.comment-body { background: #FFFFFF; color: #000000; }

viernes, 30 de octubre de 2015

Ocultismo en el III Reich

Para terminar con este periplo por los más importantes misterios de la Alemania nazi nos queda hablar del mayor de ellos y a veces el menos conocido: La fascinación de sus líderes por el ocultismo y las sociedades secretas que florecieron bajo su negro manto y algunas de las cuales parece que perviven en las sombras incluso hoy en día, manejando, según los teóricos de la conspiración, los destinos del mundo. ¿Pero eso es posible? ¿Existen? Sin duda son reales, han existido y no me cabe duda de que siguen existiendo.
 
Símbolo por excelencia del ocultismo
nazi: El Sol Negro y las runas.
Es un hecho demostrado y sobre el que incluso se han realizado películas e infinidad de reportajes, artículos y libros, que por ejemplo la organización ODESSA (del alemán: Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen: Organización de Antiguos Miembros de la SS) existió y ayudó a escapar, fundamentalmente a Argentina, a más de 10.000 oficiales de las SS. Entre los que destacarían Martín Bormann, el jerarca nazi de mayor rango no localizado, Adolf Eichmann (que más tarde sería capturado y ejecutado por Israel) y el inefable doctor muerte: Josef Mengele. A día de hoy no se sabe a ciencia cierta si esta red sigue activa o no. También es de dominio público que muchos miembros del partido nazi, de la Gestapo, de las SS, burócratas y altos cargos del antiguo régimen de Hitler sobrevivieron y colonizaron buena parte de la administración de la recién creada República Federal Alemana (Alemania Occidental) y a buen seguro que ocurrió lo mismo al otro lado del muro de Berlín.
 
Pero este no es el objeto de este artículo: la conspiración nazi en pleno siglo XXI, si no la relación del nacionalsocialismo con las Sociedades Secretas, ocultistas y paranormales de todo tipo durante el periodo que gobernaron en Alemania. Su estudio y análisis nos harán comprender mejor, entre otras cosas, el porqué del rumbo que tomaron sus investigaciones militares y su empeño en conseguir las Wunderwaffen de las que hablamos en capítulos anteriores. Lo primero que nos hemos de preguntar es que fue primero ¿El huevo o la gallina? Sin miedo a equivocarnos podemos decir que en este caso fue el huevo, pues las sociedades ocultistas, místicas y amantes de lo paranormal surgieron en Alemania (al igual que en el resto del mundo) mucho antes del advenimiento de Hitler. Fueron los nazis quienes crearon una amalgama de creencias paganas nórdicas, anglo-sajonas y cristianas salpicadas con astrología, esoterismo, espiritismo que mezcladas con un exacerbado nacionalismo racista crearon el coctel explosivo con los resultados que por desgracia todos conocemos.
 
Castillo de Wewelsburg.
Para hacernos una idea de hasta qué punto no podemos discernir el nazismo del ocultismo más delirante podemos echar un vistazo al personaje más oscuro de todos ellos: Heinrich Himmler, quien se creía la reencarnación de Enrique el Cazador (Fundador de la dinastía Sajona) y que convirtió el Castillo de Wewelsburg, cerca de la ciudad de Paderborn, en el centro de lo que sería la nueva religión del mundo nazi y de las Sociedades Secretas que se amalgamaron alrededor de sus SS. Esta fortaleza y todo su diseño es el máximo exponente de este Neo-paganismo, pues en sus mentes delirantes este lugar se convertiría en el Vaticano del Nuevo Orden.
 
Monumento en honor a Arminio
en el bosque de Teutoburgo.
Su elección como centro "espiritual" nazi no está exento de significado, pues en sus alrededores se encuentra el bosque de Teutoburgo, lugar emblemático por excelencia para los pueblos germánicos, pues es donde empezaron a originarse como nación al derrotar el caudillo germano Arminio a las Legiones Romanas XVII, XVIII y XIX de Publio Quintilio Varo, gobernador de la provincia de Germania Magna. Ésta gesta estableció el germen para la elaboración del mayor mito alemán: La leyenda de los Nibelungos.


Sala de los generales.
El propio castillo fue rediseñado como icono de las nuevas creencias que tenían a las SS como guardianes de su pureza. Actualmente este edificio histórico se puede visitar y aún ver en el mosaico de mármol de la sala conocida como ·la de los generales", el símbolo que resume todo el misticismo que las SS imaginaban reencarnar: Un sol negro, cuyo significado es el de un Sol oculto, dador de la sabiduría a la "raza aria superior y del que parten 12 rayos (simulando el mito artúrico) en forma de esvástica y de runas germánicas de la victoria. La propia sala disponía en su época de una mesa redonda donde Himmler y doce de sus más fieles oficiales de las SS, evocaban el mito de la mesa redonda del rey Arturo... Hasta ese punto llegaba su delirio.

La cripta del castillo de Wewelsburg.
Justo debajo de esta sala existe una cripta que también se puede visitar y que estaba destinada a ser otro de los lugares del culto y adoración nazi. Su planta es circular, dispone de grandes aberturas en su parte superior que permiten la entrada de los rayos del Sol con la finalidad de crear un ambiente espiritual y el punto central de su cúpula coincide exactamente con el centro de la sala de los generales y su Sol Negro. En la delirante mente de Himmler, aquel iba a ser el panteón de los líderes de las SS. A su muerte, sus cuerpos serían incinerados y las urnas junto con sus anillos distintivos, depositadas sobre una serie de peanas distribuidas a lo largo de la pared circular de la cripta. En mitad de la misma ardería una llama perpetua que recordaría las “gestas” de los “caballeros negros”.

