nombre de hünen. En dichas tradiciones, los actuales humanos seríamos una degeneración de aquella fabulosa raza. Pero no solo se habla de ellos en la tradición judeocristiana o en sus civilizaciones predecesoras: Sumer y Egipto. En el libro sagrado de los irlandeses: el Lebhar Gabhale  en el Ramayana hindú o en las tradiciones Mayas y aztecas también hacen referencia a los gigantes... Es un mito global, sin duda debe haber un poso de verdad tras todas estas leyendas, algún tipo de humanos de enorme estatura debió existir en la antigüedad, así como hubo Neandertales o denisovianos. Es de reseñar que en todas estas tradiciones estos gigantes proceden de los cielos.
Es probable que esas historias en el principio de los tiempos se difundieran desde Oriente Medio por toda Europa - argumentaréis algunos tratando de justificar en que son eso, meras fábulas.
Tal es el impacto que nos causaron dichos seres en nuestra conciencia colectiva que se ha mantenido vivo su recuerdo y aún se los festeja en las fiestas de Gigantes y Cabezudos que se realizan en más de 90 países de Europa Occidental y América Latina. Hay crónicas registradas de dichas festividades desde el siglo XV y los conquistadores dieron testimonio de que antes de su llegada, algunos pueblos indígenas ya disponían de dichas festividades y muñecos de "Gigantes".
   
Pero hay crónicas de gigantes mucho más recientes que la Biblia, sí, como leéis. Antonio Pigafetta, cronista oficial de Magallanes en su expedición de 1520 dejó registrado en su cuaderno de bitácora (que se conserva en el archivo de Indias en Sevilla) el encuentro con una raza de gigantes cerca del cabo de hornos:
"Un día, de repente vimos a un hombre desnudo de estatura gigante en la orilla del puerto, el baile, el canto, y arrojando tierra sobre su cabeza. El capitán general [es decir, Magallanes] envió a uno de nuestros hombres al gigante para que podría realizar las mismas acciones como un signo de la paz. Una vez hecho esto, el hombre llevó al gigante de un islote en el que el capitán general estaba esperando. Cuando el gigante estaba en la Capitanía General de y nuestra presencia, se maravilló mucho, e hizo las señales con un dedo levantado hacia arriba, en la creencia de que habíamos llegado desde el cielo. Era tan alto que hemos llegado sólo hasta la cintura, y estaba bien proporcionado... ".
Tened en cuenta que la estatura media de un español de la época era de 1,50 o 1,60 metros, por lo que, aunque pensemos que Pigafetta exageró narrando que solo les llegaban a la cintura, aquellas gentes medirían no menos de 2,30 metros de estatura. Aquella región se bautizó como Patagonia: Patas grandes. Sir Francis Drake dejó también constancia de sus encuentros con hombres pelirrojos de 9 pies de altura (2.75 metros) en las cercanías del Puerto de San Julian (México). El explorador Desoto y Byron Commodore (abuelo de Lord Byron)  también narran la existencia de dichos hombres de estatura descomunal en sus viajes por las Américas.
Pero como nos ocurre a la mayoría de nosotros, necesitamos poner el dedo en la llaga para creer. Las teorías conspiranóicas indican que se han descubierto restos de esqueletos de no menos de 2.50 metros en el interior de los túmulos funerarios diseminados a lo largo de toda Norteamérica. Algunos de los difuntos presentaban túnicas talares y armaduras de cuero, otros abrigos de pelo de mamut lanudo, en algunos se afirma que incluso espadas, pero todos coinciden que las hebras de pelo encontradas en dichos restos son de color rojizo, tal y como describieron siglos antes los exploradores europeos.  ¿Dónde están esos restos? - me preguntaréis. Según estas teorías el Instituto Smithsonian las guarda a buen recudo, sin mostrarlas por el duro golpe a la historia oficial y a la teoría de la evolución humana que supondría su aceptación. A estas alturas de la vida y visto lo visto, a mí ya no me extraña nada.
No puedo dar como verdad absoluta a esta teoría no oficial, no hay pruebas sólidas de dicha conspiración ya que no se muestran dichos huesos al público y las imagines que inundan internet pueden ser ciertas o no. Pero es bien cierto que, además de las crónicas antiguas, el prestigioso New York Times se hizo eco de los descubrimientos de huesos gigantescos en los túmulos funerarios de Wisconsin, Iowa, Minnesota y todo el sureste Americano. En 1950 se dejó de hablar de estos hallazgos:







