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martes, 19 de julio de 2016

Otro punto de vista

Esta semana tendremos algo diferente, no seré yo quien escriba sobre mis pensamientos, ideas o visión del mundo. Sabéis que me apasionan esos fenómenos que se mal llaman: “paranormales”, pues los que me soléis leer habitualmente ya conoceréis que pienso que son muy reales pero que simplemente hasta ahora no hemos tenido los conocimientos científicos suficientes para entenderlos. No son imaginaciones o fruto de la epilepsia pero tampoco son magia. Hoy será alguien muy próximo a mí y especial quien os cuente sus vivencias extrañas, es la persona que hizo que un incrédulo absoluto sobre estos fenómenos empezase a creer que son reales y quién me hizo empezar a tratar de hacer hipótesis sobre que había detrás de ellos, pues a través de esta persona tuve las pruebas tangibles de que eran fenómenos verdaderos. Muchos ya conoceréis la respuesta, para mí tienen perfecta explicación mediante la física cuántica.

Hasta ahora os he dado mi punto de vista pero ha surgido la oportunidad de que conozcáis en primera persona que siente alguien que sufre estos fenómenos. Y no me he equivocado de palabra, el verbo sufrir es el más adecuado. Sé que muchos creeréis que es ficción o directamente mentira, pero os puedo asegurar que no lo son, yo he vivido parte de ellos en primera persona… pero sé, de nuevo, que es solo mi palabra y que muchos necesitaréis como Tomás, introducir el dedo en la llaga. A pesar de todo creo que es mi deber hacia esta persona y hacia vosotros que se cuente desde el otro punto de vista. Yo los he visto pero no sentido y eso es un gran hándicap para mí. No perdamos más tiempo y vayamos a ello.

Siempre me he sentido diferente, no me gusta la palabra especial, especiales somos todos. Es el caso que desde pequeña veía, oía y sabía cosas que nadie podía ver oír o saber. A los quince años, coincidiendo no sé por qué con la menarquia empecé a ver unas formas blancas alrededor de la gente, y después me enteré de que eran las auras de las personas, dicen que son de colores, yo solo veo una energía blanca, más o menos intensa que envuelve a la persona.

Por naturaleza conozco a las personas, se lo que piensan, lo que en realidad son y esconden, lo que han pasado en la vida y a veces... por lo que pasarán. Si una locura realmente agotadora.

Ser así no es algo que guste salvo en raras ocasiones, pero no tienes más remedio que aceptarlo, no existe droga que impida que cuando te llaman no quieras responder, se debe aprender a vivir con ello, pues aunque al principio te lo parece, no, no estás loca.

Desde entonces como se suele decir ha llovido mucho y en ese tiempo, he leído, oído y estudiado para aprender. Descubrí para mi asombro que había más personas como yo, que  había muchas, muchísimas, pero ojo no todas son lo que dicen ser ni hacen lo dicen poder hacer....

Es posible que os vaya contando experiencias si os apetece, pero ante todo quiero dejar claro algunas cosas. Cuando pasa el tiempo y no tienes más remedio que aceptar que eres médium y vidente, no es NADA agradable, es agotador física y mentalmente, doloroso y a veces aterrador, por ello primero lo niegas y desde luego no se te pasa por la cabeza dedicarte a ello, te quita toda la energía vital sientes un dolor enorme que no es tuyo, una tristeza que te sumerge en un vacío que es ajeno, una pena infinita, miedo, oscuridad, si, a veces luz y alegría, pero las menos, si te dan un mensaje, después del shock inicial has perdido tu energía por varios días, vamos un chollo....

Llega un momento en que sabes que, mira, te ha tocado. Debes aceptarlo y ayudar en lo que puedas. No es una vocación, aunque de eso habría que hablar, pues suele pasarle a las personas muy empáticas. No sé si nacemos con alguna hormona que no tiene los demás o está activa y los demás no, o tenemos una parte del cerebro desarrollada o es que el ADN basura, que no lo es en absoluto, funciona de forma diferente en nosotros... hay mil teorías y ahora con la física quántica nadie puede decirte que no es posible la telepatía o viajar en el tiempo.

