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viernes, 11 de marzo de 2016

¿Quién descubrió América? La hipótesis Europea pre-cristiana.

La historia de Erik el rojo, de la que hablamos la semana pasada, es muy probable que la hayáis oído con anterioridad y muchos conozcáis que los vikingos, como ya es un hecho confirmado, llegaron a América 500 años antes de Colón. Ya es menos conocida la hipótesis de que una amalgama de cartagineses, celtiberos y baleares llegaron a las costas americanas en el siglo II antes de Cristo. Sí, parece inverosímil y en un principio tal afirmación parece no merecer que perdamos un solo minuto en ella, pero solo os pido que no os precipitéis.
 

Recreación del antiguo puerto de Cartago
Como todos sabréis los cartagineses eran unos marinos excelentes, los mejores de su época. Gracias a su poder en el mar forjaron un vasto imperio comercial en el Mediterráneo que no tuvo rival hasta la aparición de Roma. Hay confirmación y restos arqueológicos que así lo avalan, que tuvieron puestos comerciales permanentes con las tribus africanas que ocupaban el actual Camerún, e incluso en sus escritos afirmaban que habían llegado hasta la actual ciudad del Cabo en Sudáfrica. Tampoco hay duda histórica alguna de que las tribus celtas que poblaban la actual Galicia española e incluso  las establecidas en Cornualles, Inglaterra eran aliadas de Cartago, con la cual mantenían fluidas e intensas relaciones comerciales marítimas. Y por supuesto estaban los baleares, cuyos temibles honderos eran considerados como las tropas de élite de los cartagineses y que aterrorizaron a las legiones romanas durante las tres Guerras Púnicas. Bien, con estos antecedentes quiero que entendáis que es sabido que las naves de Cartago habían navegado de forma habitual el Océano Atlántico, aunque fuese por navegación de cabotaje.
 
¿Pero eso demuestra que tuvieran capacidad de cruzar "el charco" y llegar a América? Es la respuesta que querréis que resolvamos. Las naves cartaginesas no eran peores que los dracars vikingos, por lo que sí, podrían haber navegado hasta América. Su tecnología no se puede despreciar, sirva como muestra el gigantesco y asombroso puerto de la ciudad de Cartago. Si sus naves podían alcanzar las lejanas Islas Británicas, Camerún o incluso Sudáfrica, sus barcos, sus tripulaciones y sus capitanes debían estar capacitados para llegar a América. ¿Pero lo hicieron? ¿Por qué? Las pruebas existentes no parecen demostrar que hubiese un comercio fluido entre Cartago y las costas sudamericanas, por lo que los defensores de ese contacto afirman que en verdad no fue un viaje de exploración, si no de huida.
 
Cartago perdió la guerra contra Roma en el año 146 a.c, el general de la poderosa Republica Romana: Publio Cornelio Escipión "el africano" entró en su capital y la destruyó por completo, matando a casi toda la población y esclavizando al resto. La hipótesis cartaginesa nos habla que los restos del derrotado ejercito cartaginés y parte de sus aliados: celtiberos y baleares, se negaron a aceptar a la derrota y a ser esclavizados. Al estar el mundo Mediterráneo en manos romanas por completo no les quedó más remedio que cruzar el gran océano para no regresar. ¿De dónde surge esta idea?  De nuevo nos hemos de remontar a los textos clásicos, Diodoro en su obra: Historia del mundo, afirma que los cartagineses habían encontrado tierras más allá del mundo conocido, con grandes ríos navegables y grandes montañas. Descripción geográfica que descarta que se esté refiriendo al África Central y el Golfo de Guinea. De nuevo la leyenda desafía la historia oficial ¿Pero qué hay de cierto? ¿Hay pruebas? - me preguntaréis. Aunque os parezca asombroso si las hay y para encontrarlas habremos de viajar a Perú, a una remota región andina habitada antaño por la civilización indígena llamada Chachapoyas.
 
Piedra de Ingá
Pero primero pararemos en Brasil, punto en el que la hipótesis cartaginesa nos dice que llegaron los refugiados norteafricanos. En los alrededores de la ciudad de Pessoa, en el estado de Paraíba, se encuentra un curioso monolito, llamado Ingá, en el que en una pared granítica de 23 metros de largo y 3,8 metros de alto encontramos 500 misteriosas inscripciones. Éstas nos darán la primera pista. Si observáis atentamente veréis una serie de símbolos idénticos a los existentes en el alfabeto celtibero. En las siguientes imágenes os destacaré unos ejemplos:


 
 


 


 
 
Hacha de metal hallada en Brasil, vista desde arriba.
Pero sí, quizás sea una mera casualidad. Sigamos. En el propio Brasil hay dos hechos que nos revelan que algo debió suceder. El primero nos lo desvela los conquistadores españoles en sus crónicas de exploración del Amazonas en busca del mítico dorado, en ellas nos hablan de que unas amazonas atacaron esta expedición y que para su sorpresa su tez era blanca, como la suya, lo que les sorprendió pues hasta la fecha no habían encontrado indígenas "blancos". ¿Cómo puede ser? ¿Están mintiendo los españoles. Lo dudo. Pero vayamos al segundo hecho, este más tangible y demoledor: En una localidad brasileña llamada Guapore se encontró un hacha ritual de metal cuya composición era un 61% de cobre y un 39% de Zn, aleación que por supuesto no existía en América, lo que la convierte en un objeto único. Lo más curioso es que su empuñadura de madera, de la que se ha constatado una antigüedad de 2500 años y un origen paraguayo, tiene como motivo una cabeza de toro. Representación habitual en el mundo celta y desconocida en el precolombino. Su diseño y factura creo que no dejan lugar a dudas. Juzgar vosotros mismos la foto.

Pero la hipótesis celta-cartaginesa cobra aún más fuerza cuando analizamos la civilización Chachapoya. Lo primero que llama la atención es su curiosa tez blanca, sus cabellos rubios y en algunos casos incluso pelirrojos... se podría pensar que es fruto de la mezcla con los españoles. Más lejos de la realidad, pues de nuevo las crónicas de la conquista ya muestran la sorpresa ante el aspecto de este pueblo andino. La genética de nuevo corrobora que los indígenas Chachapoyas actuales, en efecto disponen de un gen típicamente de origen celtibero, muy presente en especial en Galicia y el sur de Inglaterra.

Pero las coincidencias no acaban aquí. Los restos de Kuelap, la antigua capital chachapoya, muestran un parecido increíble con los castros celtiberos que se pueden visitar hoy en día en Galicia. No solo coinciden en la planta circular de las casas, tan habituales en el mundo celta y tan poco habituales en Iberoamérica, sino también en la técnica y forma constructiva de las mismas. Kuelap no se parece a nada de lo existente en el mundo precolombino.





Kuelap
 
 
Castro de Baroña, Galicia, España



Por supuesto las similitudes no terminan aquí. La artesanía es increíblemente parecida, coincidiendo en ornamentos y colores, los cuales nos recuerdan a las culturas mediterráneas. El parecido de los ídolos y de las estatuas parece ir más allá de la mera coincidencia, más aún si los comparamos con Gobleki Tepe o la misma Isla de Pascua. Aunque con sus peculiaridades, todas parecen disponer de las mismas influencias artísticas, como si culturas tan dispares hubieran estado conectadas en algún momento de la historia por un hilo común.


 


Estatuas e ídolos chachapoyas





Ídolos de las Islas Cícladas griegas
 
Estatua de Gobleki Tepe, Turquía.

 
Estatua en Isla de Pasuca



La arqueología ortodoxa sin duda nos dirá que es una casualidad, que a diferentes artistas se les ocurrieron los mismos patrones escultóricos. Ya sabéis que no creo en el azar si no en la causalidad. Pero no es un acto de fe el que pido, si no racional, pues dos hechos adicionales nos apuntan a que sin duda navegantes cartagineses llegaron a las costas americanas:

- De uno de ellos ya os hable en artículos anteriores, la fuente magna, hallada en unas excavaciones en Bolivia y que contiene una serie de símbolos grabados en fenicio (los cartagineses en verdad eran una facción fenicia que perdió una cruenta lucha por el poder y tuvo que refugiarse en la actual Túnez), los cuales forman un texto coherente y gramaticalmente correcto. Recordemos que en las fechas en los que este objeto fue hallado, solo unas pocas personas sabían leer a duras penas fenicio.

Honda balear
- El segundo nos atañe más directamente a los españoles, pues los chachapoyas al igual que los baleares, eran unos magníficos honderos, quizás esto fuese una mera anécdota si no fuera porque las hondas recuperadas en Perú muestran un complicado y enrevesado trenzado idéntico a las hondas mallorquinas, incluso el tipo de nudo que ata dichas trenzas es exactamente el mismo. Además, solo en esta región andina y en las Islas baleares se tiene por costumbre llevar la honda anudada a la cabeza. Para mí es una prueba irrefutable, es imposible que a dos artesanos a miles de kilómetros de distancia se les ocurriese una misma forma de tejer, anudar y transportar un arma que puede adoptar tantas formas como es una honda. De algún modo tuvo que haber algún tipo de contacto.

Mi conclusión, si atendemos además  a las leyendas incas, mayas o aztecas que nos cuentan que sus dioses vinieron del mar y que eran de tez blanca, barbados y de ropajes que muy fácilmente se asimilan a las vestimentas fenicio-cartaginesas, no puede ser otra que una amalgama de cartagineses, baleares y celtas, huyendo de la todopoderosa Roma, se adentraron en el Atlántico en busca de un nuevo hogar... y lo encontraron. ¿Entonces podemos dar por concluido el misterio? ¿Los primeros colonizadores de América llegaron alrededor del siglo II a.c? No os precipitéis, aunque os parezca mentira, Mark Holley, arqueólogo subacuático de la Universidad de Michigan, ha descubierto bajo las aguas congeladas del lago del mismo nombre (al norte de Estados Unidos lindando con Canadá), una serie de círculos concéntricos de piedra a unos 50 metros bajos las heladas aguas del lago Michigan. Dicha formación, increíblemente parecida a Stonehenge y otras construcciones idénticas en Gran Bretaña e Irlanda, sería sin duda obra humana, pues al parecer existirían una serie de grabados en ellas que representarían diversos animales, entre ellos un Mastodonte.

De verificarse dicho yacimiento esta estructura megalítica dataría de hace más de 10.000 años, pues solo entonces, antes de que comenzara el deshielo de la última glaciación, existía tierra firme donde ahora hay una gigantesca masa de agua. El mastodonte vendría a corroborar dicha fecha, pues se extinguió en esa era. De nuevo quizás América fue visitada antes de lo previsto por una cultura megalítica que quizás no fuera tan atrasada tecnológicamente como afirma la historia ortodoxa (a mí no me cabe la menor duda, pues no hay otra explicación posible para que se pudieran erigir semejantes e impresionantes monumentos prehistóricos. Como veis, es más que probable que América jamás estuviese aislada por completo del resto del mundo como se nos ha contado hasta ahora.

 


 

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