Totenkopfringe.
Estos anillos denominados Totenkopfringe (anillo de la calavera), eran otro elemento importante dentro de su simbología y sólo se otorgaban a los miembros de las SS a los que se quería rendir los mayores honores. En origen esta distinción era concedida por Heinrich Himmler, quien en 1938 ordenó la recopilación de todos los Totenkopfringe  de los oficiales SS muertos para depositarlos en el santuario de las SS en el castillo de Wewelsburg. Su significado era: "Signo de nuestra fidelidad al Führer, de nuestra inalterable obediencia hacia nuestros superiores y de nuestra inseparable unión". Los Totenkopfring eran el sello de identidad de los más selectos oficiales de las SS, aquellos que habían sido iniciados en los misterios ocultistas nazis y que por regla general disponían del rango de Obergruppenführer (equivalente al de general del ejército regular).
 

Los miembros auténticos de la expedición
secreta nazi en el Tibet.
Fue desde Wewelsburg y este grupo de elegidos entre las SS quienes idearon, aprobaron y promocionaron antes y durante la II Guerra Mundial, las innumerables expediciones a lo largo de todo el mundo en busca de reliquias a las que creían objetos de poder con el fin de les ayudaran a alcanzar la victoria. De todos es conocida, por la película "7 años en el Tibet" interpretada por Brad Pitt, la expedición que los nazis realizaron al país de los Lamas en busca de los orígenes de la raza aria y de algo menos conocido: los secretos del libro sagrado hindú: el Mahabharata (al cual dedicaré en breve un artículo), pues en él se habla de unas máquinas voladoras asombrosas: las Vimanas, en las que Himmler y las SS estaban muy interesados. Aunque más fantasiosa, Harrison Ford en "Indiana Jones" refleja una realidad: los nazis buscaron insistentemente el arca de la alianza y el grial, de hecho sabemos que estuvieron (incluso dicen que el propio Himmler) en el santuario de la montaña de Montserrat, cerca de Barcelona, en busca de dichas reliquias. Incluso hay autores que afirman que lograron tener en su poder la lanza de Longinos, el centurión romano que acabo con la vida de Jesús en la cruz.


Frau Elsbeth Ebertín.
Los astrólogos y médiums también desarrollaron un papel importante en el auge y creación del ideario del nazismo, a veces incluso de forma involuntaria. Muy pocos conoceréis que Hitler estuvo a punto de morir en innumerables ocasiones durante su participación en la I Guerra Mundial, la suerte o casualidad quiso que de forma asombrosa se librase en varias ocasiones de una muerte segura. Él empezó a creer que no podía ser azar y que el destino le tenía reservado un papel importante en la vida. Pero no fue hasta que Hitler leyó en 1923 una predicción de la más famosa astróloga alemana: Frau Elsbeth Ebertín, cuando realmente creyó en su destino mesiánico y cambió el rumbo de su vida. Pero veamos cómo se dieron los hechos. Ebertín, en un horóscopo fechado en 1914, predijo:

«Un combatiente nació el 20 de abril de 1889 y en su nacimiento el Sol se encontraba a 29 grados de Aries (…) Es posible que pronto contribuya al ímpetu que pondrá la piedra a rodar. De acuerdo con las constelaciones estelares, en definitiva, el hombre debe ser considerado con seriedad, y está destinado para el papel de un líder en futuros conflictos. Casi parece que, quien yo tengo en mente, fue escogido por el destino bajo esta fuerte influencia de Aries, para sacrificarse él mismo por el pueblo alemán y soportar todo con valentía y bravura (…), pero al menos dará el ímpetu a un movimiento de liberación alemán, que entonces irrumpirá de repente de una manera elemental».

Hitler, nacido el día que marcaba el augurio de Ebertín, no dudó de que el horóscopo se refería a él y a su destino, todas sus decisiones, su ímpetu y sus decisiones a partir de ese momento estuvieron marcadas por su creencia en un destino glorioso como salvador de Alemania. Nada de lo que aconteció después puede desligarse de este hecho que nos ayuda a entender la estrecha relación que el III Reich mantuvo con lo paranormal y ocultista.

En este caldo de cultivo creció el nazismo, el cual atrajo y se organizó en torno a una serie de sociedades secretas previas que ejercieron un enorme poder sobre los miembros más influyentes del partido nazi, de las SS y por tanto del destino del III Reich, siendo responsables en buena medida de una de las etapas más negras de la historia que ha conocido Europa. La semana que viene echaremos un vistazo a estas Sociedades y su influencia en las investigaciones nazis.


 

viernes, 23 de octubre de 2015

Die Glocke: La Campana

En este artículo ya nos metemos de lleno en lo meramente especulativo, fantasioso y por ello, al menos para mí, en lo más apasionante y atractivo en lo que respecta a las Wunderwaffen de Hitler. Esta semana hablaremos de Die Glocke, cuya traducción es: La Campana, la más misteriosa y fascinante de todas las armas secretas de la Alemania nazi. De ella no sabemos nada, no hay prototipos, no hay planos... solo tenemos la supuesta confesión de un oficial de las SS a la que en teoría tuvo acceso un periodista polaco. Pero empecemos por el principio, como debe ser.
 
Tras el fin de la guerra nadie había oído hablar de Die Glocke, no existía ni un solo rumor sobre su existencia hasta que Igor Witkowski, un periodista polaco especializado en armamento militar y en concreto de la II Guerra Mundial, dio a conocer en 1997 que un oficial de las SS: Jakob Sporrenberg, habría admitido durante los interrogatorios practicados por los aliados tras su detención, la existencia de dicha Wunderwaffen en un complejo militar llamado "Der Riese" (El gigante y del que hablaremos más adelante) controlado por el staff científico de las SS al mando de Hans Kammler. En principio Witkowski habría accedido a dicha confesión a través de un oficial polaco de inteligencia que le habría mostrado dicho documento que hoy en día sigue clasificado...