Por eso un vidente o médium de verdad NUNCA cobra pues las visiones o los espíritus o lo que realmente sean: bien una impregnación energética que nuestro cerebro sabe interpretar o una comunicación telepática con otro plano cuántico o de conciencia... NO SE INVOCAN A PLACER, ellos son los amos vienen cuando quieren y tu obedeces. Es posible detectar emociones o tener visiones en un sitio pero debes estar allí, no puedes montar un gabinete y decir por favor que pase el siguiente espíritu... o póngame cuarto y mitad de visión... no, no, eso... eso huele fatal...

Os digo todo esto con el ánimo de que las personas que creen que son raritas por las mismas causas que yo sepan que no lo son ni están locas, tienen mucho que aportar a la sociedad y para que esta normalice una cosa que es cierta pero en la que hay mucho fraude intolerable.

Voy a contaros una de mis experiencias y si os animáis dejad vuestros comentarios y / o experiencias: Llegué una tarde a casa de una amiga recién independizada quien había alquilado un piso precioso y antiguo en el centro de la ciudad. Estaba realmente ilusionada por conocer la casa, me encantan los pisos antiguos de alto techos y azulejos imposibles de encontrar, llamé al timbre y me recibió con amplia sonrisa. Entré.- ¿¡¡ Te gusta!!?   -no, es horrible. Mi amiga que no tiene pelos en la lengua me dijo con razón que era una maleducadita de cuidado, a lo que le conteste:- sí, el piso me gusta pero tengo un escalofrío que me recorre todo el espinazo, un frío espantoso un dolor y una pena que no me dejan respirar... ¿aquí ha muerto alguien? Mi amiga se quedó tan helada como  yo pero respondió: -  sí, ahí justo donde estas pisando...

Bonita historia eh?...quizás algún día os cuente como sigue pero no fue nada agradable.

Me quiero despedir reiterando que se ser vidente no es un cuento de hadas y que no puedes enriquecerte con ello, baste decir que he intentado adivinar los números de la loto y si... los veo pero solo llego a acertar tres o cuatro que no llevan a ningún sitio... Salvo aquel donde algo, alguien, nada... se está aún riendo de mi”.

Os puedo asegurar que esta persona ni se dedica ni quiere dedicarse a estos menesteres. Su profesión es muy distinta y nada tiene que ver con este mundo. No son temas agradables para ella, pues la incomprensión y las sonrisas medio burlonas es lo único que recibe a cambio. Espero que todos reflexionemos un poco y en caso de encontrarnos con alguien de nuestro entorno más cercano, en el que confiamos que no nos va a mentir, no nos lo tomemos a broma o con condescendencia. Quizás lo que nos esté contando sea más real de lo que nos creemos. La semana que viene hablaré de un descubrimiento científico que nos dará un rayo de luz adicional sobre el origen de todos estos fenómenos.



domingo, 10 de julio de 2016

Brexit. Quo vadis Europa?

Todos nos quedamos estupefactos cuando el Reino Unido votó en contra de su permanencia en la Unión Europea. Los que nos hemos interesado y seguido el referéndum desde que Cameron lo planteó no lo estamos tanto, pues todo apuntaba a que iba a ganar la salida de la Unión. Buena parte de los británicos nunca se han sentido cómodos en este "club". Pero, ¿por qué han decidido salirse?  Muchos son los factores y no son fáciles de explicar en un pequeño artículo, pues muy probablemente diese para todo un libro, pero al menos quisiera dar unas pinceladas ya que merece la pena detenerse en alguno de ellos para que reflexionemos acerca de nuestros comportamientos como sociedad y como individuos. Vayamos a ello entonces.