El 13 de Enero de 1870, el Wisconsin Decatur también informó del hallazgo de los restos óseos de dos gigantes cerca de Potosí de lo que sería una raza humana desconocida.

Todos estos descubrimientos hablan de seres entre 2,10 y 3 metros de envergadura, con doble hilera de dientes, seis dedos y un característico cráneo alargado y pelo rojizo. La deformación de cráneos para alargarlos era una característica típica de las clases gobernantes de los imperios Azteca, Maya... al parecer querían distinguirse del resto para reafirmar la preeminencia de su clase amoldando su imagen a la de los dioses. Sin duda, si los aztecas vieron humanos de 3 metros los considerarían gigantes o Dioses poderosos y tratarían de parecerse a ellos deformando sus cabezas.

¿Pero existen restos físicos arqueológicos que confirman la existencia de dichos gigantes? En noviembre del año pasado se descubrieron cuatro esqueletos cerca de la ciudad caucásica de Novotitarovskaya, en el interior de un túmulo del 2.500 a.c, los restos óseos apuntaban a que los dos hombres encontrados tendrían una estatura de unos 2,10 metros, las mujeres sobre 1,70 metros, muy superior a la media datada hasta la fecha. En Roma se descubrieron los huesos de un gigante de 2,02 del siglo III de nuestra era, con mucho el humano más alto encontrado. ¿Qué pensaría el romano medio de 1,67 metros de altura de él?

Algunos están muy cerca de nosotros, como los que se encuentran en el museo arqueológico de Cataluña, los cuales no están expuestos al público pero han sido filmados en más de un documental. En la sede de La Sociedad Histórica de Nevada en Reno se conserva un resto mandibular de un humano gigantesco. Otro femur (de un metro veinte de tamaño) y que se calcula que pertenecía a un hombre de unos cuatro

metros de estatura se exhibe en el museo fossil de Crosbyton, Texas y que se supone se encontró  en Homs al sureste de Turquía, cerca de la Cuenca del Eufrates. Quizás se pueda pensar que estos huesos son falsos, que se ha engañado a los historiadores y paleontólogos de dichos museos o sociedades, lo cual es mucho suponer, pero rebatir su autenticidad es bien sencillo, pero solo hay silencio respecto a ellos.

También existen huellas fosilizadas cuya autenticidad ha sido perfectamente contrastada: comparando la pátina de la roca, estudiando el desgaste de la misma y usando el mismo método científico que se aplica con las huellas de dinosaurios. Se han encontrado estas pisadas congeladas en el tiempo en lugares tan distantes como:


-Estados Unidos, huella de 45 cm de longitud correspondiente a un humano de 3,05 metros de estatura:


- Australia, en el Parque Nacional de Kanangra



- Siria:


Estos no son los únicos restos increíbles que se conservan en los museos de todo el mundo y que tanto ignora la ciencia oficial, hay otros que aunque más modestos y menos impactantes por su tamaño son más demoledores con la historia que nos han narrado. La semana que viene os hablaré de ellos.

