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viernes, 27 de noviembre de 2015

Jaque a Darwin

Sé que este artículo será polémico, que algunos simplemente se reirán y sin molestarse en parar a pensar y analizar los hechos determinarán que: o soy un fanático religioso o un ignorante. Espero que al menos lo leáis y os preguntéis, os cuestionéis y seáis críticos de verdad sobre si el relato que se considera como el axioma fundamental de la ciencia es cierto o hace aguas por todos los lados. A los que ni tan siquiera quieran continuar no les culpo, yo hace pocos años era exactamente como ellos. Ni me planteaba pensar que la teoría de Darwin podría ser incorrecta, daba por verdadero y demostrado todo aquello que me enseñaron desde el colegio hasta la Facultad de química.
 
El golpe mortal a mi soberbia me lo dio mi mujer cuyos estudios eran... ¡Arqueología! He de reconocer que eso me dolió, sobre todo al darme cuenta de que ella aplicaba más acertadamente el principio científico que yo y que me enseñó mi profesor de Química Cuántica que ya había olvidado: "Si eres un verdadero científico debes dudar y replanteártelo todo, no dar por hecho nada ni tener verdades inmutables. Ni tan siquiera la teoría de la relatividad"... Y por supuesto tampoco de la teoría de la evolución de Darwin. Mi mujer me dio una serie de argumentos sólidos que me hicieron que, aunque en un principio escéptico a sus hipótesis, si me plantease que merecía la pena indagar y ver si todo lo que daba por cierto era tal.
 
De nuevo he de recalcar que aquí la teología no tiene cabida, pues a Dios también lo podemos insertar de forma muy sencilla en la ecuación de la evolución darwiniana: Dios es el que creó las condiciones para la evolución y con esto tan sencillo ya validamos de nuevo a Dios. Aquí se trata simplemente de analizar los hechos y tanto si creéis al final en que Darwin tenía razón o comenzáis a vislumbrar que no la tenía, en ningún caso se demostrará que existe o no un Dios. No es ese el objeto de mis razonamientos.
 
Charles Darwin
Pero vayamos al principio. Lo primero que debemos tener claro es la diferencia entre Teoría y Ley científica. La primera es la hipótesis más plausible  que explica un hecho pero de la que no podemos afirmar su veracidad al 100%, la segunda es una verdad irrefutable pues se ha podido comprobar y replicar en laboratorio. En este punto he de hacer notar al lector que la evolución darwiniana tiene el rango de teoría, no de ley.
 
Bien, vayamos a la teoría de la evolución. Ésta nos dice que desde los primeros organismos unicelulares que se crearon en el mar ha surgido toda la variedad animal extinta y actual. Es decir, que de unos animales han ido surgiendo otros diferentes en diferentes ramas evolutivas. Según Darwin esto fue posible por la simbiosis de mecanismos orgánicos que se asociaban unos a otros para crear uno mayor o por cambios en uno ser vivo en concreto. También nos afirma que dichos cambios solo se han podido producir poco a poco con el paso de decenas de miles o incluso millones de años... bien. Es decir, que deben haber centenares de especies con pequeñas mutaciones respecto a sus predecesores que nos han traído por ejemplo hasta ser humanos.
 
Uno de los argumentos que me planteó mi mujer y en el que jamás se me había ocurrido detenerme es: Bien, si Darwin está en lo cierto... ¿Dónde están todos los fósiles de esas especies intermedias? Básicamente me preguntaba dónde estaba el famoso eslabón perdido. Esa pregunta es la que un genetista no se haría pero sí un arqueólogo con mente crítica... Mi sorpresa es que no lo había... pero no ya para el ser humano, sino para todas las demás especies: perros, elefantes, cucarachas, jilgueros, leones, mosquitos debían tener esa hilera en el tiempo de "eslabones perdidos". Pues la verdad es que no se ha encontrado ni uno solo para ninguna de las decenas de miles de especies conocidas. No se han hallado porque los huesos son frágiles... - se argumenta desde la ortodoxia... Y yo me pregunto y quiero que vosotros también lo hagáis... ¿A caso no hemos encontrado miles de huesos de dinosaurios? ¿Acaso no se supone que nosotros evolucionamos desde sus tiempos hasta hoy? ¿Cómo es que no hay de ni un solo mamífero actual, prueba alguna de eslabones perdidos que demuestren que de una especie se pasó a otra? ¿Los huesos de los dinosaurios son diferentes? ¿Más resistentes quizás? La respuesta es no.
 
Es más, se supone que nosotros evolucionamos del mono con el paso de decenas/centenares de miles de años, pero desde las entrañas de la tierra se está sacando a la luz cada vez más esqueletos y huesos de especies humanas más y más antiguas, acortando ese tiempo necesario de evolución... El último del que hemos tenido noticia en Sudáfrica hace pocas semanas, en el que parecer ser el enterramiento más antiguo humano y que demostraría  que la conciencia de ser humano podría ya estar desarrollada en el año 200.000 a.c, lo que implicaría que en un abrir y cerrar de ojos se pasó del mono al humano... simple y llanamente inconcebible incluso desde el punto de vista darwiniano. ¿Entendéis ahora el por qué la ciencia y arqueología ortodoxa mordió la yugular de quién se atrevió, como con el hombre de Orce a sacar a la luz semejantes hallazgos? Esos descubrimientos derrumban su castillo de naipes.


Fósil de una Meganeura Monyi, una antigua libélula
de 75cm de longituddel periodo carbonífero
 (300 millones de años)
Pero quiero ir más allá. Como deberíamos conocer, no hay eslabones perdidos encontrados de la evolución entre especies, pero sin embargo tenemos miles y miles de pruebas de animales que durante millones de años no han evolucionado a otras especies. Moscas, mosquitos, almejas, caracoles, caracolas de mar, ballenas cocodrilos, celacantos, helechos, abejas, corales, libélulas (éstas vuelan sobre La Tierra incluso antes de que existieran los dinosaurios), tiburones y podría seguir así toda la mañana. Sí, su aspecto ha cambiado, su tamaño, color e incluso un poco su forma, pero no han dejado de ser lo que eran. Los tiburones no se han convertido en leones, ni los mosquitos en un mamífero volador por muchos millones de a los que hayan pasado... En este punto fue cuando mi corazón dio un vuelco, ¿Cómo podía ser? La respuesta desde la ortodoxia de  que esos animales habían alcanzado la cima de la evolución simple y llanamente me parecía una estupidez de calibre máximo, sobre todo proveniente de un ser humano (ya que somos prueba viviente de hasta qué punto se puede llegar).

Aquí cambie mi forma de pensar. Puse los hechos en una balanza y los sopese: en un lado ninguna prueba de eslabones perdidos para ninguna especie animal, en el otro miles y miles de pruebas de especies animales que han sobrevivido incluso millones de años con modificaciones sí, pero sin dejar de ser lo que eran. La evolución tal y como la planteaba Darwin no podía ser correcta. No al menos en su totalidad. Las pruebas existentes indican que si existe una evolución: los animales cambiamos de tamaño, de color, perdemos pelo, se nos alargan extremidades, se nos acortan otras (no seáis mal pensados ;)), cambia en algo nuestros sentidos corporales... pero en definitiva una libélula no deja de serlo, un tiburón no ha dejado se ser escualo y una ballena no ha dejado de ser una ballena... De hecho la mayor prueba de ello lo tenemos en los mamuts desenterrados intactos del permafrost siberiano. Al analizar el ADN y esperma de uno rescatado del hielo, se comprobó que se podía cruzar con el de una elefanta... ¿Qué nos indica esto? Que son la misma especie y que en definitiva los elefantes son la evolución del Mamut y por tanto la misma especie. Tal y como lo veo los Mamuts no se extinguieron, evolucionaron a los elefantes en muy poco tiempo... pero como todos podemos ver, entre un elefante y un mamut no hay apenas diferencias.

La pregunta es: ¿Hay sostén científico para lo que argumentas? ¿Qué demuestre que la evolución tal y como la teníamos entendida no es correcta? Pues aunque os parezca extraño, siempre las ha habido, pues las leyes de la genética son las primeras en poner en jaque a Darwin, pero eso será la semana que viene.
 
 

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