La historia, curiosamente casi nadie la ha mencionado como causa del euroescepticismo anglosajón, ha sido un factor relevante para muchos británicos. Muchos de ellos recelan aún hoy en día de Alemania. Se nos olvida que Inglaterra históricamente ha estado enfrentada a Alemania, en especial los últimos siglos con las guerras coloniales y por supuesto las dos grandes guerras mundiales. Merkel y su férreo control de lo que debe ser Europa tampoco han ayudado a disipar esos recelos. De hecho si aún existe la Libra Esterlina es porque Inglaterra supo en su día que no iba a tener el peso suficiente en las decisiones del Banco Central Europeo y que llegado el día, como es ahora con esta crisis, éste actuaría en interés de un selecto club: Alemania y los países nórdicos. No les faltaba razón.

Muchos acusan a Cameron de ser un irresponsable por convocar semejante referéndum, y en parte tienen razón, pero no por los motivos que creen. ¿Acaso la democracia no consiste en tomar decisiones acorde al pensar de la mayoría? ¡Por supuesto que debía convocarlo y preguntar la opinión de sus ciudadanos! ¡Faltaría más! Su gran error ha sido usar la estrategia preferida de esta civilización: apelar al miedo. Sí, le resultó muy bien para ganar el referéndum en Escocia, pero esta vez su rival usaba una táctica mucho más ruin y deleznable: miedo + vísceras. Es cierto que muchos británicos han votado salida porque el partido de la UKIP (el principal impulsor y defensor del Brexit) les prometió casi literalmente que expulsaría a todos los inmigrantes, los nuevos judíos a los que echar la culpa de todos los males creados por gobernantes mediocres, incompetentes o directamente corruptos. Para vergüenza europea es un mal que se expande como la peste por toda Europa, pero por fortuna en esto España está muy por encima del resto pero para bien: Somos de los países más tolerantes con la inmigración, y no me refiero a los políticos sino a los ciudadanos.

Es evidente que los males que nos aquejan hoy en día no hay que buscarlos en la inmigración, sino más bien en señores muy bien trajeados cuyo apetito por el dinero es tan insaciable que poco les importa destruir un país o una civilización entera. El mal de occidente no viene de fuera, lo tenemos bien dentro de casa: en unas élites mediocres, corruptas o faltas de cualquier atisbo de escrúpulos, moral y/o ética.

Que la inmigración sea uno de los principales motivos para su marcha y la bandera del euroescepticismo radical nos adentra más aún en las raíces del problema: La incultura. Es absolutamente increíble que el día después lo más buscado en google por los partidarios de la salida fue: "¿Cómo me afectará la salida?", "consecuencias económicas del Brexit"... No hay que ser licenciado, astrofísico o premio Nobel para darse cuenta que esas preguntas uno se las debe de plantear antes de votar, no después. Pero de nuevo, lo que es de puro sentido común nos revela que éste es el menor de los sentidos. Por no decir la cantidad de británicos ingenuos que creyeron a ese telepredicador de medio pelo llamado Nicolás Farage, líder del Ukip, que les prometió que todo el dinero que aporta Reino Unido a Europa iría a la sanidad pública. ¡Por el amor de Dios! ¡Si es un defensor acérrimo de lo privado! Su promesa no ha durado ni 24 horas, ya se ha retractado de ella... por no decir la cara que se les habrá quedado a sus votantes cuando ha renunciado a su puesto en el parlamento pero no a su escaño de eurodiputado. Se ve que para beneficiarse de las mamandurrias de Bruselas Europa "sí que mola". Pero este mal de incultura no es exclusivo de los anglosajones, recorre toda Europa.

Los políticos de todo pelaje y color lo saben y cada vez más usan eslóganes que apelan al miedo, a la parte más irracional para salirse con la suya. Los populismos de toda índole recorren el continente y de nuevo la extrema derecha está cogiendo impulso. Como ya se demostró en los años veinte del siglo pasado, es de una tremenda irresponsabilidad. ¿Pero carecen de argumentos los favorables a salir de la Unión Europea de todos los países? Para responder a esta pregunta hay que ir a la raíz verdadera de porqué a muchos europeos no les gusta ESTA Europa, y he recalcado la palabra "esta" con toda la intención del mundo, porque con otro modelo de Europa seguro que no tendríamos estos problemas. Aquí está el fondo de la cuestión de todos los males que nos aquejan hoy en día: Qué Europa se ideó y que Europa tenemos.