Todo es muy rocambolesco y para creerlo hemos de fiarnos de la palabra del periodista en cuanto a la existencia de dicha confesión. Es cierto que en esta historia existen elementos reales que se entremezclan con las suposiciones y los actos de fe en la palabra del periodista polaco, pero antes de entrar a valorar sus afirmaciones y discernir lo contrastado de lo hipotético debemos contar toda la historia de Die Glocke según la declaración de Sporrenberg.
 
Figuración de Die Glocke
En ella se nos indica que Die Glocke era un dispositivo metálico de unos tres metros de altura en forma de campana del que no hay certeza ninguna de sus funcionalidades, ya que el oficial de las SS parecía desconocer su utilidad, aunque muchos autores la catalogan como un artefacto anti-gravitatorio. Los experimentos se realizaban colocándola en el interior de un anillo que actuaba como un “atrapamoscas” mediante el suministro de ingentes cantidades de energía. El hecho de que en el antiguo complejo de “der Riese” se haya encontrado un anillo de cemento y canalizaciones de cableado de Alto Voltaje inusuales para la época, dan cierto grado de verosimilitud a la posible existencia de dicho experimento aunque esa infraestructura podría haber sido utilizada para cualquier otra cosa... Pero sigamos.

En las declaraciones de Sporrenberg se menciona que el combustible empleado en La Campana era el Xerium 525, un dato desconcertante pues no se conoce que exista ese elemento químico. Quizás, y siempre dentro de la especulación, por la supuesta descripción de la textura que realizó el oficial de las SS del material éste se tratase de mercurio rojo. Junto a este desconocido Xerium, el oficial nazi también indicó el uso de algunos metales ligeros, por ejemplo el torio, como sustancias adicionales. El combustible se insertaba en 2 cilindros que se hacían girar en sentido contrario, en el punto álgido Die Glocke empezaba a desprender un brillo de color violeta y se elevaba del suelo. Otro dato curioso de esta Wunderwaffen era su exterior, el cual se afirma que estaba forrado con material cerámico en forma de losetas, curiosamente como los transbordadores espaciales de la Nasa y que hacen la función de aislante térmico. Sí, es todo muy difícil de creer.
 
Pero, ¿Qué hay de cierto en todo esto? El complejo militar donde se dice que se experimentaba con Die Glocke es muy real, se encuentra bajo los montes Owl en la Baja Silesia (hoy Polonia, la actual Ludwikowice) y en el que se aprovechó una explotación minera anterior. Incluso hoy en día se puede visitar, aunque solo en parte, pues los nazis volaron el complejo y minaron buena parte de la extensa red de túneles que formaban Der Riese. 


 
 





 


 



Muchos habréis oído hablar de este lugar en los últimos días, pues es donde se ha certificado la existencia de un enigmático tren nazi ocultado en el interior de un túnel sellado. Algunos ya han imaginado que el tren contiene la famosa Die Glocke o las obras de arte desaparecidas durante la II Guerra Mundial. Lo más probable es que sea un tren de municiones o cargado con los objetos macabramente robados de los campos de concentración... en primavera del año que viene el ejército polaco accederá a él y lo sabremos... Pero volvamos al tema principal, sirviese para lo que sirviese el anillo y el tendido eléctrico inusual de tan Alto Voltaje, podemos afirmar con certeza que allí las SS realizaban investigaciones científicas de alto secreto pero no conocemos su naturaleza, pues todo el staff científico de Der Riese fue ejecutado antes de la ocupación aliada.

Fotomontaje de un Haunebu II.
¿Pero hay algo más concreto que nos evidencie que en der Riese se realizasen investigaciones semejantes? - Querréis más concreción, aparentemente las hay. El periodista judío alemán R. Jungk recopiló testimonios de técnicos que trabajaban bajo el régimen nazi, que certificaron que a finales de 1945 en las cercanías de Praga y del emplazamiento de Der Riese, se empezaron a observar avistamientos de "platos volantes" que evolucionaban en el aire a gran velocidad y cuyos movimientos mejoraban con el paso de las semanas. Junto a estos técnicos, decenas de civiles afirmaron haber sido testigos de maniobras de aviones nunca antes vistos en forma de ala delta (se supone que los modelos Vril) y otras giratorias (¿Haunebu? ¿Die Glocke?). En este mismo sentido, en un documental de Sci-Fi Channel de 1997 un ingeniero aeronáutico alemán que permaneció en el anonimato y que estaba destinado como profesor en una base militar cerca de Praga, afirmó que a determinadas horas, él y sus alumnos tenían prohibido salir al exterior bajo pena de muerte, pero que las evidencias sonoras y físicas en forma de quemaduras circulares en el pavimento no le dejaban lugar a dudas de que se estaba experimentando con aeronaves insólitas.

Como última curiosidad hay que mencionar que en el aeródromo checoslovaco de Permelen, próximo a der Riese, se estableció el escuadrón aéreo IV del KampfGeschwader 200 (KG200), las fuerzas especiales de la Luftwaffe, en concreto esta unidad IV estaba encargada de los asuntos técnicos e investigación avanzada según el museo de la Fuerza Aérea alemana en Frankfurt. ¿Coincidencia? De nuevo no tenemos nada en concreto, pero hay demasiadas piezas que apuntan a una misma dirección: El desarrollo de los Haunebu y Die Glocke no parecen ser un mito independientemente de que se lograsen resultados óptimos o no, curiosamente girando siempre todo alrededor de la base secreta conocida como Der Riese.
 
En cuanto a los personajes implicados sin duda son reales. Sporrenberg fue un oficial de las SS cuyo principal cometido fue la lucha contra los partisanos y que sería ejecutado por crímenes de guerra, muchos de ellos cometidos en Polonia, pero no tenemos certeza de que él fuera el responsable de la ejecución del Staff de Der Riese. En cuanto al responsable militar de las SS de Die Glocke, Hans Kammler, sabemos en efecto que fue el director del staff científico de las SS y bajo su mando se desarrollaron innumerables proyectos armamentísticos secretos, pero no hay documento alguno que indique que uno de ellos fuese esta Wunderwaffen. Al final de la guerra Kammler huyó de Alemania y nada más se ha sabido de él, lo que ha disparado las teorías de la conspiración y los delirios de las funcionalidades de Die Glocke, de la que incluso se ha llegado a afirmar que era una máquina del tiempo.