lunes, 9 de marzo de 2015

Decodificando los círculos de las cosechas


Nos acercamos a la primavera y las cosechas pronto empezaran a germinar, en especial los campos de trigo en el sur de Inglaterra. Entre las espigas doradas aparecerán de nuevo los círculos de las cosechas para volver a desafiarnos. Si, en este artículo analizaré uno de los hechos más polémicos de las últimas décadas, la aparición de gigantescos e intrincados diseños geométricos en los campos de trigo de todo el mundo (especialmente en Inglaterra) para desesperación de sus dueños. ¿Qué son? ¿Quién los ha hecho? ¿Por qué? ¿Tienen algún significado? Trataré de arrojar luz sobre ellos y os daré todos los datos que a menudo, por incómodos, se ocultan. Una vez tengáis todas las cartas de la baraja, podréis decidir con mayor conocimiento de causa que son o quienes han hecho esos diseños. Una vez más os pido que seáis de mente abierta, que leáis y valoréis por vosotros mismos los hechos, sin prejuicios ni ideas prefijadas al respecto, no cometáis los mismos errores que yo cometí en su día: hacerme una opinión sin reflexionar al respecto. La inercia de la vida y nuestra tendencia inocente a creer en aquello que se afirma desde la racionalidad más científica a veces hace que nuestro buen juicio no sea tal.

Parece que los dibujos muestran cuatro temáticas muy definidas (como ya definió hace más de una década Margarita García Baquero)  y reiteradas, aunque todos ellos en sí mismos encierran un mensaje matemático representados con increíble elegancia, pero ya llegaremos a eso:

Seres vivos







Formas geométricas-matemáticas







Sistemas planetarios




Referencias civilizaciones antiguas




Como toda buena historia, ésta ha de ser contada desde el principio. Se llaman círculos a pesar de las variadas geometrías que presentan debido a que los primeros dibujos que aparecieron tenían esa forma: la más sencilla de la geometría. La ciencia ortodoxa descartó con un carpetazo la anormalidad de estos dibujos: eran un fraude que se inició a mediados de la década de los 70. Aquí está la primera inexactitud que la mayoría de quien no se ha interesado en profundidad en el fenómeno desconoce, los círculos en las cosechas llevan produciéndose durante siglos en los campos de Inglaterra. De ellos hay constancia escrita desde el 22 de agosto de 1678, donde en un folletín, "The Mowing-Devil", se narra como un agricultor afirmaba haber visto a "El Diablo" dibujar un círculo en su cosecha. Desconocemos si han existido con anterioridad, ya que no hay constancia escrita alguna, pero convendréis conmigo en que al menos debemos suponer que se lleva produciendo desde el siglo XVII.

Los actuales diseños empezaron a aparecer en 1976 en el condado inglés de Wiltshire y durante los siguientes años parecieron estar localizados en el país anglosajón, hasta que en la década de los 80 empezaron a surgir en otros países como Alemania o Nueva Zelanda, extendiéndose por todo el globo. Sus diseños, en un principio sencillos y básicos, han ido ganando en complejidad con el paso de los años y nuestra comprensión de los mismos. Como si fuéramos niños y en un principio se nos enseñara a sumar y restar y poco a poco llegáramos a las integrales y derivadas.

Muchos me dirían que todo son chorradas, imaginación de un conspiranoico ávido de fenómenos extraños, a estos solo les pido que analicen los datos de forma fría y desapasionada. El principal argumento contra la autenticidad de los círculos es que son la obra  inicial de "dos bromistas" a los que sucedieron otros en una especie de broma perpetua que dura ya casi cuarenta años. Sus argumentos se basan en las declaraciones de dos jubilados: Doug Bower y Dave Chorley quienes afirmaron en 1991 ser los autores de los círculos con un sistema sencillo de maderos y cuerdas durante la noche. No voy a entrar en detalle en cómo pudieron hacer por ejemplo 15 círculos en un mismo día en diferentes partes del país sin ser vistos, ni como sin luz del día y sin tener imagen aérea pudieron hacer geometrías tan increíbles como éstas:



Es cierto que existen círculos creados por "bromistas" o incluso empresas ávidas de publicidad, pero es muy fácil determinar cuáles son falsos y cuales son de difícil explicación. En los primeros los tallos de trigo o de cebada aparecen partidos, rotos y la planta muere, en los segundos los tallos aparecen doblados pero sin daño aparente, tan es así que el grano acaba germinando. Más curiosidades es en que en el interior de los círculos inexplicables se ha determinado de forma científica que el campo electromagnético es superior a la existente en la zona sin dibujo del mismo campo e incluso se ha detectado radioactividad superior a la normal en el interior del diseño y no fuera de él. En muchos de los círculos los tallos aparecen entrelazados unos con otros de forma que se podría catalogar como artesanal, uno a uno en un trabajo descomunal de meses si se hiciese a mano.