Al principio todo era ilusión. Por fin los europeos, al menos los de la parte occidental, convivíamos en paz, teníamos un estado del bienestar y un grado de calidad de vida que era la envidia del mundo entero. Un continente lleno de cultura, arte e historia que por primera vez construía un futuro en común. ¿Cuándo se torció todo? Para mí no me cabe ninguna duda que tras la caída del muro de Berlín. Fue entonces cuando desaparecida la amenaza comunista, los avaros insaciables, los depredadores sin escrúpulos empezaron a diseñar su plan de depredación del continente. Ya no había miedo a las revueltas internas, a que los disidentes fuesen apoyados por la URSS y en ese preciso momento Europa empezó a morir. Lo que debió ser un hermanamiento entre pueblos se convirtió en una Europa de los mercaderes y de los banqueros, un espacio donde hacer grandes negocios donde la defensa de los valores cívicos, sociales y de un modelo que se ha revelado el mejor que ha tenido la humanidad: el del bienestar, fueron apartados y olvidados. Molestaban a los grandes halcones.

Europa se construyó mal casi desde el principio. Las sucesivas adhesiones de los países a la Unión se han realizado de forma desordenada y apresurada. Nada importaba con tal de ampliar la zona de negocio. Lo que debían de haber sido los principales requisitos para entrar: valores éticos y morales, el buen gobierno, los controles rigurosos y sobre todo la construcción de una unión social y cívica de todos los europeos, igualándonos en derechos y deberes se olvidaron, se despreciaron y no se tuvieron en cuenta. Hoy lo que tenemos es un sur, entre ellos España, infestado de corrupción de arriba abajo y de derecha a izquierda, unas instituciones europeas que solo velan por los intereses de Alemania y sus acólitos, el bien común no importa, solo es relevante el: ¿Qué hay de lo mío?... Son ejemplos de lo que no se debió permitir y se permitió por amor al Bussiness.  ¿¡Cómo no van a haber recelos entre los europeos!? Es imposible que esta frágil comunidad no se deshaga como un azucarillo. Europa no funciona y no solo es Inglaterra la que puede irse, ¿Acaso alguien piensa que si Marie le Pen convocase un referéndum de salida no tendría posibilidades de ganarlo? El desastre y el sinsentido del Euro fue la guinda a un pastel de despropósitos. Esta Europa en definitiva se ha creado con los pies de barro. Yo solo veo una salida a este embrollo: parar y rebobinar. Se ha de tomar conciencia de que Europa será la del estado del bienestar de antes de los 90 o no será.

Esta Europa del mercadeo no tiene futuro alguno y lo único que hará es alimentar a los monstruos del pasado. Se debe empezar a trabajar en la idea de la nación europea y arrinconar cada vez más las banderas y los himnos nacionales. Debemos aplicar mano firme con todos los países, con sus gobiernos... Si somos una unión debemos tener un verdadero gobierno que exija las obligaciones a todos, que sea un vigilante estricto y que empiece a unificar de verdad a los europeos en valores, derechos y obligaciones. Escarmentar a España por el déficit y no hacerlo a Francia porque es un "pez gordo" solo lleva al camino del resentimiento. Ser estricto con unos países a cambio de nada, someter a Grecia a un tercer grado por hacer una política favorable a Alemania que no vela por los intereses de los griegos lleva a la subida del populismo. Mirar hacia otro lado o no hacer nada con gobiernos corruptos y despilfarradores, lleva a la desconfianza del norte y al auge de la extrema derecha. Que nuestros políticos vuelvan a encerrar en sus jaulas a las aves de rapiña que han asolado el continente y que jamás los vuelvan a dejar salir. El fin último debe ser que todos seamos iguales, que todos seamos modelo y ejemplo para el mundo.