María Orsic
Las teorías de cómo los nazis hubieran podido acceder a un sistema de anti gravedad no son menos fantasiosas, pues afirman que en 1936 se estrelló en la Selva Negra, cerca de Friburgo, un OVNI no tripulado de procedencia extraterrestre que las SS recuperaron, llevaron al castillo de Wewelsburg y lograron copiar su tecnología... Poco más se sabe al respecto, pero la leyenda indica que la famosa médium Maria Orsic y la Sociedad secreta nazi Vril participaron en desentrañar los secretos de esta tecnología extraterrestre... Sinceramente esta parte de la historia es muy difícil de creer... Como podéis comprobar no hay pruebas irrefutables de todo lo que se afirma y todo se complica cuando junto a los hechos reales se entremezclan leyendas, medio verdades y puras fantasías, además de declaraciones de testigos que hemos de creer... Es complicado determinar que es real y que no.

Oleada OVNI sobre Washington en 1956.
Pero hay demasiadas pruebas circunstanciales que no debemos tomar tan a la ligera y hechos que sucedieron décadas más tarde que son los que realmente me hacen dudar sobre la existencia o no de las Wunderwaffen. Lo más intrigante de todo lo narrado es que la gran oleada de avistamientos OVNI clásicos se empezó a dar a partir de los años 50 y no antes, ni en el siglo XIX, ni en las primeras décadas del XX... fue justo tras el fin de la II Guerra Mundial. Es más desconcertante todavía que los primeros OVNI's tuviesen esa característica forma de sombrero volante de los planos de los Haunebu nazis, en concreto del Haunebu II... Que su comportamiento de vuelo con giros y aceleraciones imposibles concuerden con lo que cabría esperar de un objeto con capacidad anti-gravitatoria como en teoría era Die Glocke...

Supuesta fotografía del ingenio
conocido como Andrómeda-Gerät.
Que la capacidad de estos platillos volantes para interferir en el funcionamiento de motores, instrumentos de aviación (como afirman infinidad de testigos existentes de avistamientos OVNI) sea exactamente lo que trataba la Luftwaffe de conseguir con el arma secreta conocida como Kugelblitz, las famosas bolas de luces electromagnéticas más conocidas como foo-fighters y que los aliados vieron en sus raids sobre Alemania...  Y por último los más modernos avistamientos OVNI en forma de cigarro puro que coinciden con la forma y tamaño del proyecto de las SS conocido como Andrómeda-Gerät, la deseada base espacial con la que soñaba Hitler. ¿No son demasiadas coincidencias tecnológicas con los proyectos secretos nazis?

Algunos afirman que en Roswell en verdad se estrelló uno de estos artefactos nazis provenientes de los restos de las SS refugiados en la Antártida, los cuales habrían conseguido unificar y hacer funcionar todas estas Wunderwaffen en una sola tras la guerra. Se apoyan en que los testigos del famoso incidente OVNI de Kecksburg (Pensilvania), vieron estrellarse en su bosque a un objeto extraño, siendo la descripción que hicieron del mismo coincidente con la forma de la mítica Die Glocke, incluyendo los extraños símbolos que supuestamente tenía grabados la Wunderwaffen nazi.


Comparativa entre Die Glocke y el objeto de Kecksburg.
 

Monumento al incidente en Kecksburg.

También hay testigos de avistamientos OVNI en Argentina y Chile a principios de los años 50 que aseguraron en su día que vieron en los platillos volantes el famoso logo nazi: SS. En otro expediente OVNI un comerciante de cereales californiano aseguró haber visto un "platillo volante" posado en la tierra y haber oído nítidamente a sus tripulantes expresarse en correcto alemán. Pero de nuevo estamos a merced de creer en la veracidad de dichos testimonios, pues no hay documento gráfico que avale dichas afirmaciones, aunque fuese de forma sensacionalista incluso ciertos periódicos uruguayos se hicieron eco de este tipo de noticias:


 

 
Yo no sé en qué punto está la ficción y en cual la realidad, quizás el punto intermedio sea como casi siempre el correcto, es muy probable que no se diese la batalla antártica del almirante Byrd, al menos no en los términos que se plantea, pero no descarto que los alemanes mantuviesen algún tipo de puesto avanzado en las islas antárticas en los que algunos trataran de refugiarse y esconderse tras la guerra y la Operación Highjump en verdad tuviese como finalidad eliminar esos pequeños grupúsculos. No creo que los nazis hubieran podido terminar de desarrollar sus Wunderwaffeen una vez finalizada la guerra en una supuesta base secreta en el Polo Sur, pero tampoco descartaría, a tenor de lo sucedido décadas más tarde con los avistamientos OVNI, que los proyectos más secretos de las SS: Haunebu, Die Glocke, Kugelblitz... fueran muy reales. Me parece más factible pensar que no los lograron terminar pero que los Estados Unidos e incluso la Unión Soviética tuvieron acceso a ellos y si lograron finalizarlos. Hay demasiados testigos, demasiados casos como para pensar que todo son imaginaciones de miles de testigos ¿Son los avistamientos OVNI en verdad armas secretas desarrolladas en base a tecnología nazi inacabada? Y si es así, ¿Cómo lograron los alemanes idear y desarrollar semejantes ingenios? Buenas preguntas ¿vosotros que creéis?
 
 

viernes, 16 de octubre de 2015

Las Wunderwaffen de Hitler

Muchos habréis oído hablar de ellas, pero existe gran confusión sobre lo que es real o no respecto a su existencia. En este artículo hablaremos de las más famosas, trataremos de arrojar un poco de luz y ver si la Alemania nazi podía disponer de esas Wunderwaffen (cuya traducción es: armas maravillosas) con las que supuestamente se enfrentó el Almirante americano Byrd en 1946 durante una batalla en el océano antártico, que los amantes de la conspiración sostienen que se dio. Pero empecemos por el principio.
 
El objetivo final de Hitler siempre fue dominar el mundo pero era consciente de que Alemania no disponía de los recursos humanos necesarios para llevar a cabo semejante tarea. El único modo en el que en su perversa mente concebía una victoria total sobre los aliados era disponiendo de una tecnología militar muy superior a la del enemigo con la finalidad de poder derrotarlos con un ejército inferior en número. Los programas de desarrollo de nuevas armas se llevaron casi todo el presupuesto del gobierno nazi, en especial los programas de desarrollo de lo que se denominarían Wunderwaffen, las armas de tecnología increíble que le daría a su ejército esa superioridad de combate necesaria para decantar la victoria de su lado.
 
Las Wunderwaffen son muy reales y muchas de ellas entraron en combate durante la II Guerra Mundial. Todos conocemos las famosas bombas volantes, las V1 y las V2 que la población de Londres sufrió con estoicidad y valentía, pero pocos son conscientes de lo avanzadas que eran para su época, sobre todo la V2, la cual está considerada como el primer misil balístico de la historia. Pensemos que este ingenio mortal ideado por el famoso ingeniero Wenher von Braun fue el primero en romper la barrera del sonido. Tras el final de la guerra von Braun fue "fichado" por los americanos y usando su V2 como modelo desarrolló los cohetes que nos llevarían pocos años después a la Luna.
 
Pero es una bomba, no un avión - pensaréis muchos. Ya menos personas conocen que los alemanes en los últimos meses de la contienda, usaron aviones a reacción. Esta no es una fantasía, es muy real, es el Messerschmitt Me 163 Komet. Este es el primer avión a reacción en entrar en servicio, si bien es cierto que sus prestaciones dejaban mucho que desear pues agotaba el combustible muy rápidamente y tenía que planear para aterrizar, alcanzaba la friolera de 1.100 km/h frente a los 600km/h de los aviones de combate de la época. De este modelo se fabricaron 300 unidades y lograron derribar al menos 9 bombarderos aliados. ¿Es a esta amenaza a la que se refería Byrd? ¿Son estos los aviones a reacción que podrían atacar los Estados Unidos y volar de Polo a Polo a velocidades increíbles? Aquí solo cabe preguntarse que hubieran conseguido los alemanes con un poco más de tiempo para desarrollar sus prototipos.
 
Aun aceptando que restos del ejército alemán siguieron desarrollando prototipos en una base secreta en el Polo Sur tras la guerra, lo que se describe en la teórica batalla en la Antártida durante la Operación Highjump supera en mucho a las funcionalidades de los prototipos mencionados... ¿naves en forma de platillos volantes que se sumergen en el agua? ¿Rayos de plasma que incendian buques? Aquí ya empezamos a entrar en un terreno pantanoso y sin certezas absolutas, pero creo que merece la pena continuar, pues misterio más nazis siempre es sinónimo de grandes interrogantes.

¿Los alemanes tenían algo parecido a un platillo volante? Sería el primer interrogante para desenmarañar si fue al menos posible que los americanos vieran un ingenio como los amantes del misterio afirman que hicieron durante la operación Highjump. Lo más desconcertante de todo es que sí lo habían ideado, era la Wunderwaffen conocida como: Hauneburg-Geräte, o Reichsflugscheiben. Podemos afirmar con cierta seguridad que se trataba de un prototipo real de avión que los ingenieros alemanes trataban de desarrollar, pues se han encontrado esquemas sobre su diseño, una serie de manuscritos del experto en turbinas italiano, Giuseppe Belluzzo en los que hace referencia al Haunebu y tenemos la declaración oficial del científico alemán Rudolph Schriever en la que admitía que había participado en la construcción de dichos prototipos...


Su existencia , al menos en papel, parece quedar apuntalada por el hecho de que nada más finalizar la II Guerra Mundial los americanos se lanzaron a tratar de crear aviones de planta circular, como el Avrocar, el cual pronto se descartó por inviable... ¿O no? Ya que es como poco curioso que los avistamientos OVNI de discos circulares al estilo del hipotético Haunebu se disparasen en la década de los 50 a lo largo de toda Norteamérica. ¿Se hicieron los americanos con los planos del Haunebu y los desarrollaron? Es una pregunta para la cual no tenemos respuesta. Pero volvamos a finales de la II Guerra Mundial.

El Haunebu supuestamente se trataba de un prototipo de avión nazi que guardaría gran semejanza con los platillos volantes de los años 50 en forma de sombrero y que se podría considerar como el predecesor de los mismos. Su funcionamiento de vuelo se basaba en un desarrollo avanzado de las turbinas de Viktor Schauberger y su teoría de los vórtices de fluidos.
Por internet existen fotografías (de nula credibilidad) y planos (que debemos poner en cuarentena) sobre los platillos volantes nazis que tratan de darle verosimilitud, pero nada se puede confirmar pues ni un solo resto ha sido hallado.


 

 

 

 


 
Según las versiones menos convencionales, esta arma, propulsada por una fuente de energía misteriosa, lograría volar por anti-gravedad.  Podemos afirmar con seguridad que las SS y las diferentes sociedades secretas asociadas a ellas y al partido nazi, buscaban ya a principios de los años 30 fuentes de energía alternativa que propulsase sus aeronaves a velocidades supersónicas y que fuesen inagotables, una de ellas era la energía nuclear, otra más esotérica se la conocía como sustancia Vril... ¿Lo lograron? Es muy poco probable.

Si me pedís mi opinión creo que los nazis en efecto idearon y plasmaron en papel este nuevo tipo de aeronave, como otros proyectos incluso más delirantes como una estación espacial, pero dudo que ni tan siquiera tuvieran un prototipo a finales de la guerra y menos con las capacidades que se le atribuyen, pues sin duda acorralados y desesperados, los hubieran usado como hicieron con el caza a reacción Komet. Pero no todo es tan sencillo como blanco o negro pues existen muchos claro-oscuros en todo lo que envuelve el final de la II Guerra Mundial, la Guerra Fría y el inicio de la era OVNI. Pero sigamos, según el relato de la batalla en la Antártida, los discos voladores disparaban una especie de rayo misterioso... parece directamente una locura, pero no seáis tan rotundos aún.
 

Uno de los grandes misterios de la II Guerra Mundial y que el público generalmente desconoce es el fenómeno de los foo-fighter: cazas de fuego, una combinación de la palabra francesa: "feu" (fuego) e inglesa "fighter (caza). Fue en noviembre de 1944 cuando los aviadores británicos empezaron a informar sobre la presencia de extrañas luminarias celestes con apariencia de esferas metálicas o luminosas que aparecían durante sus misiones de combate. Los pilotos norteamericanos confirmaron la presencia de dichas luces en sus primeras misiones de bombardeo nocturnas sobre la Europa ocupada. En ambos casos los aviadores informaron de anomalías en el instrumental de vuelo durante dichos avistamientos.

Los aliados en un principio pensaron en una Wunderwaffen alemana, incluso el Herald Tribune se hizo eco de estas misteriosas luces que reportaban los pilotos, dándoles la misma categoría de arma secreta. Tras la guerra trataron de descubrir su naturaleza pero descubrieron que los pilotos de la Luftwaffe estaban tan desconcertados como ellos por el fenómeno, tal y como reflejan en los informes alemanes. Se sabe que la Luftwaffe estaba tratando a finales de 1944 de crear un arma que distorsionase el campo electromagnético e interfiriese las comunicaciones de radio tal y como hacían las misteriosas luces, pero por lo que sabemos de los documentos incautados por los aliados, su alcance no llegó nunca más allá de los 30 metros...


¿Esto no invalida entonces la teoría de un arma secreta? ¿No deberían los alemanes conocer su existencia? Y es legítimo que dudéis, pero la verdad es que en el seno del III Reich las conspiraciones y luchas internas entre facciones era cruenta, en especial por la sucesión de Hitler por la que Goering (Jefe supremo de la Luftwaffe) y Himmler (Reichsführer de las SS) mantenían un duro pulso. Dentro de estas disputas intestinas, el control de las armas secretas era vital: quien consiguiese tener bajo su poder la nueva tecnología tenía muchas posibilidades de ser el hombre fuerte del Reich tras la muerte del Führer. En este contexto, si las SS hubiesen logrado desarrollar esa nueva arma que la Luftwaffe también perseguía: algún tipo de rayo de plasma electromagnético que derribase los aviones aliados, no hubieran compartido su existencia con el resto del ejército hasta comprobar su eficacia y anotarse un punto a su favor. Por lo que sabemos las luces desconcertaron a los pilotos aliados e interfirieron en sus equipos pero en ningún caso los derribaron. Si se trataba de un arma de las SS desde luego estaba lejos de ser útil para la defensa de los cielos del Reich.

Pero son meras suposiciones de un escritor, no hay nada seguro en ello. La versión oficial es que dichas luces eran descargas de rayos globulares, más conocidos como rayos bola, pero algunas de las imágenes de los foo-fighter tomadas por los pilotos aliados muestran que éstos en ocasiones parecen mostrar una apariencia sólida, juzgad vosotros mismos:
 


 
 



Como veis, en este punto lo real se entremezcla con la ficción, la conspiración... Es difícil separar el grano de la paja, sin duda los alemanes estaban desarrollando armamento en la dirección en que apunta el relato sobre la batalla durante la Operación Highjump, pero no es menos cierto que podemos estar seguros que no disponían de esa tecnología cuando fueron derrotados pues una decena de Haunebu con las propiedades de los que en teoría atacaron a la flota americana del Almirante Byrd, hubieran barrido a los aliados del cielo y de los mares revirtiendo la invasión de Alemania. ¿Podrían haber terminado restos de las SS de desarrollar dichas Wunderwaffen en un solo año en la mítica base 211, aceptando que existiese? ¿Aislados sin provisiones? Yo lo veo muy improbable pero no sé qué pensar, pues sin duda hay puntos en los que la versión oficial me deja insatisfecho... ¿Pero platillos que se hunden en el agua? ¿Anti-gravedad? ¿Eso no invalida directamente la historia? - preguntaréis, y sí, es muy difícil de creer pero está la historia del último y más maravilloso de todos los supuestos ingenios de Hitler: La Campana, de la cual solo existen rumores. Pero eso será la semana que viene.

 

 

viernes, 9 de octubre de 2015

Operación Highjump

La semana pasada vimos cómo hay muchos interrogantes respecto a la presencia constatada y verídica de una nueva clase de submarinos alemanes de la que nada sabían los aliados en las costas Argentinas y en las aguas cercanas a la Antártida tras el final de la II Guerra Mundial. Los sucesos que acontecieron en aquellas fechas, junto a las declaraciones del almirante de los U-Boot alemanes: Dönitz, han llevado a muchos autores e investigadores a afirmar que la expedición polar de Ritscher estableció los cimientos de una base secreta nazi en el Polo Sur.