Los círculos desaparecen con la siega y la nueva cosecha, o al menos de forma aparente, ya que se ha demostrado que las plantas que nacen en las zonas donde se asentaba el diseño muestran alteraciones genética notables: más flexibilidad, un crecimiento más vigoroso...

También hemos de ser conscientes de que el tamaño de los círculos es en algún caso descomunal, llegando incluso a más de 100 metros de diámetro de longitud. Están diseñados para ser vistos desde el cielo:




Los dos bromistas realizaron círculos de muestra para la prensa, mostrando su método de "trabajo". Es cierto que se pueden hacer dibujos en el trigo tal y como demostraron ambos, pero sus obras ni de lejos se acercaban a la precisión matemática de los círculos de las cosechas. La geometría de éstos últimos es simple y llanamente perfecta, ¿de verdad creéis que se pueden conseguir diseños como los de arriba en una noche y con un par de cuerdas y maderos? Tened en cuenta que los círculos son perfectos, los diseños romboidales, triangulares... perfectos al milímetro, el tamaño de los elementos repetidos exactos, no son parecidos, son exactos, al igual que los lados de las figuras geométricas o los ángulos.

Para mayor complejidad, algunos de ellos están realizados en zonas donde el terreno es ondulante y a pesar de ello, su visión desde el aire es perfecta. Sólo hay una forma de realizarlos para que no se vean distorsionados: tomar cotas de altura y recordemos que en los primeros años en los que aparecieron no existían los smartphones ni los gps.

Por si aun dudáis de la complejidad técnica que implica la relización de estos círculos están aquellos que representan geometrías fractales. Un fractal, explicado de forma sencilla, es una estructura geométrica compuesta a base de otras más pequeñas y que suele tender al infinito, imaginaros a las famosas muñecas matriuskas rusas, unas insertadas en otra. Pero como una imagen vale más que mil palabras:









Círculo de Averbury, 1996. Formado
por 2500 piezas insertadas
perfectamente en la geometría.



En estos dibujos se puede observar como cada círculo es no parecido, si no exactamente la suma de los dos círculos anteriores. Las geometrías fractales solo es posible obtenerlas mediante algoritmos matemáticos avanzados resultado de la aplicación de funciones holomorfas (funciones que admiten cualquier tipo de derivada):

z \mapsto f(z) \mapsto f(f(z)) \mapsto \ldots.


Sé que algunos os resistiréis a creer lo que os digo, pensaréis que debe algún modo de realizarlos (en una noche y en mitad de la oscuridad y sin verlos desde el aire), para disipar vuestras dudas os mostraré los siguientes círculos:


Círculo de Barbury Castle

Como todos los círculos de las cosechas en un principio éste se tomó como un dibujo más. Una vez analizado y estudiado en profundidad se descubrió que encerraba un mensaje en su interior, codificado en las formas geométricas y sus dimensiones. El diseño de Barbury Castle es una representación geométrica muy sofisticada de... ¡el número pí y sus primeros 10 dígitos! ¡Incluso en el 10 dígito está redondeado correctamente!



¿De verdad creeis que dos jubilados son capaces de hacer esta representación? ¿En serio? ¿Seguís dudando? Pasemos a uno de los más increíbles:


Círculo de Ickleton, 1991

Este círculo representa la solución a uno de los enigmas matemáticos más complejos de principios del siglo XX: el conjunto de Mandelbrot (función matemática que representa planos complejos acotados donde los resultados no divergen y se crea una serie repetitiva de valores, por ejemplo: 0,-1,0,-1.... y no 0,1,2,5,26...), es otro fractal. Su representación y diseño solo es posible realizarlos mediante un ordenador. En Ickleton apareció dibujado de forma perfecta y a una escala gigantesca. 





