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Desentrañando los monumentos prehistóricos

La semana pasada os hablé de cómo no se sostienen las teorías hoy aun aceptadas de cómo se construyeron los monumentos megalíticos, como la teoría de las rampas que quizás para monumentos menores podría ser aplicable y con probabilidad se usó, pero que desde luego no se sostiene para las pirámides y menos para la más alta construida: la de Keops, de 146 metros de altura.

A todos nos han contado cómo los egipcios con gran esfuerzo y recursos humanos, subían por una empinada rampa los bloques de piedra para colocarlos en sus filas correspondientes. Pero desde el punto de vista de la ingeniería no tiene sentido, el volumen y esfuerzo que se necesitaría para construir dicha rampa sería de alrededor 5 veces el empleado para construir la propia pirámide, teniendo que reconfigurarla a medida con cada hilera de bloques añadida hasta una altura equivalente a una torre de cincuenta pisos. Una tarea inimaginable, menos aún si consideramos que para subir los últimos bloques con una pendiente asumible, la longitud de la misma debía ser tan enorme que los cálculos realizados indican que se saldría de la propia meseta de Giza. Teorías novedosas nos indican que la rampa era en forma de espiral bordeando el monumento en su perímetro, pero entonces… ¿cómo giraban los ángulos de 90º? ¿Qué anchura debían tener para poder empujar/estirar con eficacia? Yo os respondo, una que implicaría un trabajo tan inmenso como el primer tipo de rampa propuesto.

De inmediato surge otro inconveniente a las rampas. No dudo que con gran esfuerzo pudieran subir bloques de 1 o 2 toneladas, pero el problema está en cómo subir los que pesaban 60 toneladas. En el artículo anterior vimos que para mover en llano piedras de ese tamaño se necesitarían unas 600 personas, calculad vosotros cuantas se deberían emplear si además se debe subir una pendiente y si es factible.

Y por supuesto está el volumen de la obra, que implicó:

- Mover 2.5 millones de bloques de entre 2 y 60 toneladas de peso. Hoy en día serían necesarios 800.000 camiones de gran tonelaje para transportarlas.
 
- Colocación de 27000 piedras de revestimiento.
 
- Realizar una base perfecta de un tamaño equivalente al de  8 campos de futbol: 53.067 m de superficie.
 
- Acabar una construcción de 3.5 Millones de m3 y 7 millones de Toneladas de peso.

Y todo con una perfección y rapidez que hoy en día nos costaría igualar y que con probabilidad no lográriamos, pensad lo que está costando acabar la Sagrada Familia de Barcelona.

Entonces, ¿cómo lo hicieron? Heródoto fue el primero en darnos una idea alternativa, él afirmó que los egipcios usaban máquinas para subir las piedras de una fila a otra. Éstas debían ser grúas de madera, el problema estriba en que deberían usar poleas y los egipcios no usaron la rueda hasta casi mil años después de la construcción de la Gran Pirámide. Bien, pero tú nos has dicho que ibas a darnos una teoría – me reprocharéis, y es cierto, os la debo.

Mi teoría para la construcción de las pirámides egipcias y los grandes monumentos megalíticos viene precisamente de mi campo: La química. Quedé fascinado cuando supe de la existencia de la estela de Famine (del hambre), descubierta por el arqueólogo Willburg en la Isla del Nilo llamada Sehel, cerca de Asuan. En el texto inscrito en ella se relata como el Dios Nun le dijo al faraón Zoser como Imhotep, su arquitecto que con posterioridad y a su muerte fue ascendido a la categoría de divinidad, podía preparar una mezcla para hacer… ¡piedras artificiales! En la estela se nombran 29 minerales y varias sustancias químicas para hacer una piedra que podría pasar por natural. Entre la sexta y la vigésima segunda columna habla de los métodos constructivos y como conseguir crear piedras artificiales. De la columna undécima a la décimo octava Imhotep enumera las rocas y minerales que deben usarse.

¿Un alquimista, un químico del pasado fue quien ideó e hizo posible semejante maravilla? ¡No podía dar crédito! ¡Entendedme, mi corazón se desbocó ante dicha posibilidad! Pero ¿había pruebas de ello? Para el que esté interesado os adjunto la traducción que se realizó en 1988 de la estela de Famine, en la que se relata la invención de la construcción usando piedra artificial obtenida a través del procesamiento de diferentes minerales y materiales químicos involucrados en su fabricación:

(Col. 11): No es un macizo montañoso, en su zona oriental (de Elefantina) que contiene todos los minerales, todas las piedras trituradas (degradado) (agregados) adecuados para la aglomeración, todos los productos
(Col. 12) solicitada para la construcción de los templos de los dioses del Norte y del Sur, establos para animales sagrados, la pirámide del rey, todas las estatuas que se destacan en los templos y en santuarios. Además, todos estos productos químicos se encuentran en presencia de Khnum y a su alrededor.
(Col. 13) ... hay en medio del río, un lugar de relax para todos los hombres que posee minerales en sus dos lados.
(Col. 15) Aprender los nombres de los materiales pétreos que se van a encontrar. .. bekhen,
muertos (degradado) de granito, mhtbt, r'qs, uteshi-hedsh (piedra cebolla), .. . prdny, teschy. . -.
(Col. 16) Aprender los nombres de los raros minerales situados aguas arriba... oro, plata, cobre,
hierro, lapislázuli, turquesa, thnt (crisocola), jaspe, Ka-y (piedra rábano), menú, esmeralda,
temikr (piedra ajo), más aún, neshemet, ta-mehy, hemaget, ibehet, Bekes-ankh, verde
para maquillaje, antimonio negro, ocre rojo ...
(Col.18) .. . Me pareció que el dios de pie... me habló: «Yo soy Khnum, tu creador, Mis brazos están a tu alrededor, para mantener el equilibrio de su cuerpo, a
(Col. 19) salvaguardar sus extremidades. Soy quien repartió los minerales raros sobre los minerales raros... desde la
creación, nunca nadie les procesa (para piedra) para la construcción de los templos de los dioses o la reconstrucción de los templos en ruinas... »

La confirmación de que efectivamente debía ser una fórmula química llegó de la mano de Joseph Davidovich, químico del instituto geopolimérico de Paris, profesor de la Universidad de Toronto y director del Instituto de Ciencias Arqueológicas Aplicadas de Barry, en Florida.

¡Todo encajaba! Si la piedra que vemos en la Gran Pirámide, en los obeliscos gigantescos y en los demás monumentos es artificial, fabricada, se resuelven muchos de los enigmas de la única maravilla del mundo antiguo que queda en pie. El cómo se trasladaron y colocaron las piedras… ¡no lo hicieron! ¡Las fabricaron in situ! Las máquinas que Heródoto describe cobran sentido, pues no debían subir moles, sino los materiales que iban a conformar la piedra. Se explica el cómo es posible que trasladaran obeliscos de 1.200 toneladas, no lo hicieron, los fabricaron. Cobra sentido la perfección en las juntas con una separación de apenas 1mm en una superficie de 20mm donde no cabe ni una hoja de papel. Cobra sentido el cemento de fraguado rápido descubierto entre bloques que obligaba a encajarlos a la primera… los moldes situados uno junto a otro dan respuesta a todas estas preguntas.

¿Por qué hemos de tomar como verdaderas las palabras de esa tablilla? ¿Hay pruebas de esa roca artificial? – me pediréis con sensatez pruebas de lo que afirmo. Pues por increíble que os parezca, las hay. Como es fácil de entender, las piedras provenientes de una misma cantera tienen una misma composición, pues su origen geológico es compartido. Bien, el físico Klenn estudio 25 muestras de roca provenientes de la pirámide de Keops siendo los datos expuestos en el 2º congreso de egiptología, en ellos se evidenciaba que cada muestra tenía una composición diferente y que no encajaba con la de las piedras de la cantera de Tura (de donde se supone que provienen los bloques de la Gran pirámide). Era como si provinieran de canteras diferentes.

Por si no fuera suficiente, como cualquier roca de origen natural, su consistencia cabría esperar que fuese homogénea, pero las estudiadas tenían más densidad en la parte superior que en la inferior. Lo cual se confirmó con las mediciones de ondas de alta frecuencia realizadas en 1974 por científicos de las universidades de Stanford (USA) y Ainsan (El Cairo) con el fin de dibujar la estructura interna del monumento. Las ondas fueron absorbidas por las piedras en vez de atravesarlas como era esperar, lo que implicaba que la presencia de agua en la composición de la piedra era muy superior al de la piedra natural. Además la distribución de dicha agua no era homogénea: los bloques presentaban más humedad en unas partes que en otras. Todo apunta a su origen artificial.

Y por supuesto está el hallazgo más espectacular y silenciado de todos, el descubrimiento de fibras textiles, uñas y pelos humanos incrustados en el interior de varias rocas de granito de la meseta de Giza.

Pero hay más pruebas, como las piedras inacabadas en las que aparecen marcas de cantería extrañas en las que la roca parece haber sido perforada como una cucharilla lo hace sobre la mantequilla y que no tienen sentido alguno. O los taladros que vimos la semana pasada con avances de corte inverosímiles y que se hacen posibles si contemplamos la posibilidad de que los egipcios conocían la forma de reblandecer la piedra.
 

Muro de piedra en la fortaleza de Sacsayhuaman, con 
sillares de acabados redondeados imposibles, formas 
increíbles y juntas donde no cabe una hoja de papel.
¿Pero porque no reconocer estas evidencias? Es sencillo, al otro lado del Atlántico, las leyendas incaicas que han pasado de generación en generación hasta nuestros días hablan de que sus antepasados conocían el secreto de disolver y endurecer la piedra. De otra forma es imposible de comprender como llevaron a la escarpada cima de Machu Pichu tan ingente cantidad de piedras de un tamaño imposible, o las extrañas formas y perfecto encaje de las piedras de Sacsayhuamán que parecen fundidas o las increíbles piezas de imposible diseño de Puma punku, propias de una producción industrial y materialmente imposibles de lograr con manufactura por corte manual incluso con nuestra actual maquinaria de corte.

Sillería de Puma Punku:
 

 
 

 

 

 

 

 

 
Los monumentos megalíticos descomunales aparecieron al mismo tiempo en todos los continentes del planeta, con obras que no imaginamos como pudieron hacer y que ahora hay una explicación plausible. El hecho de que a lo largo de todo el mundo se usara la misma técnica de moldeado de la piedra implica un contacto entre dichas civilizaciones. Es imposible que al mismo tiempo y en lugares tan remotos se pudiera llegar a un mismo descubrimiento tan complejo como es una formula química en la que intervienen un gran número de minerales y sustancias.

Esto a su vez lleva a concluir que dichas civilizaciones debieron estar mucho más avanzadas de lo que se nos ha dicho, ya que al menos debió existir la navegación oceánica mucho antes de lo que se nos ha contado y para ello se debían tener conocimientos matemáticos y astronómicos avanzados, que a su vez implicaban… ¿Entendéis? Aceptar las evidencias implica desmontar y derribar hasta los cimientos el castillo de naipes que la ortodoxia ha creado.

 
Entonces, ¿con esto se resuelven todos los misterios de la antigüedad? Con esta teoría muchos tendrían una explicación sensata y no extravagante por muy oficial que sea, es verdad, pero aún quedan muchas cosas inexplicables. Dejadme que os las cuente en el próximo artículo. Solo espero que aunque sigáis sin compartir mi teoría, al menos reflexionéis sobre si es posible y real todo aquello que nos han contado.


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