Más tarde surgieron, gracias a Google Earth y al mapeo fotográfico mundial, una serie de fotografías sobre la Antártida en las que parecía apreciarse dos grandes cavernas en las que muchos han querido ver entradas al mítico complejo nazi antártico conocido como base 211:
 



 
 


¿Son grutas naturales como las miles que debe haber en un continente tan extenso? ¿Es una entrada artificial creada por el hombre? Sin duda las dimensiones son considerables y a día de hoy no tenemos constatación que ninguna expedición las haya explorado. La fotografía de la izquierda nos muestra a mi entender una cueva natural, la de la derecha y la de abajo, tomadas desde arriba, muestran lo que parece sin lugar a dudas una cúpula metálica artificial. Ambas fotografías se pueden ver en las siguientes coordenadas: -66° 36′ 12.58″, +99° 43′ 12.72″-66° 33′ 11.56″, +99° 50′ 17.46″.


Richard E. Byrd
A principios de 1947, con Japón ya derrotado, se llevó a cabo una expedición americana al continente antártico que se conoció como Operación Highjump. Solo ya el nombre nos plantea preguntas, Highjump? ¿Gran salto? ¿Tecnológico? ¿Salto a dónde? La existencia de dicha misión está ampliamente documentada y fue real, lo que no está tan claro es la auténtica naturaleza de la misma. En teoría sus objetivos oficiales eran la exploración de un continente desconocido, valorar la viabilidad para el posible establecimiento de bases permanentes, probar material en condiciones de frío extremo y expandir el territorio norteamericano. En principio no deberíamos extrañarnos, a pesar del inicial propósito científico de la misma, que ésta fuera financiada en su totalidad por la US Navy y que al frente de la misión estuviese el contraalmirante Richard E. Byrd.

Dada la naturaleza estratégica para Norteamérica de la operación también es lógico que no se permitiese la presencia de observadores extranjeros, lo que empieza a resultar chocante es el notable contingente desplazado organizado en lo que se conocería como Task Force 68. A la Antártida se desplazaron dos portahidroaviones, el portaviones USS Philippine Sea y 13 buques de apoyo entre los que se encontraban varios destructores y un submarino: el USS Sennet con un total de 4.700 efectivos. ¿Semejante contingente para una mera expedición científica? Uno o dos buques científicos con algún destructor de escolta podría ser razonable, pero... ¿portaviones? ¿Submarinos? ¿Destructores? No encaja, menos aún con una economía mundial maltrecha por la guerra y teniendo en cuenta que la Unión Soviética en esos momentos no era una amenaza, pues estaba destruida y acababa de perder 20 millones de compatriotas y disponía de un ejercito que, aunque numeroso, no estaba tecnológicamente a la altura del americano y menos para tratar de realizar una "conquista" antártica.

Para mayor confusión, antes de su partida el propio almirante Byrd realizó el 2 de diciembre de 1946, unas declaraciones públicas que recogió la prensa de la época, en las que contradecía la naturaleza oficial de la expedición:

"Mi expedición es en esencia militar".


En principio no tendríamos por qué ver nada extraño en ellas, pues un militar tendrá esa visión de cualquier operación que lleve a cabo, pero no nos precipitemos, pues no son las únicas que realizó que causan perplejidad al leerlas. Vayamos por partes. Oficialmente, la expedición proyectada para unos seis meses, fue abortada a los dos de su inicio por varios accidentes aéreos con víctimas incluidas. Aquí los teóricos de la conspiración difieren del relato oficial del gobierno estadounidense. No voy a entrar en dicha discusión en cuantas fueron y las causas de las mismas, simplemente me quedaré con el dato de que oficialmente está reconocido que la operación fue abortada al segundo mes y que en efecto hubieron fallecidos durante la misma (según el gobierno por las duras condiciones climáticas de la región).

El relato oficial de nuevo se ve contradicho por el propio comandante de la Operación Highjump. El 5 de marzo de 1947, el periódico chileno El Mercurio, publicará unas enigmáticas declaraciones del contraalmirante Byrd a su regreso de la misión:

“Es imperativo para los Estados Unidos iniciar las medidas de defensa inmediata contra las regiones hostiles”.

“No quiero asustar a nadie, pero en los albores de un nuevo mundo, América puede ser atacada por un enemigo que tiene la habilidad de volar de polo a polo a una velocidad increíble”. 

USS Sennet durante su misión en el Polo Sur.
Nunca se explicó si Byrd se refería al mencionar "regiones hostiles" (el lector ha de notar que el almirante no dijo países) a la Unión Soviética y si sus declaraciones eran un vaticinio de que Stalin conseguiría tener en meses de una tecnología aérea impensable en el momento de realizar dichas declaraciones. De ninguna de las palabras de Byrd se puede desprender nada en concreto por muy "sorprendentes y extrañas" que resulten, pero sumadas al enorme contingente desplazado y a la presencia de los super submarinos alemanes en el área antártica al final de la guerra es lícito preguntarse qué pasó realmente durante la Operación Highjump y porque de repente el almirante vio como real la posibilidad de que Estados Unidos fuera atacada de forma inminente por aviones supersónicos.

En las últimas fechas y tras la desclasificación de los archivos secretos del KGB, apareció un informe del servicio de espionaje soviético en el que se hace referencia a los acontecimientos sucedidos durante la Operación Highjump. En teoría un agente ruso infiltrado en la marina americana logró hacerse con el informe clasificado de lo acontecido en la Antártida y lo remitió a Moscú. Este supuesto informe parece confirmar las teorías de la conspiración que se habían elaborado sobre los sucesos en las que se afirmaba que las pérdidas humanas de la expedición de Byrd habían sido debidas a su derrota a manos de los restos del ejército alemán atricnherados en una base secreta alemana en los territorios conocidos como Nueva Suabia.