Quien realiza los círculos ha de ser un grupo de matemáticos avanzados, han de ser diseñados-trazados desde el aire y desde luego es IMPOSIBLE realizar estos dibujos a mano alzada. Afirmar lo contrario es insultar a la inteligencia. La mayoría de ellos no son un fraude, no son un engaño de dos campesinos y no, no se pueden realizar en la oscuridad de una sola noche.

Mensaje de Arecibo
¿Pero quién los realiza? Hay una serie de círculos que parecen responder a esta pregunta y ser la contestación a aquel mensaje cifrado que diseño Carl Sagan y que se insertó en la sonda  Voyager 1: El mensaje de Arecibo. Con él se pretendía mostrar a una posible civilización extraterrestre quienes éramos. Se incluyó una representación matemática en código binario de nuestro sistema solar, en que planeta vivíamos, nuestro ADN, nuestra composición química y la de La Tierra, el número de habitantes...

Veintisiete años después, en 2001, ese mensaje pareció recibir respuesta en el círculo de Chilbolton, aparecido al lado del radiotelescopio situado en dicha localidad. Antes de continuar debéis saber que los escépticos acusaron a los astrónomos del observatorio de ser los responsables del círculo, no se atrevieron a acusarles de buscar notoriedad por lo absurdo del argumento y dijeron que fue una simple broma. Ellos nunca admitieron tal cosa ¿Que ganaban ellos? Yo os responderé: nada o más bien lo contrario, la mofa y descrédito del resto de la comunidad científica.


El mensaje grabado en el trigo respondía al mismo diseño que el realizado por Sagan, en él aseguraban pertenecer a un sistema de un Sol con cuatro planetas interiores del tamaño de La Tierra de los que habrían colonizado dos y cuatro exteriores, dos de ellos gigantes. Su población era un poco inferior a la humana, su ADN parecía tener tres hélices y en su estructura el silicio parecía también estar incorporado.

Un año después, el 11 de agosto de 2012, apareció en Winchester (Wiltshire) el círculo más polémico de toda la historia. Grabado en los cereales, la imagen de un ser diseñada como si apareciese en la pantalla de un ordenador portaba en una de sus manos un disco en el que, codificado en código binario, había un mensaje escrito en inglés: 







"Cuidado con los portadores de falsos regalos y sus promesas rotas. Mucho dolor pero aún hay tiempo. Crean que hay bien ahí afuera. Nos oponemos a los engaños. Conducto cerrándose. 0x07"

El 0x07 es una representación numérica de un sonido, el clinc de una campanita. Sí, hay círculos de las cosechas donde las correlaciones matemáticas del diseño generan melodías extrañas pero con sentido (tienen ritmo y tonalidad) y de ningún modo son aleatorias o fruto de la casualidad. Este círculo junto con el de Chilbolton, se demostraron ser de los auténticos según los parámetros que os he descrito unas líneas más arriba.

Ante tal cantidad de evidencias y desafíos matemáticos, muchos de los escépticos comienzan a buscar otras explicaciones: líneas de Hartman, la energía de La Tierra... ¿de verdad? Entonces... ¿Porque nunca se repiten los diseños? ¿La Tierra dibuja caras? No tiene sentido. Pero ¿Quién? Como diría mi admirado Sherlock Holmes: "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad".

No me escabulliré y os dare mi opinión respecto al fenómeno, el cual creo que es evidente que es artificial, planificado y por tanto inteligente. Solo veo dos posibilidades:

1) Un nutrido grupo de científicos y matemáticos diseñan estos círculos con una finalidad que desconocemos. ¿Experimento mental? ¿Pruebas psicológicas de comportamiento? 

2) Una civilización no terrestre está comunicándose con nosotros.

Decidid vosotros mismos. Si os ayuda en vuestra reflexión y tenéis un poco de tiempo, ved el siguiente video del inimitable Jiménez del Oso hablando de los círculos en su programa "La otra realidad" y que fue el que me abrió los ojos, que al igual que la mayoría del gran público, tenía cerrados hasta ese momento: