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sábado, 8 de junio de 2019

El misterio de los Pueblos del Mar, ¿atlantes?

Hace ya muchos años leí sobre uno de los grandes enigmas de la historia de la humanidad y que hoy en día sigue atormentando mi curiosidad y deseo por saber. Muy pocos conocen, por desgracia, que sobre el año 1200 antes de Cristo, el mundo antiguo sufrió una de las mayores convulsiones que la historia recuerda y que cambió para siempre el devenir de Europa, el norte de África y Oriente Medio: Las invasiones de los conocidos como Pueblos del Mar. Los dos grandes imperios de la época: El hitita y el egipcio, sufrieron los ataques de un grupo heterogéneo de invasores que destruyeron por completo el primero y estuvieron muy cerca de acabar con la tierra de los faraones. La faz del Mare Nostrum cambió por completo con la llegada de estos fieros marinos, se derribaron pueblos y se crearon nuevos: Aparecieron los filisteos, se creó el reino de Israel...   

Ramsés III
Pero, ¿qué sabemos de estos misteriosos pueblos? Sus ataques fueron continuos a lo largo de varias décadas, siendo especialmente virulentos bajo el reinado de Ramsés III, quien logró derrotarlos a duras penas a pie de playa en la conocida batalla del Delta del Nilo, cuya gesta el faraón mandó esculpir en piedra en el templo de Medinet Habu. Algunos de estos pueblos fueron asimilados por el faraón, otros derribaron el imperio hitita y se asentaron en sus tierras, dando lugar a los famosos filisteos a los que el futuro rey David se enfrentaría con su honda (Samuel 17, 49-50), otros al parecer, regresaron al Mediterráneo occidental tras la derrota en Egipto, a las islas de Cerdeña y Córcega. De ellos poco sabemos, pues sólo algunos jeroglíficos egipcios y algunos textos hititas los mencionan, como el obelisco de Biblos, los documentos de Amarna y Ramsés II o la Gran Inscripción de Karnak en la que se nombra alguno de esos pueblos: Peleset (filisteos), ekwesh, teresh, lukka, shardana (Sardos provenientes de Cerdeña), shekelesh, Shahu, amoritas e ysriar (israelitas).   

¿Dónde está el misterio? Os preguntaréis. Bien, estos pueblos en apariencia surgieron del interior del Mediterráneo en innumerables bajeles pero, incluso hoy en día, no sabemos muy bien desde que puerto partieron. Ignoramos de dónde surgieron. Es evidente que eran belicosos, hábiles en el arte de la navegación y en la construcción de navíos, por ello, es difícil de imaginar cómo se propone por la historia oficial, que fueran pueblos de Centro Europa o indoeuropeos que se vieron desplazados de sus tierras de origen y llegaran a las costas mediterráneas. El arte de la navegación y de la construcción naval no es una técnica que pueda desarrollarse en una decena de años. A los propios griegos, reconocidos marinos, les costó siglos ser la potencia marítima que llegaron a ser. Esos misteriosos Pueblos del Mar, llamados así pues al desconocerse su procedencia los egipcios creían que vivían sobre sus bajeles, debían de haber pertenecido a una civilización similar a la egipcia o a la hitita asentada a las orillas de un mar o de un océano. Pero, ¿porque no sabemos nada de ellos? Algo debió suceder sobre el 1.200 a.c que en efecto, tal y como afirma la historia oficial, forzó a esos pueblos a tratar de invadir Egipto y Oriente Próximo. Debió ser una gran catástrofe que los llevó a la desesperación y a la guerra.

Platón
Hasta aquí es lo que, a groso modo, sabemos de aquella invasión que cambió nuestra historia, pero ¿qué la desencadenó? Es evidente que los shardana dieron origen al nombre de la actual isla italiana de Cerdeña, pero, ¿se refugiaron en la isla tras ser derrotados por Ramsés III dando su nombre al lugar o su nombre es debido a su lugar de origen? De nuevo, al menos para mí, todo vuelve a encajar con una vieja historia: La Atlántida. Tal y como lo veo, todos esos pueblos no surgieron de la nada, ni creo que lo hicieran del interior de Europa Oriental. Su belicosidad, su composición heterogénea y su habilidad de navegación, concuerdan con la descripción de Platón de los atlantes Ya planteé en artículos anteriores que debieron formar un imperio comparable al egipcio en el Mediterráneo occidental, siendo la famosa ciudad de la Atlántida su capital. La destrucción de la misma en un día y una noche, debió hacer temblar toda su estructura social y llevarlos al caos. Las ciudades estado bajo su control y sin una cabeza que las rigiese, debieron sumirse en la anarquía y tal como sucedió con la caída de Roma, su civilización sucumbió. Tras los primeros años de desconcierto, desgobierno y revueltas, quizás los antaño súbditos atlantes, trataron de reunirse de nuevo y miraron a oriente, a los prósperos y ricos imperios egipcio e hitita e intentaron conquistarlos para recuperar el esplendor perdido y devolver a sus pueblos aquello que perdieron. Pero fracasaron.

Doñana
Ahora habría que preguntarse si las fechas cuadran... Y lo más curioso de todo es que lo hacen. Sabéis de mi hipótesis de que Tartessos y la Atlántida son lo mismo, o al menos, la cultura del Guadalquivir es descendiente de la segunda y que creo que la mítica ciudad se encuentra bajo los humedales de Doñana. Bien, justo en las fechas en la que los Pueblos del Mar aparecieron (sobre el 1250 a.c.), la geología nos dice que en las costas de Cádiz se produjo un acontecimiento catastrófico: un gigantesco tsunami arrasó el litoral y creo las actuales marismas de Doñana. ¿Ese maremoto fue el que sumergió la Atlántida en el mar en un solo día y una sola noche? ¿Fue la naturaleza la que descabezó y puso del revés al imperio atlante, dispersándolo y haciéndole perder toda su cultura y civilización? ¿Es eso posible? Recordemos que en la antigüedad el saber se concentraba en muy pocos lugares, como la biblioteca de Alejandría,  cuya quema nos hizo retroceder y perder innumerables conocimientos que tardamos siglos en redescubrir o como he mencionado unos párrafos arriba, con la caída de Roma se perdió toda su ingeniería, arquitectura, las calzadas, acueductos... que en muchos casos no recuperaríamos hasta el renacimiento o incluso el siglo XIX con la fórmula del cemento. Sí, si las mejores mentes atlantes, sus mejores estadistas y guerreros, si sus conocimientos se custodiaban en su capital, la desaparición de la metrópolis con un chasquido de dedos debió provocar la casi completa perdida de su civilización. Es posible que los restos megalíticos de Cerdeña, Malta o de la propia España pertenecieran a esa civilización, o incluso los propios minoicos y su cultura del toro o su riqueza basada en el comercio del cobre, cuya única fuente importante en Europa se encuentra en las minas de Río Tinto, a escasos kilómetros de Doñana. Quizás algún día descubramos que los Pueblos del Mar, los Tartessos y el resto de civilizaciones antiguas del Mediterráneo Occidental fueron los malogrados atlantes que trataron de recomponer una cultura que finalmente se perdió en el olvido, ¿o no?