El informe soviético llevó a la realización del documental ruso: “Third reich: Operation UFO”. En él y en base a dicha documentación, Dmitri Filipovieh (Capitán del Estado Mayor Ruso y profesor de Historia) y Vladimir Vasiliev (Economista e Investigador jefe de la Academia Rusa de ciencias) desvelan cómo el servicio de inteligencia soviético recabó documentación clasificada norteamericana que llevó al Estado Mayor Soviético a concluir que dicha confrontación antártica existió en la realidad. Aquí me he de confesar incapaz de desvelar si dicho informe es real o no, pues mis conocimientos de ruso son nulos y no puedo leer la fuente original. O incluso si es real tampoco puedo descartar que formara parte de la desinformación del contraespionaje americano. Como mínimo todo, desde las declaraciones de Dönitz hasta este informe, apuntan a que no podemos descartar con rotundidad la existencia de la mítica base nazi 211, hay demasiadas sombras sobre la versión oficial y muchas piezas que apuntan a que es muy plausible su existencia. Os adjunto el documental para que juzguéis vosotros mismos.



El informe soviético narra de forma detallada la batalla en base a los testimonios de dos miembros de la expedición de Byrd, el piloto John Sayerson y el operador de radio del USS Brownson: John P. Szehwach. La narración que hace el primero de lo acontecido es la siguiente:

"Salieron verticalmente del agua furiosamente y volaron entre los buques a una velocidad tal que perturbaron el aire y tumbaron la antena de radio sin que a nuestros ojos les diera tiempo a verlos. Los dos escoltas del Casablanca fueron alcanzados por una especie de rayo misterioso, disparado desde la parte frontal de los platillos, luego se zambulleron en el agua cerca de los barcos. Lo vi todo desde la cubierta del Casablanca tal y como me podéis ver vosotros ahora. No entendía nada. Estos objetos eran silenciosos y flotaban entre los buques como una bestia satánica escupiendo un fuego mortal.

De repente vi como el destructor Murdoch, de unos 120 pies de eslora, empezó a arder tras ser alcanzado por un rayo y a hundirse. A pesar de los daños, rescatamos a la tripulación ya que enviamos a la zona del desastre y de inmediato barcas salvavidas desde los otros barcos.

La pesadilla duró unos veinte minutos. Cuando los platillos volantes se sumergieron de nuevo en el agua evaluamos nuestras perdidas... eran terroríficas".

En teoría Szehwach confirma la versión de Sayerson:

"Yo y mis compañeros de la banda de babor observamos durante varios minutos las luces brillantes que ascendían a unos 45º en el cielo muy rápidamente... No pudimos identificar las luces porque nuestro radar estaba limitado a captar velocidades de 250km/h en línea recta".

¿Es esta la verdadera causa de las bajas reales que existieron durante la Operación Highjump? En el documental se habla del hundimiento del destructor Murdoch, pero éste no consta como buque de guerra operativo en los archivos oficiales de la US Navy, no al menos en 1946... Los teóricos de la conspiración afirman que Estados Unidos es famoso en borrar y ocultar nombres y hechos "molestos". ¿Es este el caso? No lo sé, pero sin duda a mí me hace poner en entredicho muy seriamente la teoría de la conspiración en cuanto a la operación Highjump y la veracidad del documental ruso.

Pero no solo los americanos se interesaron por la Antártida. Muy pocos conocen que los británicos lanzaron a finales de 1945  una Operación militar en las islas Shetland del Sur, en el océano antártico, y en la propia península que se denominó Operación Tabarin. De nuevo estamos ante un hecho sobre el que no se discute su veracidad si no su finalidad última. Oficialmente los británicos querían evitar que los nazis usaran dichas islas y dicho entorno para hacer intercambios comerciales con una Argentina cada vez más germanófila y de paso montar estaciones de escucha con la finalidad de espiar las comunicaciones del país sudamericano. Y por supuesto realizar reclamaciones territoriales sobre un continente inexplorado para las que incluso se crearon sellos postales.


Al mando del teniente de navío James Marr, los ingleses establecen en febrero de 1945 tres bases: En isla Decepción (3 de febrero), en Port Lockroy (11 de febrero) y en Bahía Esperanza (Hope Bay) el 13 de febrero de 1945. De nuevo los rumores hablan de que la Operación buscaba en verdad controlar las actividades nazis de la mítica base 211, incluso algunos hablan que las Shetland sufrieron un ataque nazi y fueron sometidas a asedio hasta que en 1946 el SAS (las tropas de operaciones especiales británicas) los rescataron... En este caso ni tan siquiera existen supuestas declaraciones de participantes en dichos combates... Creo que no hace falta decir más, lo cual no es óbice para que notemos que en efecto, los británicos estaban lo suficientemente preocupados por la creciente actividad de la Kriegsmarine de Hitler en las aguas del Polo Sur como para establecer bases permanentes de control.

Lo único cierto que podemos sacar de todo este galimatías es que los nazis mantuvieron desde el principio un fuerte interés por la Antártida, que la actividad de los buques de guerra alemanes y su fuerte presencia en el Polo Sur  (fuese cual fuese la naturaleza de sus misiones) es un hecho contrastado que preocupó a los ingleses durante la II Guerra Mundial y que ya finalizada la guerra, hay notificaciones de avistamientos de submarinos "perdidos" nazis en el océano antártico, que junto a la captura por Argentina del U-530 y el U-977 cuando se dirigían más al sur de Buenos Aires nos hacen preguntarnos qué hacían en esas latitudes y hacia donde se dirigían.

Aunque diéramos por cierta las teorías de la conspiración, de la existencia de dicha base y que en verdad la Operación Highjump es tal como dicen los contrarios a la versión oficial, ¿tenían los alemanes capacidad para crear semejante destrucción e impresionar de esa forma al almirante Byrd? ¿Pudieron dar esa batalla con semejantes ingenios unos teóricos restos del ejército nazi parapetados en el Polo Sur? ¿No resta credibilidad a la propia historia? Eso nos lleva al artículo de la semana que viene y a las increíbles Wunderwaffen: las armas maravillosas de Hitler.